martes, 16 de agosto de 2022

San Cornelio y el cisma de Novaciano


San Cornelio y el cisma de Novaciano

El papa Cornelio va asociado en la historia de la Iglesia al del cisma o herejía de los novacianos. Frente a la intransigencia de los novacionistas, Cornelio vio que el leño todavía humeaba... ¿Por qué, entonces, apagarlo? En la célebre cuestión de los lapsi (o caídos en la apostasía) el papa Cornelio representa la auténtica mentalidad de la Iglesia.

A la muerte, del papa Fabián, martirizado en el comienzo de la persecución de Decio (20 de enero del 250), la sede romana quedó vacante durante dieciséis meses. Durante este tiempo, gobernaron la Iglesia romana los sacerdotes de la ciudad, entre los cuales sobresalió Novaciano, autor de diversas obras y clérigo rigorista, Novaciano parecía ser el candidato mejor situado para ocupar la Cátedra de San Pedro, cuando, al amainar la persecución, se elegió al nuevo Papa. Sin embargo, la mayoría de los votos fueron para al sacerdote Cornelio (abril del 251), que fue elegido Romano Pontífice frente a un grupo de presbíteros que apoyaban a Novaciano. La actitud intransigente de Novaciano hizo que pronto surgiera un cisma en Roma. 

Novaciano se hizo consagrar como obispo de Roma y envió cartas a las demás iglesias para que le reconocieran como Papa. Por su parte, Cornelio vio que su designación era aceptada como válida no sólo por la mayoría del clero de Roma sino también por los obispos más destacados de la época como Dionisio de Alejandría, Cipriano de Cartago, y el resto de la cristiandad.

La Iglesia ante el problema de los lapsi

La actividad del papa Cornelio se centró en la condenación del rigorismo de Novaciano. Desde muchos años atrás se venía discutiendo si los cristianos que apostataban podían volver a ser admitidos en la Iglesia, previa una sincera conversión, o se les debía excluir perpetuamente. Esta cuestión había agitado los pontificados de Ceferino (198-217) y de Calixto (217-222).

Los obispos de Oriente se inclinaban hacia el rigorismo de Novaciano aunque san Dionisio de Alejandría apoyó siempre al papa Cornelio. La controversia fue acrecentándose y amenazó durante años la unidad de la Iglesia. San Cipriano tuvo que hacer equilibrios entre el rigorismo excluyente y la indulgencia excesiva, inclinándose finalmente hacia la doctrina del papa Cornelio, como lo testimonia la correspondencia con el Pontífice Romano. Esta correspondencia es importante también para reconocer la primacía de la Iglesia de Roma sobre las otras iglesias de la cristiandad.

El Papa mártir que acogía en la Iglesia 
a quienes apostaban por temor el martirio

San Cornelio, de espíritu recto pero flexible, supo demostrar que hay momentos en que no es posible ceder. Así le ocurrió a él, cuando selló su fe con el martirio en Centumcellae (actual Civitavecchia) en el año 252. La muerte del papa Cornelio tuvo lugar en el mes de junio; pero la traslación de sus restos a Roma desde la cercana ciudad a donde había sido desterrado y donde sufrió el martirio, se verificó el 14 de septiembre, fecha de la muerte de san Cipriano, cuya memoria va asociada a la de nuestro Santo en una fiesta común. Cornelio recibio sepultura en una cripta próxima al cementerio de San Calixto. Su epitafio no está escrito en griego, como el de los papas del siglo III; dice simplemente Cornelius martyr, E. P. Su sucesor fue el papa Lucio.

De la carta de san Cornelio a Fabián de Antioquía se desprenden unos datos interesantes para conocer el estado de la Iglesia de Roma, todavía no desarrollada por completo: los presbíteros eran cuarenta y seis, siete diáconos, siete subdiáconos, cuarenta y dos los acólitos y cincuenta y dos exorcistas, lectores y ostiarios. Cifras muy modestas para las que había de alcanzar con el correr del tiempo.

De la vida de san Cornelio podemos extraer la enseñanza de que hay que estar dispuestos a perseverar en la fe si fuera necesario aceptando el martirio, sin rechazar a quienes por miedo han renegado de ella y quieren volver a la Iglesia haciendo la correspondiente penitencia.


No hay comentarios: