domingo, 28 de septiembre de 2014

Ezequiel 18,25-28: "Comentáis: No es justo el proceder del Señor..."

Ezequiel 18,25-28
Domingo de la 26 Semana del Tiempo Ordinario A,

Así dice el Señor: «Comentáis: "No es justo el proceder del Señor". Escuchad, casa de Israel: ¿es injusto mi proceder?, ¿o no es vuestro proceder el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.»

26 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, Año A (Lecturas)

Ezequiel 18,25-28
Salmo 24,4bc-5.6-7.8-9:
Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna
Filipenses 2,1-11
Mateo 21,28-32

Ezequiel 18,25-28

Así dice el Señor: «Comentáis: "No es justo el proceder del Señor". Escuchad, casa de Israel: ¿es injusto mi proceder?, ¿o no es vuestro proceder el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.»

Salmo 24,4bc-5.6-7.8-9:
Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando.
R. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna

Recuerda, Señor,
que tu ternura y tu misericordia son eternas;
no te acuerdes de los pecados
ni de las maldades de mi juventud;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor.
R. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.
R. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna

Filipenses 2,1-11

Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obréis por rivalidad ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad siempre superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás. Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.


En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»
Contestaron: «El primero.»  Jesús les dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»


COMENTARIO:

viernes, 26 de septiembre de 2014

Lucas 9,44-45: Segundo anuncio de la pasión

Sábado de la 25 Semana del Tiempo Ordinario II (Lc 9,43b-45)

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: "Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres. Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto".

SÁBADO DE LA 25 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

Eclesiastés 11,9-12, 8
Salmo 89: Señor, tú has sido nuestro refugio 
de generación en generación
Lucas 9,43b-45

Eclesiastés 11,9-12, 8

Disfruta mientras eres muchacho y pásalo bien en la juventud; déjate llevar del corazón, de lo que atrae a los ojos; y sabe que Dios te llevará a juicio para dar cuenta de todo. Rechaza las penas del corazón y rehuye los dolores del cuerpo: niñez y juventud son efímeras. Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud, antes de que lleguen los días aciagos y alcances los años en que dirás: "No les saco gusto." Antes de que se oscurezca la luz del sol, la luna y las estrellas, y a la lluvia siga el nublado. Ese día temblarán los guardianes de casa y los robustos se encorvarán, las que muelen serán pocas y se pararán, las que miran por las ventanas se ofuscarán, las puertas de la calle se cerrarán y el ruido del molino se apagará, se debilitará el canto de los pájaros, las canciones se Irán callando, darán miedo las alturas y rondarán los terrores. Cuando florezca el almendro, y se arrastre la langosta, y no dé gusto la alcaparra, porque el hombre marcha a la morada eterna, y el cortejo fúnebre recorre las calles. Antes de que se rompa el hilo de planta, y se destroce la copa de oro, y se quiebre el cántaro en la fuente, y se raje la polea del pozo, y el polvo vuelva a la tierra que fue, y el espíritu vuelva a Dios, que lo dio. Vanidad de vanidades, dice Qohelet, todo es vanidad.

Salmo 89: Señor, tú has sido nuestro refugio 
de generación en generación

Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: "Retornad, hijos de Adán."
Mil años en tu presencia / son un ayer, que pasó;
una vela nocturna.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio 
de generación en generación

Los siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio 
de generación en generación

Enséñanos a calcular nuestros años
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio 
de generación en generación

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
R. Señor, tú has sido nuestro refugio 
de generación en generación

Lucas 9,43b-45

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: "Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres. Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto".

VIERNES DE LA 25 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

Eclesiastés 3,1-11
Salmo 143: Bendito el Señor, mi Roca
Lucas 9,18-22

Eclesiastés 3,1-11

Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar; tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar, tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar; tiempo de rasgar, tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de odiar; tiempo de guerra, tiempo de paz. ¿Qué saca el obrero de sus fatigas? Observé todas las tareas que Dios encomendó a los hombres para afligirlos: todo lo hizo hermoso en su sazón y dio al hombre el mundo para que pensara; pero el hombre no abarca las obras que hizo Dios desde el principio hasta el fin.

Salmo 143: Bendito el Señor, mi Roca

Bendito el Señor, mi Roca,
mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio.
R. Bendito el Señor, mi Roca

Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?;
¿qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa.
R. Bendito el Señor, mi Roca

Lucas 9,18-22

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos contestaron: "Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas". El les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Pedro tomó la palabra y dijo: "El Mesías de Dios". El les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar el tercer día".

miércoles, 24 de septiembre de 2014

MIÉRCOLES DE LA 25 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

Proverbios 30, 5-9
Salmo 118: Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor
Lucas 9,1-6

Proverbios 30,5-9

La palabra de Dios es acendrada, él es escudo para los que se refugian en él. No añadas nada a sus palabras, porque te replicará y quedarás por mentiroso. Dos cosas te he pedido; no me las niegues antes de morir: aleja de mí falsedad y mentira; no me des riqueza ni pobreza, concédeme mi ración de pan; no sea que me sacie y reniegue de ti, diciendo: "¿Quién es el Señor?"; no sea que, necesitando, robe y blasfeme el nombre de mi Dios.

Salmo 118: Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor

Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu voluntad.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor

Más estimo yo los preceptos de tu boca
que miles de monedas de oro y plata.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor

Tu palabra, Señor, es eterna,
más estable que el cielo.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor

Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor

Considero tus decretos,
y odio el camino de la mentira.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor

Detesto y aborrezco la mentira,
y amo tu voluntad.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor

Lucas 9,1-6

En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: "No llevéis nada para el camino: ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa". Ellos de pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.

martes, 23 de septiembre de 2014

Pquia. Santa María Goretti: Reunión de la Legión de María (20.9.2014)

Enlace al ARTÍCULO

Proverbios 21,1-6.10-13: "El corazón del rey es una acequia en manos de Dios, la dirige adonde quiere (...) Practicar el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios (...) Ojos altivos, mente ambiciosa, el pecado es el distintivo de los malvados (...) Afán del malvado es buscar el mal, no mira con piedad a su prójimo"

Proverbios 21,1-6.10-13
Martes de la Semana 25 del Tiempo Ordinario II,

El corazón del rey es una acequia en manos de Dios, la dirige adonde quiere. Al hombre le parece siempre recto su camino, pero es Dios quien pesa los corazones. Practicar el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios. Ojos altivos, mente ambiciosa, el pecado es el distintivo de los malvados. Los planes del diligente traen ganancia, los del atolondrado traen indigencia. Tesoros ganados por boca embustera son humo que se disipa y lazos mortales. Afán del malvado es buscar el mal, no mira con piedad a su prójimo. Cuando el cínico la paga, aprende el inexperto, pero el sensato aprende con la experiencia. El honrado observa cómo la casa del malvado precipita al malvado en la ruina. Quien cierra los oídos al clamor del necesitado no será escuchado cuando grite.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Los Sacramentos de la Familia: La oración de los fieles, por el P. José María Ira...

Los Sacramentos de la Familia: La oración de los fieles, por el P. José María Ira...: La Oración de los fieles en la Santa Misa es una gran Oración que el Concilio Vaticano II restableció «de acuerdo con la primitiva norma de...

El domingo 28 de septiembre el Papa convoca una jornada de oración por el Sínodo de la Familia


El domingo 28 de septiembre de 2014 estará dedicado en toda la Iglesia a la oración por la Tercera Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar el 5 de al 19 de octubre y tiene como tema: " Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización".

La Santa Sede insta a las Iglesias particulares, comunidades parroquiales, los institutos de vida consagrada, movimientos y asociaciones a orar en las celebraciones eucarísticas y otras celebraciones en los días de antes y durante el trabajo del Sínodo.

Los fieles pueden unirse a esta intención en su oración personal, especialmente en sus familias. Se recomienda a los fieles el rezo del Rosario por el trabajo del Sínodo.

Oración a la Santa Familia compuesta por el Papa Francisco para el Sínodo de los Obispos sobre la Familia:

Jesús, María y José
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.

Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret,
que el próximo Sínodo de los Obispos
haga tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica. Amén.

sábado, 20 de septiembre de 2014

¿Puede un laico bendecir?, por Jesús Luengo Mena

¿Puede un laico bendecir? La respuesta es sí. Ahora matizaremos.

En primer lugar, es evidente que hay bendiciones importantes, que afectan a la Iglesia local, que pertenecen al obispo. Son las bendiciones que afectan a la comunidad diocesana y se imparten con una solemnidad especial y gran concurrencia de pueblo (por ejemplo, bendición de iglesias).

