16,16-18: La adivina de Filipos
16 Una vez que nos dirigíamos a la oración nos salió al encuentro una muchacha que tenía poderes
de adivina y daba muchas ganancias a sus patrones adivinando la suerte.
17 Caminando detrás de Pablo y de nosotros gritaba: —Estos hombres son siervos del Dios Altísimo
17 Caminando detrás de Pablo y de nosotros gritaba: —Estos hombres son siervos del Dios Altísimo
y nos predican el camino de la salvación.
18 Esto lo hizo muchos días, hasta que Pablo, cansado, se volvió y dijo al espíritu:
18 Esto lo hizo muchos días, hasta que Pablo, cansado, se volvió y dijo al espíritu:
—En nombre de Jesucristo te ordeno que salgas de ella. Inmediatamente salió de ella.
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