Isaías 37,30-37:
Signo para Ezequías y desenlace
30 Esto te servirá de señal: Este año comerán el grano caído; el año que viene, lo que brote sin sembrar;
el año tercero sembrarán y cosecharán, plantarán viñas y comerán sus frutos.
31 De nuevo el resto de la casa de Judá echará raíces por abajo y dará frutos por arriba;
32 porque de Jerusalén saldrá un resto, los supervivientes, del Monte Sión:
31 De nuevo el resto de la casa de Judá echará raíces por abajo y dará frutos por arriba;
32 porque de Jerusalén saldrá un resto, los supervivientes, del Monte Sión:
¡el celo del Señor Todopoderoso lo cumplirá!
33 Por eso, así dice el Señor acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad,
33 Por eso, así dice el Señor acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad,
no disparará contra ella su flecha, no se acercará con escudo ni levantará contra ella un terraplén;
34 por el camino por donde vino se volverá, pero no entrará en esta ciudad –oráculo del Señor–.
35 Yo defenderé a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi siervo.
35 Yo defenderé a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi siervo.
Desenlace
36 Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio
a ciento ochenta y cinco mil hombres; por la mañana, al despertar, los encontraron cadáveres.
37 Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, se volvió a Nínive, y se quedó allí.
37 Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, se volvió a Nínive, y se quedó allí.
38 Y un día, mientras estaba postrado en el templo de su dios Nisroc, sus hijos Adramélec y Saréser
lo mataron con la espada, y escaparon al territorio de Ararat. Y le sucedió en el trono su hijo Asaradón.
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