A los presbíteros (y diáconos) les compete, sobre todo, aquellas bendiciones que afectan a la comunidad a la que prestan su servicio. Solo si el obispo está presente deben ceder la presidencia.

Los diáconos, en ausencia del obispo o del presbítero, también pueden bendecir en algunos casos.

Y ahora vamos con los laicos.

A los acólitos y lectores instituidos se les concede, con preferencia a cualquier otro laico, la facultad de impartir algunas bendiciones. También otros laicos, hombres o mujeres (religiosos, catequistas, padres) pueden impartir algunas bendiciones, eso sí, siempre en ausencia de un ministro ordenado.

Los laicos no bendicen a la manera de los ministros ordenados. Cuando "dirigen" o "guían" una celebración de la Palabra o una Asamblea dominical en ausencia del presbítero (o del diácono), no se dirigen a la Asamblea con el "vosotros", sino que se incluyen en la solicitud de bendición, ("sobre nosotros"), santiguándose y diciendo: "El Señor nos bendiga y nos guarde..." sin hacer al señal de la cruz sobre la asamblea.

Y así en las numerosas bendiciones del Bendicional sobre personas o sobre objetos. Tampoco utilizan la fórmula bíblica "El Señor esté con vosotros"., ya que la respuesta "Y con tu espíritu" alude a la imposición de las manos que ha constituido una persona en ministro ordenado.

La colaboración de los laicos en el ministerio de los sacerdotes precisa el vocabulario exacto que se debe utilizar, respondiendo a la necesidad de aclarar y distinguir las diversas acepciones que el término "ministerio" ha asumido en el lenguaje teológico y canónico.

Los ministerios que se confían como suplencia a los laicos no hacen de ellos "ministros ordinarios", ni confieren parte del ministerio de la Ordenación. Se trata de una delegación temporal para realizar servicios que no necesitan del sacramento del Orden, pero sí son una expresión -entre otras- del "sacerdocio bautismal".

En el libro del Bendicional figura, antes de cada bendición y su rito, los ministros que pueden impartirla.

Algunas generalidades sobre las bendiciones

* Como norma, las bendiciones no deben hacerse sin presencia de, al menos, algún fiel.

* Debe catequizarse con claridad el sentido de la bendición, para evitar caer en elementos de vana credulidad o superstición. La bendición de los objetos no les otorga ningún poder extraordinario ni les cambia su sustancia. Es mejor hablar de objetos bendecidos que benditos y distinguir entre objetos bendecidos (una casa o un rosario, por ejemplo) o sagrados (un cáliz o patena).

* Los signos que se emplean son: extensión, elevación o unión de las manos; imposición de las manos; señal de la cruz; aspersión de agua bendita e incensación.

* Las vestiduras litúrgicas a usar serán, para los ministros ordenado, alba y estola. En algún caso muy solemne, capa pluvial. El color será blanco o el del tiempo o fiesta litúrgica. Si es ministro instituido, alba.

¿Puede un laico bendecir a otra persona?

Los sacramentales son "signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida" -Catecismo #1667; Cf. Ley Canónica (Canon 1166).

La bendición es un sacramental, ocurre con frecuencia en la Biblia y tiene varios significados:

Significa alabar a Dios; desear el bien a una persona; dedicar una persona o cosa al servicio de Dios.

En la liturgia, la bendición es un ritual por el cual un ministro ordenado santifica a personas o cosas para el servicio divino o invoca el favor divino.

1. Como sinónimo de alabar. Cf. Salmo 33, 1
2. Expresa el deseo de bienestar espiritual. Cf. Salmo 127, 2.
3. La santificación o dedicación de persona o cosa. Cf. Mateo 26, 26.

El Génesis narra que Dios, al completar cada día de la creación, la bendijo (Cf. Gen 1-2). Cuando Noé salió del Arca, recibió la bendición de Dios (Cf. Gen 9,1). En el tiempo del los patriarcas, la cabeza de cada tribu y familia bendecía. Dios ordenaba a los sacerdotes a bendecir al pueblo (Num 6, 23-26). Jesucristo y los Apóstoles bendecían, por lo que la práctica pasó a la Iglesia como el mayor de los sacramentales.

- La Bendición en el Catecismo de la Iglesia Católica

1078. Bendecir es una acción divina que da la vida y cuya fuente es el Padre. Su bendición es a la vez palabra y don («bene-dictio», «eu-logia»). Aplicado al hombre, este término significa la adoración y la entrega a su Creador en la acción de gracias.

1079. Desde el comienzo y hasta la consumación de los tiempos, toda la obra de Dios es bendición. Desde el poema litúrgico de la primera creación hasta los cánticos de la Jerusalén celestial, los autores inspirados anuncian el designio de salvación como una inmensa bendición divina.

1669. Los sacramentales proceden del sacerdocio bautismal: todo bautizado es llamado a ser una «bendición» (cf Gn 12,2) y a bendecir (cf Lc 6,28; Rm 12,14; 1 P 3,9). Por eso los laicos pueden presidir ciertas bendiciones (cf SC 79; CIC can. 1168); la presidencia de una bendición se reserva al ministerio ordenado (obispos, presbíteros o diáconos, cf. De benedictionibus, 16,18), en la medida en que dicha bendición afecte más a la vida eclesial y sacramental. CIC 1168 Es ministro de los sacramentales el clérigo provisto de la debida potestad; pero, según lo establecido en los libros litúrgicos y a juicio del Ordinario, algunos sacramentales pueden ser administrados también por laicos que posean las debidas cualidades.

1671. Entre los sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares). Toda bendición es alabanza de Dios y oración para obtener sus dones. En Cristo, los cristianos son bendecidos por Dios Padre "con toda clase de bendiciones espirituales" (Ef 1:3). Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de Jesús y haciendo habitualmente la señal santa de la cruz de Cristo.

En tu caso (y el mío, yo también soy laico) sólo podemos bendecir como el punto 2, "deseo de bienestar espiritual. ¿Cómo lo puedes hacer? Con palabras: "Que Dios te bendiga" como bien lo dice en Catecismo 1671.

¿Es adecuado para una persona no ordenada en el sacerdocio ministerial, bendecir en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en público y en voz alta? y suponiendo que no sea tan adecuado ¿le es lícito litúrgicamente?

Cualquier acción que confunda los roles de los laicos con aquellos de los sacerdotes (y/o diáconos) se debe evitar. Aunque es verdad que cualquiera puede pedir a Dios que bendiga a alguien, y los padres bendicen a sus hijos, los laicos no pueden bendecir al modo de los sacerdotes.

Eso me hace acordar de las ocasiones aquellas en que los fieles pasan a comulgar y a veces llevan niños pequeños, al momento de recibir la comunión de uno de los Ministros Extraordinarios de la Comunión (no de la Eucaristía), estos (los ministros) dan la bendición a los niños, cosa que no se puede hacer por lo anteriormente anotado. Al respecto recientemente la SCCDDS aclaró en Nov-22-2008 que esa práctica está explicitamente reprobada.

En lo que respecta a hacer bendiciones de lugares u objetos con la formula trinitaria, eso sí le está permitido a un laico siempre y cuando esté delegado por un parroco y en circunstancias especiales y no rutinariamente. por su cuenta propia no debería.

Incluso los laicos puedes hasta bendecir matrimonios en circunstancias muy particulares de ausencia de presbíteros y con licencia del obispo o de la conferencia. pero en lo que respecta a las bendiciones. el derecho canónico dice:

1168 Es ministro de los sacramentales el clérigo provisto de la debida potestad; pero, según lo establecido en los libros litúrgicos y a juicio del Ordinario, algunos sacramentales pueden ser administrados también por laicos que posean las debidas cualidades.

Las bendiciones son sacramentales y como dice la cita anterior, si los libros litúrgicos la permiten lo puede hacer un laico.

¿Cuáles serían las debidas cualidades para que un laico pueda pedir que Dios bendiga un objeto en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo? 

Las cualidades serían que sea un hombre de fe recta, de vida sacramental, comprometido en alguna labor en la iglesia y que esté bien formado.

¿Pueden los laicos bendecir? Por el P. Fabián Castro

El Bendicional trae muchos ritos de bendición, agrupados en cinco capítulos. Les pongo los títulos simplemente para que puedan observar la riqueza que tenemos:

1.  Bendiciones que se refieren directamente a las personas

2.  Bendiciones que atañen a las construcciones y a las diversas actividades de los cristianos

3.  Bendición de las cosas que en las Iglesias se destinan al uso litúrgico o a las prácticas de devoción

4.  Bendición de ciertos objetos de devoción del pueblo cristiano

5.  Bendiciones para diversas circunstancias

Detengámonos ahora en algunos tipos de bendiciones que pueden (¿y deben?) hacer los laicos.

- Bendición de los hijos (y ahijados): 

Yo los enseño a los padres/padrinos que pueden y deben bendecir a sus hijos/ahijados luego de que le hacen la señal de la cruz en la cabecita como signo de bienvenida a la comunidad cristiana. Aprovecho este signo para decirle que cada día lo pueden transformar en un gesto que llena de Dios a los niños simplemente con hacerles el gesto de la cruz deseando la presencia del Señor: y si se animan, que les digan “Dios te haga santo, hijo”.

Bendición de los alimentos: 

- Qué lindo es comer cada día como creyente, es decir, agradeciendo y bendiciendo los alimentos que tenemos en la mesa en ese momento.

- Bendición de los enfermos: 

Los laicos lo pueden hacer utilizando como signo la señal de la cruz en la frente del enfermo (312). Para que no piensen que es cosa mía, les transcribo lo que dice el Ritual:

“El rito que aquí se describe puede utilizarlo el sacerdote, el diácono y también el laico, con los ritos y preces previstos para el laico; todos estos, respetando la estructura y los principales elementos del rito, adaptarán la celebración a las circunstancias concretas de los enfermos y del lugar.” (295)

- Bendición de los instrumentos de trabajo: 

- También el laico lo puede hacer con una oración y el rocío del agua bendita sobre ellos. ¡Qué bueno sería que el trabajo sea santificado de esta manera concreta!

- Bendición de los animales: si. 

Para que veamos que es posible, les transcribo lo que dice el ritual:

“Puesto que muchos animales, según los designios de la divina providencia del Creador, comparten en cierto modo la vida del hombre, por cuanto le sirven de ayuda en su trabajo, o le proporcionan alimento y compañía, nada impide que, en determinadas ocasiones, por ejemplo en la fiesta de algún santo, se conserve la costumbre de invocar sobre ellos la bendición de Dios. Este rito pueden utilizarlo el sacerdote, el diácono, y también el laico, con los ritos y fórmulas previstos para él.” (802/3)

Fuente: http://padrefabian.com.ar/

La bendición de los objetos destinados a ejercitar la piedad y la devoción, por Jesús Luego Mena

Para la bendición de objetos destinados a ejercitar la piedad y devoción existe un rito concreto, dentro del Bendicional.

Los objetos a los que nos referimos son: las medallas, las cruces, las imágenes que no han de estar expuestas en lugares sagrados (por ejemplo, una imagen o cuadro que tengamos en casa), los rosarios, los escapularios, las coronas y, en definitiva, objetos similares que se usen para la práctica de ejercicios piadosos.

Estos objetos deben ser bendecidos por el sacerdote o el diácono, por lo que no pueden bendecir estos objetos un laico. Asimismo, este rito debe hacerse fuera de la misa.

¿Y las medallas que los hermanos reciben, una vez bendecidas, cuando juran las reglas de su hermandad? Pues es obvio que también debe ser fuera de la misa, por lo que en un próximo artículo comentaremos la costumbre, no litúrgica, de la ceremonia de recibimiento de nuevos hermanos (jura de nuevos hermanos, popularmente hablando) que muchas hermandades realizan dentro de la celebración eucarística.

De entrada, adelantamos que todo no cabe dentro de la misa, solo algunos ritos. Hay bendiciones que sí se pueden hacer dentro de la misa, como por ejemplo la bendición de una familia o de los esposos, de los catequistas, de un cáliz, de una patena, etc.

Principalmente en los santuarios o lugares de peregrinación que se distinguen por la afluencia de fieles, esta bendición de objetos piadosos suele efectuarse en una celebración común y puede incluirse de modo conveniente en las celebraciones que tienen lugar para los peregrinos.

Si la bendición se celebra para un solo objeto, el ministro puede emplear un rito breve.

La estructura del rito largo (de esta y de las demás bendiciones) consiste en unos ritos iniciales, una Liturgia de la Palabra, con salmo y oración de los fieles y la oración de bendición, finalizando con una conclusión.

El rito breve es, prácticamente, la oración de bendición.

ORACIÓN DE BENDICIÓN

(El celebrante la pronuncia con las manos extendidas)

Bendito seas, Señor,
fuente y origen de toda bendición,
que te complaces en la piedad sincera de tus fieles;
te pedimos que atiendas a los deseos de tus servidores
y les concedas que,
llevando consigo estos signos de fe y de piedad,
se esfuercen por irse transformando en la imagen de tu Hijo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Fuente: http://la-liturgia.blogspot.com

viernes, 19 de septiembre de 2014

1 Corintios 15,12-20: Resurrección y transformación, por el Papa Francisco

1 Corintios 15,12-20   

Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que dice alguno de vosotros que lo muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo. Además, como testigos de Dios, resultamos unos embusteros, porque en nuestro testimonio le atribuimos falsamente haber resucitado a Cristo, cosa que no ha hecho, si es verdad que los muertos no resucitan. Porque, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís con vuestros pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido. Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.

— Comentario por el papa Francisco

El recorrido del cristiano se cumple en la resurrección. Con estas palabras se ha dirigido el santo padre Francisco a los fieles esta mañana en la homilía de Santa Marta. Comentando las palabras de la primera lectura de san Pablo a los corintios, el Papa ha subrayado que los cristianos parecen tener dificultad en creer en la transformación después de la muerte.

De este modo, el Pontífice ha centrado su reflexión de este viernes en la primera lectura, en la que san Pablo habla de la resurrección.

Francisco ha recordado que los corintios creían que "Cristo ha resucitado" y "nos ayuda desde el Cielo" pero no estaba claro para ellos que "también nosotros resucitaremos".

Asimismo ha explicado que ellos pensaban de otra forma: "sí, los muertos están justificados, no irán al infierno, ¡muy bonito! pero irán un poco al cosmos, en el aire, allí, el alma delante de Dios, solamente el alma".

Por otro lado, ha señalado que también san Pedro "la mañana de la resurrección fue rápido al sepulcro y pensaba que lo habían robado".

Al igual que María Magdalena. "No entraba en su cabeza una resurrección real", ha advertido el Papa. Ellos "no conseguían entender ese paso nuestro de la muerte a la vida" a través de la resurrección, ha explicado.

Y así, Francisco ha indicado que finalmente "han aceptado la de Jesús porque la han visto", pero "la de los cristianos no era entendida así".

A propósito, el Pontífice ha recordado que cuando san Pablo fue a Atenas y comenzó a hablar de la resurrección de Cristo, los griegos sabios y filósofos se asustaban.

Y así lo ha explicado el Papa: "Pero la resurrección de los cristianos es un escándalo, no pueden entenderlo. Y por esto Pablo hace este razonamiento, razona así, muy claro: ´Si Cristo ha resucitado, ¿cómo pueden decir algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos? Si Cristo ha resucitado, también los muertos resucitarán´. Hay una resistencia a la transformación, la resistencia a que la obra del Espíritu que hemos recibido en el Bautismo nos transforme hasta el final, en la resurrección. Y cuando nosotros hablamos de esto, nuestro lenguaje dice: ´Pero, yo quiero ir al Cielo, no quiero ir al infierno´, y nos detenemos aquí. Ninguno de nosotros dice: ´Yo resucitaré como Cristo´: no. También para nosotros es difícil entender esto".

Al respecto ha observado que "es más fácil pensar en un panteísmo cósmico". Y esto porque "existe la resistencia a ser transformados, que es la palabra que usa Pablo: ´Seremos transformados. Nuestro cuerpo será transformado´".

Francisco ha explicado que "cuando un hombre y una mujer deben someterse a una operación quirúrgica tienen mucho miedo porque le quitarán algo o le pondrán otra cosa... será transformado, por así decir". Y ha añadido que "con la resurrección, todo seremos transformados".

El Pontífice lo ha precisado de la siguiente manera: "Este es el futuro que nos espera y este es el hecho que nos lleva a poner tanta resistencia: resistencia a la transformación de nuestro cuerpo. También resistencia a la identidad cristiana. Diré más: quizá no tenemos tanto miedo a la apocalipsis del maligno, del anticristo que debe venir antes. Quizá no tenemos tanto miedo de la voz del arcángel o del sonar de la trompeta: será la victoria del Señor. Tenemos miedo de nuestra resurrección: todos nosotros seremos transformados. Será el final de nuestro recorrido cristiano, el de la transformación".

