miércoles, 8 de diciembre de 2021

Isaías 30,8-17: Testamento de Isaías

Isaías 30,8-17:
Testamento de Isaías


8 Ahora ve y escríbelo en una tablilla, grábalo en bronce, que sirva en el futuro de testimonio perpetuo: 
9 Es un pueblo rebelde, hijos renegados, hijos que no obedecen la ley del Señor; 
10 que dicen a los videntes: No tengan visiones, y a los profetas: No profeticen sinceramente;
     dígannos cosas agradables, profetícennos ilusiones; 
11 apártense del camino, retírense de la senda, dejen de ponernos delante al Santo de Israel.
12 Por eso, así dice el Santo de Israel: Ya que rechazan este mensaje, 
     y confían en la opresión y en la perversidad, y se apoyan en ellas, 
13 por eso esa culpa será para ustedes como grieta que baja en una alta muralla,
y la arquea, hasta que de repente, de golpe, se desploma; 
14 como vasija de loza rota, hecha añicos sin piedad, hasta no quedar entre sus añicos ni un trozo
     con que sacar brasas del rescoldo, con que sacar agua del pozo. 
15 Así decía el Señor, el Santo de Israel: La salvación de ustedes está en convertirse y tener calma, 
     su fuerza consiste en confiar y estar tranquilos. Pero no quisieron 
16 y dijeron: –No. Huiremos a caballo. –Está bien, tendrán que huir. –Correremos a galope. 
     –Más correrán los que los persigan. 
17 Huirán mil ante la amenaza de uno, huirán ante la amenaza de cinco, 
     hasta quedar como un poste en la cumbre de un monte, como señal sobre una colina.

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