sábado, 17 de septiembre de 2022

San Roberto Belarmino: Religioso jesuita, buen estudiante y conferenciante




2. Vida religiosa consagrada:
Noviciado (1560)

El 17 de septiembre de 1560 Roberto sale de Montepulciano rumbo a Roma. Viaja con su primo Ricardo Cervini, también decidido a hacerse jesuita. Llegan a Roma el 20 de septiembre. El P. Diego Laínez los recibe en la casa de Nuestra Señora de la Estrada, donde san Ignacio ha vivido sus últimos años. La primera probación de Roberto y su primo Ricardo dura diez días. Después se incorporan a la comunidad. Se ocupan en los servicios de la cocina y en el comedor, como experiencias de noviciado.

Estudios de filosofía (1560-1563) 
y teología (1567...)

Un mes después del ingreso, el P. Laínez decide que Roberto pase al Colegio Romano para continuar sus estudios de filosofía. Se trata de una institución fundada por san Ignacio. En 1551, en una casita arrendada, puso en la puerta el letrero: "Escuela de gramática, humanidades y doctrina cristiana, gratis".
En 1560 el Colegio Romano ha crecido mucho. Hay 154 jesuitas, de los cuales 112 son estudiantes. Los alumnos externos son 600. Enseñan profesores insignes: Francisco Toledo, Ledesma, Juan de Mariana, Cristóbal Clavio y Juan Leunis, fundador de las Congregaciones marianas (hoy, Comunidades de Vida cristiana, CVX). Roberto Belarmino es un alumno excelente aunque su salud es endeble durante esos tres años. Su defensa final de la tesis de filosofía es brillante.

En 1563 es destinado al Colegio de Florencia para la experiencia de magisterio. Enseña retórica y predicación con mucho éxito debido a la profundidad de su conocimiento, a sus modos agradables de enseñar, y al respeto que muestra hacia los estudiantes. Este modo de ser con los alumnos, no fue del agrado de todos en Florencia. Al año siguiente, sus superiores lo trasladan a Mondovi, en el Piamonte, con los mismos cargos de profesor y predicador.

En 1567 empieza los estudios de la teología en la universidad de Padua. A los dos años, antes de terminar sus estudios, Francisco de Borja, nuevo general de la Compañía de Jesús, lo destina a Lovaina, donde el protestantismo está muy presente. Ni él mismo sabe por qué dice al llegar: "El P. General me ha enviado aquí para dos años, pero me voy a quedar siete". El hecho es que resultó profeta, pues, su permanencia en Lovaina dura siete años. Cuando Roberto Belarmino llega a Lovaina, en mayo de 1569, los estudiantes de la universidad son más de tres mil. Su Canciller, Miguel Bayo, sin llegar a propagar la herejía protestante, enseña doctrinas muy semejantes a las de Lutero y de Calvino.

Las conferencias del joven Belarmino comienzan a llamar la atención. El pueblo y los estudiantes acuden a la iglesia de San Miguel y se agolpan alrededor de su cátedra para escuchar sus sermones y enseñanzas. La serenidad y la erudición del joven predicador atraen a un numeroso grupo de oyentes de las ciudades vecinas. Algunos viajan desde desde Holanda e Inglaterra para escucharle. Las conversiones se multiplican y las vocaciones sacerdotales aumentan.


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