sábado, 20 de abril de 2013

VOCABULARIO RELIGIOSO: ¿Qué es el "Leccionario"?




El Leccionario es el libro usado para proclamar las lecturas bíblicas en la Misa. Son varios volúmenes, clasificados en ciclos de lecturas, lecturas dominicales, de entre semana o fiestas especiales: santos universales, santos locales, misas de difuntos, etc.

El concilio Vaticano II declaró: "Organícese una lectura de la Escritura más rica y adaptada" (SC 35,1), y "a fin de que la mesa de la palabra de Dios se prepare con más abundancia para los fieles, ábranse con mayor amplitud los tesoros de la Biblia, de modo que en un período determinado de años se lean al pueblo las partes más significativas de la Sagrada Escritura" (SC 51).

En 1964, el grupo de expertos que se encargó del Leccionarío de la Misa llevó a cabo un trabajo de estudio de todos los sistemas de lecturas de las diversas liturgias y de consultas, como la que se hizo en 1967 a todas las conferencias episcopales y a unos 800 peritos en biblia, liturgia, catequesis y pastoral de todo el mundo.

El nuevo orden de lecturas debía motrar la predicación apostólica sobre Jesucristo fundada en su vida, predicación y el misterio pascual.

Se tomaron decisiones como:

1. Introducir tres lecturas: profética, apostólica y evangelio, en los domingos y fiestas.
2. Confeccionar un sistema de lecturas que dio origen al ciclo de tres años.
3. Conservar el uso de algunos libros de la Sagrada Escritura asignados a determinados tiempos litúrgicos.

La edición española comenzó a publicarse en 1969, ciclo B del Leccionario dominical, apareciendo en el mismo volumen el Leccionario ferial de adviento, cuaresma y pascua. En la actualidad, ha quedado como sigue:

I. Dominical y festivo (ciclo A).
II. Dominical y festivo (ciclo B).
III. Dominical y festivo (ciclo C).
IV. Tiempo ordinario "per annum"
V. Propio y común de santos (y difuntos).
VI. Misas diversas y votivas.
VII. Tiempo ferial (adviento, cuaresma y pascua).
VIII. Leccionario de las misas rituales.

Las lecturas para los domingos y fiestas del Señor se caracteriza por:

– La misa comprende tres lecturas: la primera, del Antiguo Testamento, excepto en Pascua, que es de Hechos de los Apóstoles; la segunda, del apóstol, o sea, de las cartas y del Apocalipsis, y la tercera, del evangelio.

– Ciclo de tres años: A, B y C. Cada año tiene asignado un evangelio sinóptico, habiéndose reservado el Evangelio según san Juan para parte de la Cuaresma y Pascua – en los tres años– y para completar a san Marcos en el año B.

La ordenación de las lecturas sigue los principios llamados de la composición armónica -o lectura temática- y de la lectura semicontinua. El primer principio se emplea siempre entre la lectura del Antiguo Testamento y el Evangelio, entre la segunda lectura y las otras dos en los tiempos de Adviento, Cuaresma y Pascua y en las solemnidades y fiestas. El segundo principio, independiente del primero, se emplea cuando se usa un determinado libro bíblico dentro de una parte o de todo un tiempo litúrgico.

— El Leccionario ferial

• La novedad del Leccionario de la misa consiste en haber dado lecturas a las ferias de todas las semanas del año. Cada misa tiene dos lecturas, tomadas la primera del Antiguo Testamento o del Nuevo Testamento –en el tiempo pascual, de los Hechos– y la segunda del evangelio.

• En Adviento, Cuaresma y Pascua, las lecturas son siempre las mismas todos los años, habiendo sido elegidas de acuerdo con las características propias del tiempo litúrgico.

• En el tiempo ordinario, en las ferias de las treinta y cuatro semanas, el Evangelio se distribuye en un solo ciclo, que se repite cada año. En cambio, la primera lectura se reparte en dos ciclos, que se leen en años alternos: el ciclo I en años impares, y el ciclo II en los pares.

• El principio de la composición armónica se usa en Adviento, Cuaresma, Pascua; no así en el tiempo ordinario, en el cual prevalece el principio de la lectura semicontinua.

— El Leccionario de los santos

• Hay que distinguir en él una doble serie de lecturas: la que se encuentra en el propio de los santos, siguiendo las solemnidades, fiestas y memorias contenidas en el calendario; y la de los llamados comunes de los santos. En el primer caso se trata de textos propios o más adecuados para la celebración de cada santo, y en el segundo de repertorios de lecturas distribuidas de acuerdo con las diferentes categorías de santos (mártires, pastores, vírgenes, etc.).

• Los textos de la segunda serie están agrupados por lecturas del Antiguo Testamento, del Nuevo Testamento y del Evangelio, para que el celebrante elija a voluntad teniendo en cuenta las necesidades de la asamblea.

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