Para continuar con la homilía, Francisco ha observado que "esta tentación de no creer en la resurrección de los muertos ha nacido en los primeros días de la Iglesia".

Y cuando Pablo tuvo que hablar de esto a los tesalonicenses, "al final, para consolarles, para animarles, dice una de las frases más llena de esperanza que hay en el Nuevo Testamento, y dice así: ´a final, estaremos con Él´". Por ello, el Pontífice ha añadido que esta es la identidad cristiana: "Estar con el Señor. Así, con nuestro cuerpo y nuestra alma". Así, "resucitaremos para estar con el Señor, y la resurrección comienza aquí, como discípulos, si nosotros estamos con el Señor, si caminamos con el Señor". El Papa ha precisado que este "es el camino hacia la resurrección. Y si estamos acostumbrados a estar con el Señor, este miedo de la transformación de nuestros cuerpo se aleja".

En la conclusión de la homilía, el Santo Padre ha afirmado que la resurrección será como un despertar. Jacob nos dice: "yo lo veré con mis ojos", precisando que "no espiritualmente, no, con mi cuerpo, con mis ojos transformados". Además, ha advertido que "la identidad cristiana no termina con un triunfo temporal, no termina con una bonita misión", la identidad cristiana se cumple "con la resurrección de nuestros cuerpos, con nuestra resurrección".

Para finalizar, el Pontífice ha añadido que "allí está el final, para saciarnos de la imagen del Señor. La identidad cristiana es un camino, es un camino donde se está con el Señor; como esos dos discípulos que ´estuvieron con el Señor´ todo esa tarde. También toda nuestra vida está llamada a estar con el Señor para --al final, después de la voz del arcángel, después del sonar de la trompeta-- permanecer, y estar con el Señor".

jueves, 18 de septiembre de 2014

JUEVES DE LA 24 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

1 Corintios 15,1-11
Salmo 117: Dad gracias al Señor porque es bueno
Lucas 7, 36-50

1 Corintios 15,1-11

Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado vuestra adhesión a la fe. Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí. Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído.

Salmo 117: Dad gracias al Señor porque es bueno

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
R. Dad gracias al Señor porque es bueno

"La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa."
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
R. Dad gracias al Señor porque es bueno

Tú eres mi Dios, te doy gracias;
Dios mío, yo te ensalzo.
R. Dad gracias al Señor porque es bueno

Lucas 7,36-50

En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás, junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: "Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora". Jesús tomó la palabra y le dijo: "Simón, tengo algo que decirte". El respondió: "Dímelo, maestro". Jesús le dijo: "Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?". Simón contestó: "Supongo que aquel a quien le perdonó más". Jesús le dijo: "Has juzgado rectamente". Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo: sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor, pero al que poco se le perdona, poco ama". Y a ella le dijo: "Tus pecados están perdonados". Los demás convidados empezaron a decir entre sí: "¿Quién es esté, que hasta perdona pecados?" Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz".

martes, 16 de septiembre de 2014

MARTES DE LA 24 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

1 Corintios 12, 12-14. 27-31a
Salmo 99: Somos un pueblo y ovejas de su rebaño
Lucas 7,11-17

1 Corintios 12, 12-14. 27-31a

Hermanos: Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo. Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas, el don de interpretarlas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan? Ambicionad los carismas mejores.

Salmo 99: Somos un pueblo y ovejas de su rebaño

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.
R. Somos un pueblo y ovejas de su rebaño

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
R. Somos un pueblo y ovejas de su rebaño

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre.
R. Somos un pueblo y ovejas de su rebaño

"El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades."
R. Somos un pueblo y ovejas de su rebaño

Lucas 7,11-17

En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: "No llores." Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: "¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!" El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: "Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo;" La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Juan 19,25-27: "En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo." Luego, dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre." Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa".

15 de septiembre: NTRA. SRA. DE LOS DOLORES (Lecturas)

Hebreos 5,7-9
Salmo 30: Sálvame, Señor, por tu misericordia
Juan 19,25-27

Hebreos 5,7-9

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

Salmo 30: Sálvame, Señor, por tu misericordia

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí.
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia

Ven aprisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame.
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia

Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia

Pero yo confío en ti, Señor,
te digo: "Tú eres mi Dios."
En tus manos están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen.
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia

Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos.
R. Sálvame, Señor, por tu misericordia

Juan 19,25-27

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo." Luego, dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre." Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿Para cuándo iglesias portaaviones?, por José Alberto Barrera


Doug Spada, fundador de Worklife, una organización cristiana que promueve la vivencia de la fe en el trabajo secular, describe un nuevo paradigma de iglesias consistente en pasar de ser cruceros a portaaviones.

La idea es simple, estamos acostumbrados a las iglesias crucero, en donde la gente viene a recibir, pero la verdadera esencia de la iglesia es salir, por lo que la cuestión es si somos capaces de cambiar y convertirnos en portaaviones.

Dicho de otra manera, una conversión pastoral como la que nos pide la Iglesia en este momento, requiere de un cambio de paradigma.

¿Cuál ha sido el paradigma reinante hasta hace nada? : pues que la iglesia existe para santificar. Como me decía un vicario general: a mi me educaron para santificar, no para evangelizar.

Bajo este modelo la mejor de las parroquias es la que más gente acomoda un domingo, y la mejor de las experiencias religiosas es la que sucede cuando todo el mundo se dedica a rezar.  Pero como dice por activa y por pasiva Rick Warren, el éxito de una iglesia se mide no por la gente que acomoda el domingo, sino por la gente que envía.

En el pasado Sínodo para la Nueva Evangelización, el cual el papa Benedicto XVI abrió con una homilía en la que afirmó el retorno al paradigma primigenio: “la iglesia existe para evangelizar”, se pudo observar la convivencia de estos dos paradigmas en la Iglesia.

Para algunos padres sinodales la Nueva Evangelización era simplemente santificar más y mejor, abrir más las iglesias, confesar más, decir más misas, etc,etc. Es normal que la gente opere bajo los parámetros en los que ha sido educada, y escuchando cosas así yo me pregunto hasta qué edad puede uno cambiar de paradigma en esta vida. A mi me gustaría conservar la frescura siempre y no ser esclavo de mi propio carisma, de mi formación, o de mis costumbres, para llegado el momento poder seguir adaptándome al cambio constante que pide Dios (“he aquí que hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,15)

¿En qué consiste el cambio de paradigma entonces?

El papa Francisco habla de una iglesia en salida, una iglesia en las periferias, una conversión pastoral...yo creo que no hemos asimilado todavía ni el 10% de lo que conlleva un cambio así. El paradigma es pasar de una iglesia de llegada, a una de salida. El paradigma es la evangelización.

Si asimiláramos lo que significa una iglesia en salida empezaríamos a cerrar parroquias, liberar sacerdotes de la santificación para que se dediquen a la evangelización, promover piedras vivas en vez de edificios, liberar laicos y discipular conversos.

Hay diócesis que ya lo hacen, pero es muy diferente hacerlo por necesidad, por la fuerza de los hechos cuando viene la insostenibilidad humana o económica, que hacerlo porque tenemos visión de conjunto.

Uno no construye un portaaviones con los restos de un crucero desarbolado y sin apenas tripulación cuando ya se ha quedado sin gente. Para hacer un gran buque hacen falta planes, hacen falta obreros, hace falta inversión. Hay que formar gente que sepa hacer algo distinto a navegar, hay que traer gente de otras ramas del ejército como son los pilotos de avión que en principio no estaban diseñados para estar en el mar. Hay que pensar en soluciones nuevas, protagonistas nuevos, y entender que el portaaviones está en función de salir fuera porque su razón de ser es convertirse en una base flotante que responda con movilidad a las cambiantes necesidades estratégicas.

Los portaaviones son una inversión a medio y largo plazo, y no simplemente una operación de maquillaje de un crucero a corto plazo. Porque el crucero ni tiene la eslora, ni la capacidad, y por más que queramos reconvertir a la Nueva Evangelización estructuras caducas que no fueron diseñadas para ella sino para santificar, aunque la mona se vista de seda, en mona se queda.

La idea de un nuevo paradigma es de lo más sugerente, porque nos da la clave explicativa necesaria a nivel de visión para realizar los cambios consecuentes. Como dice la Escritura “donde no hay visión, el pueblo perece” (Prob. 29,18). 

