martes, 15 de noviembre de 2022

¿En qué consiste razonar?

Razonar consiste en producir y ordenar las ideas para comprender o sacar una conclusión dentro de la lógica de causas y efectos. Para razonar es necesario emplear las facultades mentales: como el entendimiento, el intelecto y el raciocinio, para discurrir y pensar con coherencia.

En la filosofía, un razonamiento es correcto cuando sus premisas son verdaderas, entonces, su conclusión es verdadera. En un sentido más restringido, se llama razonamiento al proceso mental de realizar una conclusión a partir de un conjunto de premisas verdaderas.

Razonar nos permite ampliar nuestros conocimientos sin tener que apelar constantemente a la experiencia. También sirve para justificar o aportar razones en favor de lo que conocemos o creemos conocer. En algunos casos, como en las matemáticas, el razonamiento nos permite demostrar lo que sabemos.

¿Cuál es la diferencia entre pensar y razonar?

Podemos pensar cualquier cosa, pero no todo lo que pensamos es consecuencia de un buen razonamiento. Razonar bien consiste en considerar lo que pienso, sabiendo la causa de por qué pienso de esta manera y la repercusión que tiene este pensamiento en mí y en los demás. Un buen razonamiento considera la manera de razonar de los demás, sobre todo cuando no coincide con el de uno mismo. 

El razonamiento es necesario para tomar partido por una opción, idea o decisión determinada, en base a unos motivos, a unos valores, a una esperanza.

¿Qué nos impide razonar “bien”?

• El conformismo: es la actitud de una persona que acepta fácilmente cualquier circunstancia pública 
   o privada, especialmente cuando es adversa o injusta.

• La apatía: es un estado de desinterés y falta de motivación, o entusiasmo, de una persona, 
   que comporta indiferencia ante cualquier cosa que ocurre a su alrededor o consigo misma.

• La obediencia sin argumentos: consiste en cumplir lo mandado por la autoridad 
   sin haber considerado los motivos y las repercusiones.

• Las emociones y sentimientos pueden llegar a tener tal repercusión en nuestro pensamiento 
   que confundamos la manera como nos sentimos con lo que realmente está ocurriendo a nuestro 
   alrededor.

• El exceso de organización, estructura y burocracia, conlleva el cumplimiento de una manera 
   de hacer que impide otras acciones (por razonables que sean) que no hayan sido preestablecidas.

• Los prejuicios: son valoraciones y juicios que no tienen su fundamento en una experiencia directa 
   o real sobre lo que que juzga en ese momento sino que parte de ideas preconcebidas o 
   experiencias que acontecieron en otro momento.

• Los estereotipos: Los estereotipos se diferencian de los prejuicios en que son un conjunto de ideas 
   que se suelen atribuir a grupos de personas.

• El efecto halo: aparece cuando la idea que tenemos de una persona depende de una serie de rasgos 
   a los que hemos dador especial importancia. Por ejemplo, una persona inteligente y simpática 
   pensamos que también será buena. El efecto halo consiste en hacer un juicio global a partir de una 
   primera impresión.

• El efecto espectador, o efecto pasante, es el efecto según el cual una persona es menos propensa 
   a prestar ayuda cuando otros están presentes, que cuando no hay nadie más.



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