SANTA ROSA DE LIMA |
Isabel Flores de Oliva, O.P., nació en Lima,Virreinato del Perú, el 30 de abril de 1586 y murió en el mismo lugar el 28 de agosto de 1617. Más conocida como Santa Rosa de Lima.
Primeros años
Hija de Gaspar Flores, arcabucero natural de San Juan de Puerto Rico y de María de Oliva. Cuando era niña destacaba por su gran reverencia y amor hacia todas las cosas relacionadas a Dios.
Su compañero de juegos fue su hermano Fernando el cual siempre la apoyó y ayudó. A los doce años se mudó con su familia hacia Quives, un pueblo a 60 kilómetros de Lima ubicado en el Valle Chillón.
En Quives es donde al parecer empezó con sus mortificaciones contrayendo un reuma muy fuerte con consecuencias dolorosas para su recuperación que ella ocultaba a su madre.
Confirmación, su nombre
En Quives recibirá la confirmación de manos de otro santo católico, Santo Toribio de Mogrovejo, su padrino fue el sacerdote del pueblo Francisco González.
Al confirmarla en el pueblo de Quives, 1597, el arzobispo santo Toribio de Mogrovejo la llamó Rosa. Aunque le mortificaba que la llamasen así a los 25 años aceptó y quiso que la llamaran Rosa de Santa María, a razón de que, según lo relató su madre, fue a conversar con un sacerdote a la iglesia de Santo Domingo manifestándole la molestia que le causaba que la llamen "Rosa", pero el sacerdote la tranquilizó diciéndole: "¿Pues hija, no es vuestra alma como una rosa en que se recrea Jesucristo?". Con esto quedó tranquila y segura del nombre que le habían dado.
Voto de virginidad
A pesar de todo, se encontraba conforme con su forma de vida y no hubiera tratado de cambiarla si no hubiera sido por la insistencia de sus padres a casarla. Rosa resistió por más de diez años y finalmente hizo voto de virginidad ante la imagen del "doctorcito" para confirmar su resolución.
Dominica terciaria a imitación de santa Catalina de Siena
A partir de entonces, se recluyó prácticamente en la ermita que construyó con ayuda de su hermano Fernando en un extremo del huerto de su casa. Sólo salía para visitar al templo de Nuestra Señora del Rosario y atender las necesidades espirituales de los indígenas y los negros de la ciudad.
También atendía a muchos enfermos que se acercaban a su casa buscando ayuda y atención, creando una especie de enfermería en su casa y luego ayudaba a fray Martín de Porres.
Ayunaba tres veces por semana y cuando se sentía tentada por la vanidad cortaba su hermoso cabello, llevaba ropa tosca, y maltrataba sus manos con arduo trabajo.
Tenía una intensa devoción hacia el Niño Jesús y su Madre Bendita y pasaba largas horas ante el Santísimo Sacramento, a quien recibía diariamente.
Nuestro Señor frecuentemente se le revelaba e inundaba su alma con paz y alegría, a tal punto que podía permanecer en éxtasis cuatro horas. Ella le ofrecía al Señor en estas ocasiones todas sus mortificaciones y penitencias en expiación por las ofensas contra Su Divina Majestad, por la idolatría de su país, por la conversión de pecadores, y por las almas del Purgatorio.
La defensa de Lima
Rosa reúne a las mujeres de Lima en la iglesia de Ntra. Sra. del Rosario para orar ante el Santísimo por la salvación de Lima. Apenas llega la noticia del desembarco, Rosa subió al altar, y cortándose los vestidos y arremangándose los hábitos puso su cuerpo para defender a Cristo en el sagrario. Muchos huían de Lima hacia lugares distantes.
Misteriosamente el capitán de la flota holandesa falleció en su barco días después, lo cual supuso la retirada de sus naves, sin atacar el Callao. En Lima atribuyeron el milagro a Rosa y por ello en sus imágenes se le representa portando a la Ciudad sostenida por el ancla.
Desposorio místico
Al no recibir la palma que debía portar en la procesión, Rosa pensó que era un mensaje de Dios por alguna ofensa que ella había cometido. Acongojada se dirigió a la capilla e imagen del Rosario y orando ante la Virgen sintió el llamado del Niño Jesús de la imagen y le dijo "Rosa de Mi Corazón, yo te quiero por Esposa", a lo que ella en arrobamiento respondió "Aquí tienes Señor a tu humilde esclava. Tuya soy y Tuya seré".
Fallecimiento
Pasó los últimos tres meses de su vida en la casa de Gonzalo de la Maza, un contador notable del gobierno virreinal, cuya familia le tenía mucho cariño. En este lugar se levanta el Monasterio de Santa Rosa de Santa María de Lima. En el lecho de muerte, Gonzalo de la Maza hizo retratar el rostro de Rosa por el pintor italiano Angelino Medoro, quien realizó el primer testimonio de su apariencia física.
Murió a los treinta y un años de edad en las primeras horas del 24 de agosto de 1617, fiesta de San Bartolomé, como ella misma lo profetizó y cuenta el padre Leonardo Hansen. El día de sus exequias y entierro, los devotos se abalanzaban sobre su cuerpo para arrancarle la vestimenta en busca de un recuerdo, aclamándola como santa.
Muchos milagros siguieron a su muerte.
Canonización, primer santo de América
Patrona de Lima, Perú (desde 1669), del Nuevo Mundo y Filipinas (desde 1670). Además, es Patrona de institutos policiales y armados: Policía Nacional de la República del Perú y de las Fuerzas Armadas de Argentina.
El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones".
Devoción
La Basílica-Santuario fue empezada luego de su canonización, con posteriores restauraciones. Durante los siglos XVII - XX hubo de ser remodelada. Fue inaugurada finalmente el 24 de agosto de 1992, Este lugar es el principal punto de peregrinación de todo el Perú y su arraigo popular es comparable a la Virgen de Guadalupe en México.
La figura de Rosa de Santa María en el corazón del pueblo peruano representa un símbolo de integración nacional, en ella convergen todas las clases sociales.
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