Cuanto antes entendamos que el Papa que tenemos no es una improvisación, sino que es la culminación de un cambio de paradigma que se remonta a la Lumen Gentium y tiene como carta magna la Evangelli Nuntiandii, más pronto podremos pasar del paradigma a sus consecuencias y entender que una iglesia en salida no es simplemente salir de excursión del crucero a pescar más pasajeros.

Cada vez me convenzo más de que el mayor enemigo de la evangelización somos nosotros mismos. Ni la agresiva cultura secular, ni la persecución, ni la falta de recursos. Es nuestra propia cortedad de miras, la falta de radicalidad y consecuencia, la simple falta de escucha de lo que la Iglesia está diciendo.

Somos como esas señoras que lo acumulan todo, no queremos descartar nada, y no somos capaces de entender lo que el cambio de paradigma nos propone porque simplemente estamos demasiado ocupados haciendo mil cosas que objetivamente no evangelizan. Y vaya si nos duelen prendas a la hora de deshacernos de ellas. Nos dan insatisfacción, pero no somos capaces de tirarlas por la borda.

Hay gente meritoria, sí, que empieza a operar un crucero con mentalidad de portaaviones. Hacen sus dos o tres excursiones evangelizadoras, pero esencialmente siguen trabajando para un crucero. Es verdad que no es culpa de ellos, muchas veces es dónde les han puesto, y no está en su mano vender diez cruceros y comprarse un portaaviones nuevo. Pero eso no les exime de la responsabilidad de hacer ver a sus superiores que no están trabajando en el paradigma adecuado, el que les pide la superioridad más alta.

En fin…¿para cuándo parroquias portaaviones? ¿Para cuando una pastoral bajo un paradigma postmoderno y a la vez eterno? ¿Cuándo empezaremos a valorar las parroquias por la gente que envían, no por la gente que acomodan? ¿Cuándo y cómo veremos la Nueva Evangelización despegar como un proyecto sólido a medio plazo que dé los pasos necesarios y no como una operación “vamos todos a la calle” de una tarde al mes?

Ha llovido mucho desde el sueño de don Bosco sobre la nave de la iglesia...si tuviéramos mil don boscos hoy en día, ¿qué tipo de barco sería aquel con el que soñarían para representar la nave de la Iglesia?

Fuente: comunionenlibertad.com

domingo, 7 de septiembre de 2014

Romanos 13,8-10: "El que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley"

Romanos 13,8-10
Domingo de la 23 Semana del Tiempo Ordinario A,

A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el «no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás» y los demás mandamientos que haya, se resumen en esta frase: «Amarás a tu prójimo como a tí mismo.» Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera.

sábado, 6 de septiembre de 2014

1 Corintios 4,6b-15: Situación de los ministros de Cristo

1 Corintios 4,6b-15
Sábado de la 22 Semana del Tiempo Ordinario, Año II,

Hermanos: En el caso de Apolo y de mí aprended aquello de "no saltarse el reglamento" y no os engriáis en uno a costa del otro. A ver, ¿quién te hace tan importante? ¿Tienes algo que no hayas recibido? Y, si lo has recibido, ¿a qué tanto orgullo, como si nadie te lo hubiera dado? Ya tenéis todo lo que ansiabais, ya sois ricos, habéis conseguido un reino sin nosotros. ¿Qué más quisiera yo? Así reinaríamos juntos. Por lo que veo, a nosotros, los apóstoles, Dios nos coloca los últimos; parecemos condenados a muerte, dados en espectáculo público para ángeles y hombres. Nosotros, unos necios por Cristo, vosotros, ¡qué sensatos en Cristo! Nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros célebres, nosotros despreciados; hasta ahora hemos pasado hambre y sed y falta de ropa; recibimos bofetadas, no tenemos domicilio, nos agotamos trabajando con nuestras propias manos; nos insultan, y les deseamos bendiciones; nos persiguen, y aguantamos; nos calumnien, y respondemos con buenos modos; nos tratan como a la basura del mundo, el deshecho de la humanidad, y así hasta el día de hoy. No os escribo esto para avergonzaros, sino para haceros recapacitar, porque os quiero como a hijos; porque tendréis mil tutores en Cristo, pero padres no tenéis muchos; por medio del Evangelio soy yo quien os ha engendrado para Cristo Jesús.

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En preparación   

viernes, 5 de septiembre de 2014

"Ora como si todo depende de Dios y trabaja como si todo depende de ti" San Agustín (354-430)


Para renovar las parroquias: expulsar okupas y crear expectativas altas, por el P. Mallon


— Una perspectiva global y parroquial

Mallon es un pastor con una perspectiva peculiar para la renovación espiritual y pastoral de las parroquias. Es miembro de la directiva internacional de Cursos Alpha, asesor de la Renovación Carismática en Canadá, presentador televisivo en la EWTN, director de pastoral vocacional de su diócesis y miembro de su consejo presbiteral, ha elaborado un curso para recién convertidos llamado Cristianismo 2.0 y ha puesto en marcha una parroquia casi desde cero, Saint Benedict en Halifax (www.saintbenedict.ca), donde la Nueva Evangelización es la “meta y ADN de todo lo que se hace”.

— Tres ideas clave: evangelizar es hacer discípulos

Mallon trajo varias ideas clave para todos aquellos interesados en que la Iglesia sea evangelizadora:

1- La Iglesia es para evangelizar: esa es su identidad; si hay cosas en una parroquia o comunidad que dificultan que sea evangelizadora, deben quitarse. Tener claro que la identidad es evangelizar ayuda a tomar decisiones difíciles (como expulsar grupos que ocupan locales parroquiales y no sirven a la evangelización)

2- La misión de la Iglesia es “id y haced discípulos”; para hacer discípulos, se necesitan líderes, que deben ser discipulados.

3- Para conseguir líderes y discípulos hay que cambiar estructuras: realizar toda una conversión pastoral. Es posible sólo teniendo clara la identidad de la iglesia.

“He sido cura durante 17 años y párroco durante 14 años. Quiero ver renovación no solo en la Iglesia en general sino en nuestras parroquias, que la vida de fe que vemos a menudo en los movimientos se vea en las parroquias. Durante 14 años de párroco trabajé por eso y cometí muchos errores y aprendí cosas”, explicó en el ENE.

Hace 4 años a Mallon se le encargó la parroquia de Saint Benedict, que aún estaba a medio construir, y reunía la feligresía de otras tres parroquias que se cerraban. El cura escocés pidió permiso al obispo para hacer “un laboratorio pastoral”. El obispo le dijo: “pónmelo por escrito”. Lo leyó, dijo sí… y empezó la experiencia.

— Con identidad clara: expulsar a los okupas

En la experiencia de Mallon de haber intentado renovar parroquias antes, uno de los grandes problemas era la falta de identidad evangelizadora: pasó por 3 parroquias, y todas ellas tenían los locales tan ocupados con actividades no evangelizadoras –scouts poco católicos, ligas de jugadores de cartas que no iban a misa, deportes- que no se podían realizar las actividades necesarias para evangelizar, de primer anuncio (como Cursos Alpha) o de discipulado.

Al principio, Mallon era renuente a expulsar estas actividades de los locales, pero después reflexionó sobre la expulsión de los mercaderes del Templo. Recordó que Dios había dado un mandato: “Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos”… pero en el Templo de Jerusalén no podían entrar todos los pueblos, excepto al atrio de los gentiles, donde no se podía orar porque estaba lleno de mercaderes, animales, cosas mundanas…

— Cuatro mandatos de Cristo Resucitado

Jesús resucitado manda 4 cosas a sus discípulos: “Id, haced discípulos, bautizad, enseñad”. De estas cuatro cosas, dice Mallon, la central, incluso gramaticalmente, es “Haced discípulos”. “Sí que vamos, enseñamos y bautizamos… pero damos poco fruto porque no hacemos discípulos”.

Para él, el ciclo “virtuoso”, marcado por Jesús y eficaz en la práctica es:

1º- Hacer discípulos (cristianos a los pies de su Maestro)
2º- Ellos renuevan la Iglesia (cambiando las estructuras necesarias)
3º- Eso genera misioneros y apóstoles
4º- Los misioneros salen a evangelizar y generan discípulos…

“A dos minutos caminando desde mi casa en Halifax está el cementerio donde enterraron las víctimas del Titanic", explicó el párroco. "Del Titanic bajaron 18 barcas… con 472 espacios sin utilizar, barcas de rescate medio vacias. Quedaron 1.500 personas flotando en el agua, que tardaron 5 minutos en morir de hipotermia, pero los de las lanchas de rescate no hicieron nada por recogerlos. La Iglesia no es el Titanic, la Iglesia es las barcas de rescate. Si llega alguien nadando le dejamos subir, pero eso no basta, porque Jesús nos manda “ir”.

— Contra el minimalismo y el clericalismo

Para Mallon, la herejía del pelagianismo hoy se concreta en la cultura católica del “cumplir”, que es un “cumplir lo mínimo” y pensar que eso salva. Es toda una cultura del minimalismo “que es lo que mata a nuestra iglesia”. Por el contrario la Biblia pide un amor apasionado y desmedido entre Dios y su Esposa, Dios y los hombres: “Yo soy tuyo y tú eres mío”, citó.

Otro problema que señala es el clericalismo, que define como “la apropiación por parte del clero de lo que es propio de todos los bautizados”, como por ejemplo evangelizar, la llamada universal a la misión y a la santidad.

“El clericalismo aísla al clero y deja inmaduro al laicado”, denuncia Mallon. “Un buen padre desea hijos maduros. Y un clero aislado cae con facilidad en la soledad y el abuso de poder, algo que está en la raíz de muchos abusos”.

— 10 valores que cambian la parroquia

Con estas bases, Mallon planteó 10 valores para renovar las parroquias

1- El fin de semana debe ser prioritario: “hagamos que el fin de semana sea la mejor experiencia para nuestros fieles”… hasta desbancar a otras propuestas.

2- Hospitalidad y acogida: absolutamente esencial

3- Música que eleve: sea tradicional o moderna, ha de elevar el alma

4- Homilías transformadoras: que no sean solo informativas

5- Que la comunidad sea real, significativa: los feligreses han de conocer a los miembros de su comunidad, tratarse con ellos, verlos importantes… eso se suele conseguir con grupos pequeños

6- Que cada feligrés sepa lo que la parroquia espera de él: “en las organizaciones sanas cada uno sabe lo que se espera de él”

7- Detectar las fortalezas y talentos y usarlos: en vez de detectar agujeros en la estructura y llenarlos (“necesito a cualquier para hacer catequesis de niños”), se ha de detectar las capacidades de la gente y ponerlas a rendir para el Reino de Dios.

8- Usar comunidades pequeñas; cuanto más grande eres, más pequeño necesitas ser: en el caso real de Saint Benedict “tenemos 250 parroquianos en grupos que se reúnen en casas”.

9- Experiencia del Espíritu Santo: cultivar sin miedo sus dones y carismas

10- Cultura del invitar: “si los parroquianos ya están realizando los otros 9 puntos, este les saldrá de forma natural”, comenta Mallon.

— Hablando con sacerdotes

Mallon dio más detalles en un encuentro especial en el ENE orientado para sacerdotes. Ante unos 30 sacerdotes, Mallon explicó que el Documento de Aparecida, redactado por Jorge Mario Bergoglio y que debe orientar la evangelización y prioridades de la Iglesia en América, y perfectamente aplicable a Europa, llama a una “conversión pastoral” y usa 121 veces el concepto “discípulos misioneros”.

“En Aparecida por primera vez en la Iglesia se desarrolla un plan pastoral usando investigaciones y estudios que analizan por qué los católicos dejan la Iglesia y se van a los evangélicos y otros grupos religiosos. Lo explica en los párrafos 225-226”.

— Las 4 causas por las que dejan el catolicismo

La gente no deja la Iglesia Católica por razones teológicas sino vivenciales, por 4 cosas que la Iglesia Católica predica pero no practica en muchos sitios:

- La gente busca la experiencia religiosa, el encuentro personal con Cristo
- La gente busca vida de comunidad que no encontraba en la Iglesia Católica
- La gente busca formación doctrinal y bíblica que no encontraba en su parroquia
- La gente quería sentir un compromiso misionero en toda la comunidad, algo que no encontraron en la Iglesia Católica

En Aparecida, como respuesta se insiste: “el encuentro con Jesucristo debe ser constantemente renovado por el testimonio personal, la proclamación del kerygma y la acción misionera de la comunidad”.

— La importancia del kerigma

El kerigma es el primer anuncio y la verdad central del Evangelio: Dios, que nos ama, nos ha enviado a su Hijo, que ha muerto y ha resucitado por salvarnos y darnos el perdón y el poder del Espíritu Santo.

Esto, dice Mallon remitiéndose a Aparecida, debe impregnar toda la pastoral, porque “el kerigma no es solo una etapa sino el leitmotiv de un proceso que culmina en la madurez del discípulo de Jesucristo; sin el kerigma, los otros aspectos están condenados a la esterilidad”.

“En mi parroquia estamos enseñando a todos nuestros parroquianos a hablar de cómo Jesús ha cambiado su vida; los católicos han de pensar que esto es normal. Al principio te dicen que les hace sentir incomodo pero en 4 años ya se normaliza. Nuestro boletín personal tiene testimonios de fe y conversión. En Alpha y otros programas decimos: “escribe tu testimonio”. Se dan testimonios también en misa, o entrevisto a testimonios durante la homilía. Se dan testimonios en grupos pequeños. Convocamos desayunos, a veces solo de hombres, o solo de mujeres, para dar testimonios. Proclamamos el kerigma en bodas, funerales y misas de domingo”, va enumerando Mallon.

— 5 sistemas de la vida eclesial: a examen

El padre Mallon también analizó los 5 “sistemas” en la vida eclesial:

- el culto
- el servicio o ministerio
- la comunidad o fraternidad
- el discipulado
- la evangelización

“Hoy en la mayoría de las parroquias hay un poco de lo primero, algo de lo segundo, casi nada de lo tercero –sustituido por actividades culturales-, absolutamente nada de lo cuarto y nada o casi nada de lo quinto; de hecho, se hacen las cuatro primeras cosas y las llaman a todas evangelización para no hacer evangelización real; en realidad, si llamas evangelización a todo, al final nada lo es”, denuncia Mallon.

— Él detalló más esos 5 puntos:

El culto: 

“Para nosotros el núcleo del culto es la liturgia, lo que Dios hace por nosotros, su entrega eterna del Hijo de Dios al Padre, en el Cenáculo, la Cruz y el Cielo… Pero el culto también debería elevar los corazones hacia Dios, por ejemplo con himnos de alabanza. Si alabamos “sin sentir” a veces es también un buen culto, el mejor, como cuando somos fieles en el matrimonio y actuamos con amor en momentos que no nos apetece…”

El ministerio: 

“Significa servir, dentro y fuera de la iglesia, porque el Hijo del Hombre vino a servir, no a ser servido. Todo ministerio interno debería ayudar a salir afuera, ser misional. Una parroquia muy ocupada y que parezca ir bien, si no es misionera, en realidad no es buena, solo hace mantenimiento”.

Comunidad: 

“En griego es koinonía, implica saberse conocido, amado, acompañado por los hermanos”; requiere de grupos pequeños, que se conozcan y apoyen

Discipulado: 

“Es equipar a los santos –como dice Efesios 4, 9-12; San Pablo dice que se esfuerza por “presentaros a todos maduros-perfectos para Cristo”, no es tanto una perfección absoluta como un alcanzar la madurez, la completitud…

Evangelización: 

“Es la proclamación explícita de Jesús… Muchos dicen que evangelizan ‘con su vida’ pero ya Pablo VI explicaba que tarde o temprano el testimonio de vida debe dar paso a la palabra, hay que mencionar a Jesús… no hay evangelización si no se proclama el Nombre, persona, obras de Jesucristo. Sin proclamación explícita no es evangelización. Será, como mucho, pre-evangelización. Lo de “evangeliza sin parar y si es necesario usa palabras” que se atribuye a Francisco de Asís no sale en realidad en ninguno de sus textos.

— El pastor y las ovejas ninja

Mallon, hablando a los curas reunidos en el ENE, les comentó que “el pastoreo implica alimentar a las ovejas y cuidarlas y protegerlas de los lobos, y últimamente nos dedicamos más a enterrarlas y a cuidar algunas, en vez de alimentarlas a todas. Una noche soñé que yo predicaba y decía algo absurdo: “¡Estamos llamados a hacer ovejas-ninja, no pasivas!”. Cuando desperté me pregunté de donde vendría la idea… pero me gustó. ¡Hagamos ovejas ninja! Son ovejas altamente entrenadas, con muchas habilidades, y eso prediqué.”

Para Mallon, las “ovejas ninja” es a lo que se refiere Evangelii Gaudium 15 (“un ministerio pastoral decididamente misionero”) y Evangeliun Gaudium, 120 (“discipulado”).

