ICONO: Del gr. eikon: imagen. Signo visible y eficaz de un ser superior. En la ortodoxia oriental y en otras tradiciones de pintura cristiana, un icono es generalmente un panel plano en el cual aparece pintado un santo o un objeto consagrado (como Jesucristo, la Virgen María, los santos, los ángeles o la cruz cristiana). Los iconos también pueden ser en relieve y estar hechos de metal, esculpidos en piedra, bordados, hechos en papel, mosaico, repujado, etc.
En la tradición popular, a algunos iconos se les atribuyen cualidades milagrosas, como haberse movido, haber hablado, llorado o sangrado. Las religiones han hecho un continuo uso de las imágenes. El hinduismo posee una iconografía abundante, mientras que el islamismo limita severamente el uso de representaciones visuales.
La tradición de la pintura de iconos se desarrolló con gran fuerza en el Imperio bizantino, sobre todo en la ciudad de Constantinopla. Después de la caída de Constantinopla ante los turcos en 1453, la tradición pasó a regiones influenciadas previamente por la religión, como Rusia, Georgia y Creta.
En Rusia los iconos generalmente son pintados sobre madera. Los iconos son considerados como si fuesen el mismo Evangelio y, por eso, transmiten una gracia sanante.
En el hinduismo los iconos son llamados murti. Se los adora ofreciéndoles sahumerios, lámparas de fuego, agua, alimentos. Se los baña y perfuma, y se los viste como si fueran Dios en persona.
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