La Iglesia celebra el 29 de septiembre a los siete Santos Arcángeles, pidiendo su intercesión para que Dios nos auxilie en las necesidades y sufrimientos que acechan el mundo actual.
A pesar de que solamente los nombres de tres ellos se conocen (San Miguel, San Gabriel y San Rafael), la tradición reconoce a los otros cuatro, cuyos nombres se encuentran escritos en el Libro de Esdras de la lectura rabínica, que no entra en el canon católico y no es doctrina de la Iglesia, aunque no por se les deja de invocar para el auxilio del Señor.
En el Libro de Tobías, tenemos la confirmación revelada de que los Santos Arcángeles son siete: “Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que tiene entrada a la gloria del Señor” (Tb 12:15).
San Miguel
El nombre de san Miguel significa “¿Quién como Dios?“. La tradición de la Iglesia le nombra como “príncipe de los espíritus celestiales” y “jefe de la milicia celestial“, por lo que se le suele representar vestido de guerrero o de centurión romano, poniendo su talón sobre la cabeza de Lucifer, a quien expulsó del Paraíso con su espada de fuego.
San Gabriel
El nombre de san Gabriel significa “El Señor es mi Fortaleza“. Este arcángel ha cumplido las funciones de mensajero del Señor, llevando algunos de los anuncios más importantes tanto a los profetas como a la Virgen María.
La misión de anunciar a la Virgen María el nacimiento del Salvador ha sido considerado el honor más alto de este embajador celestial. La representación de san Gabriel suele acompañar una azucena blanca, en recuerdo de aquella que regaló a la Madre de Dios simbolizando su pureza.
San Rafael
San Rafael significa “Sanación de Dios“. Como revela su nombre, a Rafael se le vincula con la curación del cuerpo y de las almas, por lo que se ha ganado el patronazgo de muchos hospitales, pero también de los que alejados de la Fe se reconcilian con el Señor. Esta función de sanador se revela en el Libro de Tobías, del Antiguo Testamento, en donde sana de un demonio a Sara con la hiel de un pescado. Debido a ésto, se suele representar en compañía de un pescado, así como con atuendo y bastón de peregrino.
Los otro cuatro arcángeles, de los siete que nos hablan varios libros de la Biblia, entre ellos el Apocalipsis, y cuyos nombres se encuentran en el Libro de Esdras (apócrifo), son los siguientes:
San Uriel
El nombre de Uriel significa “Fuego de Dios“. Su representación suele ir acompañada de una espada o antorcha de fuego, simbolizando el Fuego del Espíritu y la pasión por Nuestro Señor. San Uriel es quien expulsó a Adán y Eva del Paraíso por órdenes de Dios Padre.
San Baraquiel
Baraquiel, cuyo nombre significa “Bendición de Dios“, es tradicionalmente el arcángel que envía Nuestro Señor a los sacerdotes y matrimonios que batallan con su vocación. San Baraquiel es por tanto el “santo de la vocación cumplida“, ayudándonos a todos a mantenernos en la Fe y en el cumplimiento de la Voluntad de Dios. Por ello se le suele representar con una canasta de frutos, aludiendo a los frutos de la vocación y de la Fe.
San Jehudiel
El nombre de Jehudiel significa “Alabanza de Dios“. Tradicionalmente se le vincula a la lucha contra los celos y la envidia. La corona con la que se le representa a este arcángel es el símbolo del premio que recibiremos al alcanzar la Salvación, y el cual empequeñece cualquier bien o riqueza que podamos desear en la tierra.
San Saeltiel
A Saeltiel se le representa con las manos unidas en oración, y su nombre significa “Plegaria a Dios“. Su intervención está vinculada a combatir el pecado y las debilidades, como la falta de continencia, la gula y demás excesos, tanto la bebida como las drogas u otros vicios. Suele estar representado con un canasto del cual recoge flores que va tirando, simbolizando la esperanza y la vida colmada de virtudes.
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