No estamos tan bien informados sobre los rituales y la práctica del gnosticismo como de sus aspectos doctrinales y teóricos. Sin embargo, el relato de san Ireneo sobre los Marcosianos o el de san Hipólito sobre los Elcesaitas, las partes litúrgicas de los Hechos de Tomás y algunos pasajes de las Pseudo-clementinas y, sobre todo, la literatura copto-gnóstica y mandeana, nos ofecen información sobre las prácticas litúrgicas de los gnósticos.
El bautismo gnóstico
Todas las sectas gnósticas tenían este rito aunque su realización variaba de una secta a otra. En el mandeismo, el bautismo diario es uno de los pilares de su sistema. Las fórmulas utilizadas por los gnósticos cristianos no tienen nada que ver con la liturgia católica. Los marcosianos decían:
“En el nombre del padre desconocido de todos,
en la verdad, la madre de todos,
en él, que vino sobre Jesús [eis ton katelthonta eis Iesoun]”.
en la verdad, la madre de todos,
en él, que vino sobre Jesús [eis ton katelthonta eis Iesoun]”.
Los Elcesaitas decían:
“En el nombre del gran y más alto dios
y en el nombre de su hijo, el gran rey”.
En los escritos Contra las Herejías (I.21.3) san Ireneo recoge la siguiente fórmula:
“En el nombre que estuvo oculto de toda divinidad y dominio y verdad,
cuyo nombre Jesús de Nazaret ha puesto en las regiones de la luz”
Los mandeanos decían:
“El nombre de la vida y el nombre del Manda de Haye se nombra sobre ti”.
El rito de la Sphragis (sello o signo con que se marcaba al bautizado) tenía mucha importancia, pero no sabemos con certeza en qué consistía.
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