HOSTIA: La palabra hostia antes de referirse a un termino cristiano designando al pan ácimo de la comunión, significaba “victima”. Hostia viene del latín hostia, que es la víctima de un sacrificio ritual, que se derivó a su vez del verbo hostire: herir, golpear, hostilizar.
Hostia designaba en principio a la victima ofrecida expiatoriamente para aplacar la ira de los dioses. Se diferenciaba de la palabra latina victima en que ésta era la ofrecida como sacrificio a los dioses en agradecimiento a los favores recibidos. Las dos voces terminaron confundiéndose reservándose entonces la palabra hostia para las víctimas pequeñas (cordero, paloma, cabrito), y la palabra victima para los animales grandes (toro, caballo, etc.).
En el cristianismo, su uso primordial fue aplicado a Cristo que se entregó en sacrificio por la salvación del mundo.
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