Para “hacer ovejas ninja” en Saint Benedict Mallon estableció dos pasos:

Primero: conseguir el impulso inicial, creando expectación en los parroquianos
Segundo: ser estratégico, y atender procesos (más que programas)

— Cómo crear el impulso

“Hemos dedicado los 4 primeros años a crear el impulso, crear la expectación, el deseo… y ahora vamos a por lo estratégico”, explicó.

“Para crear el impulso decimos a la gente: mira, en esta parroquia esperamos que seas un discípulo… “. La parroquia puede ser “exigente”, pedir mucho al parroquiano, porque también el parroquiano espera mucho de la parroquia. La parroquia es muy acogedora porque va a ser muy exigente.

El parroquiano va a aprender tener altas expectativas:

- En la alabanza: música, emoción, elevación espiritual…
- En el estar y sentirse conectado con la gente, los hermanos, Dios
- En el crecer personalmente
- En el servicio
- En el dar (también económicamente… “sin pagar no hay empleados, y son necesarios para el cambio”, dice Mallon).

Decía Miguel Ángel, el artista renacentista: “nuestro peligro es tener expectaciones demasiado bajas y alcanzarlas”. Ese es, según Mallon, el problema de las parroquias. Mallon recuerda que en la parábola de los talentos el Amo esperaba un fruto elevado de su inversión, del uso de los talentos. “Si la Iglesia no crece es que no está sana”, sentencia.

— Senescalía: sé generoso, Dios te lo prestó

El impulso inicial para transformar una parroquia llega predicando insistentemente que “lo que tenemos cada uno –tiempo, dinero, salud, talentos- no es nuestro, solo se nos ha prestado para que los administremos para Dios”, somos senescales o administradores de Dios”.

Mallon explica el fruto de insistir a los parroquianos en esta cultura de la “senescalía”, del ser administradores de Dios: “Nuestra colecta pasó de 10.000 dólares cada domingo a 25.000 a la semana”.

Pero, ¿cómo se consiguen esas cifras de donativos, que permiten contratar personal y dedicar recursos a la música, la misión, la evangelización…? Con 3 campañas anuales durante 4 años:

- Una sobre “administración del tiempo”: se fomenta el dar tiempo para servir, con testimonios, un librito con programas de discipulado, un festival para mostrar los ministerios parroquiales y una llamada visible: “sube ahora y elige en qué te comprometes”, con cada feligrés levantándose y entregando una tarjeta ante el altar con su compromiso

- Otra campaña similar sobre los talentos y el servicio;

- Y una tercera sobre “como administrar tus tesoros”, con testimonios y predicaciones 5 semanas al año sobre donaciones y generosidad

En 4 años se consigue el “impulso inicial” en la parroquia: “un 45% de nuestros feligreses han asumido esta cultura ya, una cultura de evangelización y discipulado, con vidas cambiadas; ahora pasan mil cosas a todas horas en la parroquia y los feligreses se pelean por las salas y locales aunque son muchos, porque hay muchos servicios en marcha”.

— Procesos, no proyectos

Tras la fase inicial basada en crear expectativas viene la fase estratégica, que depende necesariamente de tener “discípulos misioneros”. ¿Cómo define Mallon a un discípulo misionero (que debería ser lo estándar y normal de un cristiano maduro y adulto en una parroquia)?

El discípulo misionero es un feligrés que:

- Tiene relación personal con Jesús
- Puede compartir su fe con otros, hablar de ella
- Está abierto a los dones del Espíritu Santo y los usa
- Conoce las Escrituras
- Conoce teología básica
- Es de oración diaria
- Acude al menos a la misa dominical
- Se confiesa
- Puede orar espontáneamente
- Puede orar en voz alta si se le pide
- Ve su vida como un campo de misión

En esta fase ya no importan tanto los programas (cosas que hay que hacer) como los procesos (cambios que la gente vive).

“Ofrecíamos 60 programas 90 veces al año”, comenta Mallon. “A mí me gustaba pero mi personal se frustraba y eso no era estratégico. Ahora hemos reducido las opciones mucho y ofrecemos procesos, cosas que cambian a la gente”.

— El poder de tener visión

Todo esto parecen teorías locas si no hay una visión apasionada detrás. Mallon cita a Bill Hybels que define “la visión” como “una visión del futuro que produce pasión”. Es el fuego de Jeremías 20,9 (“un fuego ardiente”) y de Juan 2,17 (“el celo de tu casa me consume”).

“La visión es como poner un cartel en tu autocar con la ciudad donde vas; si tu parroquia no tiene visión, no va a ningún sitio, es un autocar parado. El primer paso es decir: hay que moverse. El segundo es la visión: a dónde vamos”, comenta Mallon.

En Evangelii Gaudium, el Papa Francisco habla así: “Tengo un sueño, una opción misionera, un impulso misionero capaz de cambiarlo todo… Tiempos y horarios, lenguajes y estructuras” También Martin Luther King dijo: “tengo un sueño”, y no “tengo un plan”.

“Los sueños son lo que inspira a la gente, si tienes un sueño, una visión, la gente te seguirá; si tienes sólo un plan, no. La falta de financiación nunca es un problema de dinero, sino de visión; la falta de unidad en la Iglesia también es un problema de falta de visión”.

Por eso Mallon dice a los sacerdotes y párrocos y líderes cristianos: “Id a la capilla, preguntad al Señor cual es vuestra visión, la imagen futura que os apasiona, sin la que no podrás liderar”.

Para Mallon, la Iglesia es como un campo deportivo donde los laicos son los jugadores, el cura es el entrenador y el mundo es espectador asombrado… El cura cumple la palabra de San Pablo: “Equipar a los santos –los creyentes- para el trabajo del ministerio, para edificar el cuerpo de Cristo”.

“¿Cuáles son las personas clave de tu diócesis, zona, etc… con influencia? ¡Comparte con ellos tu visión, con unos 20 de ellos! Anímalos a ver si se suben al bus. No solo los que te caigan bien: alguien que no te cae bien puede entender y contagiar tu visión”, propone Mallon.

— Insistir con la visión lo que haga falta

“Yo tengo 2 diáconos y un compañero sacerdote en la parroquia; cada tres fines de semana yo predico una homilía dominical sobre la visión, sobre a dónde debe ir la parroquia, por qué hacemos lo que hacemos… En 4 años insistiendo, así consigues contagiar la visión. Debes apelar a lo que afecta a la gente. A los feligreses les digo: “¿Os gusta que vuestros hijos y nietos dejen de ir a misa, que no bauticen a sus hijos, que no se casen…?” Eso preocupa mucho a los fieles. Y les digo: vamos a hacer algo distinto para cambiarlo”.

Contagiar la visión significa que muchas reuniones deben sustituirse o eliminarse para insistir en la visión: es inevitable, igual que es inevitable que el piloto no sirva bebidas y lo deje a las azafatas: el piloto sabe donde hay que ir y se dedica a ello.

“El 90% de las personas que vienen a mí en la parroquia quieren que haga algo por ellos… pero así no puedo hacer funcionar la visión; hay que tomar decisiones duras, quizá ser menos accesible a la gente, si así conseguimos difundir la visión. Claro, en cuanto actúes y muevas el autobús muchos te gritarán, regañaran y se quejarán al obispo, incluso al Papa. Habrá cartas de anónimos que protestan y dicen representar al 90% de la parroquia. Pero hay que tener clara tu identidad, tu visión y perseverar”, dice Mallon a las treintena de curas españoles que toman nota.

Mallon remite a Evangelii Gaudium 85: “Contra la tentación del pesimismo y derrotismo, el Papa pide coraje y celo, porque nadie va a la batalla sin creer en la victoria”.

— 7 consejos para lograr procesos de cambio

Y por último da 7 consejos para la fase estratégica:

1. Equipo de liderazgo que funcione: la función de un consejo pastoral –excepto en iglesias muy pequeñas- debe ser la visión, saber dónde vamos y contagiarlo y desarrollar la estrategia. “Nada de hablar de qué color pintas las paredes. Si tienes gente buena, santa e inteligente… escúchales, liderad juntos”, propone Mallon.

2. Desarrollar una declaración de visión de la parroquia, la visión que tienes en tu corazón… en comunión con la del obispo, se supone. “Pero hay obispos sin visión. Los hay que son maestros, o gestores, pero no tienen visión ni liderazgo”.

3. Haz una declaración de propósitos en UNA frase, que será la brújula de la misión. La parroquia de Saint Benedict tiene esta frase: “Ser catalizador de la renovación de la Iglesia”. O podría ser: “Crear discípulos misioneros”.

