La literatura mandea muestra similitudes con la secta de los setianos, con los gnósticos de Baruc (citados por san Justino), con los naasenos (ofitas) y, sobre todo, con los marcosianos (todos sectas gnósticas). Eran similares en su doctrina a los maniqueos y unían elementos del pensamiento cristiano con las ideas gnósticas.
Los escritos principales de los mandeos son:
• El Tesoro de Ginza, llamado también El gran libro y, en Europa, Libro de Adán. Comprende dos partes principales: Ginza de derecha (compuesto por dieciocho opúsculos de mitología y cosmología) y Ginza de izquierda o Libro de las almas (que trata de la ascensión del alma al reino de la luz; sus himnos son recitados en la misa de difuntos o masiqta).
• El libro de Juan, o Libro de los ángeles: colección de 37 obras, de contenido principalmente mitológico, en el que destaca un opúsculo sobre Juan el Bautista y otro referente a la llegada de un mensajero celestial (Amos) a Jerusalén.
• Qolastä (=Antología), también llamado Cantos e himnos para el bautismo y la ascensión: un libro de himnos religiosos, cantos y oraciones acompañados de las instrucciones para los ceremoniales del bautismo y la misa de difuntos, dos de los ritos más importantes de esta religión.
Otros escritos importantes
• Los llamados Rollos secretos, publicados por E. S. Drower (Ciudad del Vaticano, 1950):
se trata de una descripción de la esfera demoníaca de los planetas
• El Diván de la gran revelación, llamado también The Haran Gawaita y El Bautismo de Hibil-Ziwa.
• Las Mil y doce cuestiones: compilación destinada a los religiosos y novicios.
• Un ritual para ordenación (o coronación) de sacerdotes.
• Un tratado de astrología
• Los rituales del bautismo y del matrimonio
• Comentarios nasoreanos: en dos partes: el Primer gran mundo y el Primer pequeño mundo.
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