10,12-18: Respuesta a la acusación de ambición
12 Ciertamente no osamos igualarnos ni compararnos a algunos que se recomiendan a sí mismos.
Midiéndose a sí mismos según su opinión y comparándose consigo mismos, obran sin sentido.
13 Nosotros, en cambio, no nos gloriaremos desmesuradamente; antes bien,
13 Nosotros, en cambio, no nos gloriaremos desmesuradamente; antes bien,
nos mediremos a nosotros mismos por la norma que Dios mismo nos ha asignado
como medida al hacernos llegar también hasta vosotros.
14 Porque no traspasamos los límites debidos, como sería si no hubiéramos llegado hasta vosotros;
14 Porque no traspasamos los límites debidos, como sería si no hubiéramos llegado hasta vosotros;
hasta vosotros hemos llegado con el Evangelio de Cristo.
15 No nos gloriamos desmesuradamente a costa de los trabajos de los demás; sino que esperamos,
15 No nos gloriamos desmesuradamente a costa de los trabajos de los demás; sino que esperamos,
mediante el progreso de vuestra fe, engrandecernos cada vez más en vosotros conforme a nuestra
norma,
16 extendiendo el Evangelio más allá de vosotros en lugar de gloriarnos en territorio ajeno por trabajos
16 extendiendo el Evangelio más allá de vosotros en lugar de gloriarnos en territorio ajeno por trabajos
ya realizados.
17 El que se gloríe, gloríese en el Señor.
18 Que no es hombre de probada virtud el que a sí mismo se recomienda, sino aquel a quien el Señor
17 El que se gloríe, gloríese en el Señor.
18 Que no es hombre de probada virtud el que a sí mismo se recomienda, sino aquel a quien el Señor
recomienda.
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