4. Evalúa los 5 sistemas de la vida parroquial (ver arriba)

5. Crea un plan de 5 años con objetivos mesurables… Muchos curas infravaloran lo que se puede hacer en 3 años y en cambio sobrevaloran lo que se puede hacer en un año.

6. Fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas… 4 cosas a evaluar en nuestro plan para la parroquia

7. Todo esto no es algo que el párroco pueda controlar con detalle. “Si eres maniático del control matarás la obra de Dios. No debes ser micromanager, un pastor micromanager vuelve loco a la gente y luego no funcionará casi nada. Prefiero un porcentaje de incorrección a un 0% de crecimiento. Yo no controlo los 90 ministerios de mi parroquia, sus 60 programas de formación. Yo solo imparto uno. Tenemos 10 grandes grupos de conexión en casa y no voy a ninguno. Los fieles rinden ante su equipo y los equipos ante mí. Hay que rendir cuentas, basarse en la subsidiariedad”.

— Pensar a lo grande: es para Dios

¿Todo esto es muy ambicioso para un párroco cualquiera en España o Hispanoamérica, para un catequista, para un responsable de grupo católico?

A eso Mallon responde que a Dios no le bastaba con reunir las tribus de Israel, que a Isaías le dio una visión de todos los pueblos adorando al Dios de Israel, una visión desmedida.

“Si tu visión no es tan grande como aterrorizarte quizá es insultante para Dios. ¿Crees que Dios puede cambiar el mundo a través de ti? Él dice: mi Gracia te basta. María dice: el Poderoso ha hecho obras grandes en mí. ¿Esperas que Dios haga cosas grandes? Si tu visión es factible por meros esfuerzos tuyos no necesitas la fe. Ha de ser una visión loca y grande que requiera la fe. Se nos ha encomendado ser testigos…¡hasta los confines de la Tierra!”, concluye Mallon.

1 Corintios 4,1-5: "Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel (...) no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón"

1 Corintios 4,1-5
Viernes de la 22 Semana del Tiempo Ordinario II,

Hermanos: Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor. Así, pues, no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Lucas 5,1-11: "Simón, rema mar adentro y echad las redes para pescar (...) Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes (...) hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca para que vinieran a echarles una mano (...) Al ver esto, Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy un pecador (...) Jesús dijo a Simón: "No temas: desde ahora serás pescador de hombres"

Lucas 5,1-11
Jueves de la 22 Semana del Tiempo Ordinario II,

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Rema mar adentro y echad las redes para pescar". Simón contestó: "Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes". Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy un pecador". Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: "No temas: desde ahora serás pescador de hombres". Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

1 Corintios 3,1-9: "Hermanos, no pude hablaros como a hombres de espíritu, sino como a gente carnal, como a niños en Cristo (...) Mientras haya entre vosotros envidias y contiendas, es que os guían los instintos carnales y que procedéis según lo humano (...) Cuando uno dice "yo soy de Pablo" y otro, "yo de Apolo", ¿no estáis procediendo según lo humano?

1 Corintios 3, 1-9
Miércoles de la 22 Semana del Tiempo Ordinario II,

Hermanos, no pude hablaros como a hombres de espíritu, sino como a gente carnal, como a niños en Cristo. Por eso os alimenté con leche, no con comida, porque no estabais para más. Por supuesto, tampoco ahora, que seguís los instintos carnales. Mientras haya entre vosotros envidias y contiendas, es que os guían los instintos carnales y que procedéis según lo humano. Cuando uno dice "yo soy de Pablo" y otro, "yo de Apolo", ¿no estáis procediendo según lo humano? En fin de cuentas, ¿qué es Apolo y qué es Pablo? Ministros que os llevaron a la fe, cada uno como le encargó el Señor. Yo planté, Apolo regó, pero fue Dios quien hizo crecer; por tanto, el que planta no significa nada ni el que riega tampoco; cuenta el que hace crecer, o sea, Dios. El que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada uno recibirá el salario según lo que haya trabajado. Nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros campo de Dios, edificio de Dios.

Lucas 4,38-44 por Ricardo Guillermo Rosano

Lucas 4,38-44
Miércoles de la 22 Semana del Tiempo Ordinario II,

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le pidieron que hiciera algo por ella. El, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera, se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo: "También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado. Y predicaba en las sinagogas de Judea.

— Comentario de Ricardo Guillermo Rosano

La lectura del Evangelio para el día de hoy nos invita, ante todo, a contemplar la totalidad del escenario, tan maravillosamente relatado. Si no fuese Palabra de Dios, sin ninguna duda sería una bellísima construcción literaria, floreciente de símbolos.

Jesús de Nazareth está en Cafarnaúm, en donde ha suscitado la admiración de los vecinos, que advierten en Él algo nuevo y distinto, una autoridad veraz. Más no perdamos de vista que esa cuestión, y la planteada hoy, acontece durante el Shabbat, día del Señor para Israel, día santo. Por ello mismo podemos observar al Maestro en la sinagoga, en pleno culto, y al salir de ella; no debemos perder de vista este detalle, que regirá los hechos posteriores.

Así sale de la sinagoga y entra a la casa de Simón: las normas sabáticas impiden cualquier tarea, por mínima que fuera, que se vincule con esfuerzo o trabajo, aunque la observancia de estas normas solían llevarse a extremos absurdos y terribles también. Pero en la casa de Simón Pedro hay otra urgencia familiar, una enfermedad que tiene postrada a la suegra de Simón con fiebre muy alta.

A menudo, es necesario y hasta imprescindible que los otros se movilicen por los que están caídos, por los que están paralizados, por los que no pueden más.

Simón y su familia, quizás sin saberlo, a pura intuición, quebranta varias normas severas en aras del amor. Seguimos en pleno Shabbat, en donde poco y nada puede hacerse, y hay dos añadidos más. Por un lado, es una mujer la enferma, y por mujer y por anciana no existe para el derecho ni para la sociedad; con criterios dolorosamente actuales, no vale la pena preocuparse demasiado pues ella está más cerca de la muerte que de la vida. Por otro lado, el concepto religioso imperante de culpa y enfermedad, es decir, que los padecimientos físicos son el producto del castigo necesario por los pecados propios o de los padres. Y a su vez, quien padece alguna enfermedad, y por la causa precitada, a su vez deviene en impuro, indigno de participar en la vida religiosa y comunitaria de su pueblo, y quien entra en contacto con un impuro adquiere su condición de impureza/indignidad.

Parece que al rabbí galileo no le importan demasiado estas, o mejor aún, que pone por delante la salud y la dignidad de los que sufren, la misma condición humana por sobre toda norma o regla impuesta, revelando un asombroso rostro misericordioso de su Dios. Por ello no vacila en acudir al rescate de esa mujer, y ella a su vez sana de su fiebre y sana de la postración que es mucho más que estar postrada en un lecho, es la postración de la discriminación, de ser tenida a menos, de ser estigmatizada. Por ello el Cristo que se acerca con salud/salvación que la levanta desata en ella la alegría del servicio, la diaconía que la hace joven por siempre en su corazón.

Las noticias buenas, al contrario de lo que suele suponerse, tampoco tardan en difundirse, y al caer la tarde todos los vecinos que tiene enfermos en su familia los llevan a su presencia para que los sane, los libere, los cure. El dato no es menor: esas gentes van al Maestro al atardecer porque más temprano imperan las rígidas normas del Shabbat, y están impedidos de hacer nada -hasta de caminar algunas cuadras- hasta que el sol no caiga, hasta que el Shabbat finalice. Y ellos también están postrados por una norma que hace demasiado tiempo olvidó al Dios que le daba sentido y significado.

Pero esos demonios que también los oprimen nada podrán contra el Cristo del amor y la misericordia, infinitamente generoso en salud y dignidad sin límites ni condiciones, que humildemente servidor nos vuelve a recordar que no nos hace libres de, sino más bien libres para. Porque la verdadera liberación es Pascua, el paso santo de la servidumbre al servicio.  

Paz y Bien

Fuente: sersaldelatierra.blogspot.com

Evangelio en Imágenes: Lucas 4,38-44



En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le pidieron que hiciera algo por ella. El, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera, se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo: "También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado. Y predicaba en las sinagogas de Judea.

martes, 2 de septiembre de 2014

Evangelio en imágenes: Lucas 4,38-44



En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le pidieron que hiciera algo por ella. El, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera, se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo: "También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado. Y predicaba en las sinagogas de Judea