16,19-24: Arresto de Pablo y Silas
19 Viendo sus dueños que se les había escapado la esperanza de negocio, tomaron a Pablo y Silas,
los arrastraron hasta la plaza, ante las autoridades,
20 y, presentándolos a los magistrados, dijeron: —Estos hombres están perturbando nuestra ciudad;
20 y, presentándolos a los magistrados, dijeron: —Estos hombres están perturbando nuestra ciudad;
son judíos
21 y predican unas costumbres que nosotros, romanos, no podemos aceptar ni practicar.
22 La gente se reunió contra ellos y los magistrados ordenaron que los desnudaran y los azotaran.
23 Después de una buena paliza, los metieron en la cárcel y ordenaron al carcelero que los vigilara
21 y predican unas costumbres que nosotros, romanos, no podemos aceptar ni practicar.
22 La gente se reunió contra ellos y los magistrados ordenaron que los desnudaran y los azotaran.
23 Después de una buena paliza, los metieron en la cárcel y ordenaron al carcelero que los vigilara
con mucho cuidado.
24 Recibido el encargo, los metió en el último calabozo y les sujetó los pies al cepo.
24 Recibido el encargo, los metió en el último calabozo y les sujetó los pies al cepo.
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