jueves, 9 de diciembre de 2021

Isaías 34,1-17: Juicio

Isaías 34,1-17:
Juicio


1 Acérquense, pueblos, a escuchar; naciones, atiendan; escuche la tierra y los que la llenan,
   el mundo y cuanto produce; 
2 porque el Señor está irritado con todas las naciones, enojado con todos sus ejércitos; 
   los consagra al exterminio, los entrega a la matanza. 
3 Sus muertos son arrojados y de los cadáveres se levanta el hedor, los montes chorrean sangre 
4 y los valles se resquebrajan, el cielo se enrolla como un pliego y se marchitan sus ejércitos, 
   como se marchita el follaje de la vid, como se marchita la hoja de la higuera. 
5 Porque la espada del Señor se embriaga en el cielo: mírenla bajar hacia Edom 
   para ejecutar a un pueblo condenado. 
6 La espada del Señor chorrea sangre, está grasienta de sebo, sangre de corderos y machos cabríos, 
   sebo de entrañas de carneros. Porque el Señor hace carnicería en Bosra, gran matanza en Edom; 
7 y caen juntos búfalos con toros y novillos. Se empapa la tierra de su sangre, 
   el polvo está grasiento de su sebo; 
8 porque es el día de la venganza del Señor, año de desquite para la causa de Sión.
9 Sus arroyos se transforman en brea y el polvo en azufre, su territorio se vuelve brea ardiente, 
10 que no se apaga de día ni de noche, y su humareda sube perpetuamente; 
     de edad en edad seguirá desolada, por siglos de siglos nadie la transitará.
11Se adueñan de ella el pelícano y el erizo, la lechuza y el cuervo la habitan. 
    El Señor le aplica la plomada del caos y el nivel del vacío; 
12 y no queda nombre con que llamar a su reino, sus jefes vuelven a la nada.
13 En sus palacios crecen espinos; en sus torreones, cardos y ortigas; 
     se convierte en morada de chacales, en guarida de avestruces; 
14 se reúnen hienas y gatos salvajes, el chivo llama a su compañero, allí descansa el búho 
     y encuentra dónde posarse; 
15 allí anida la serpiente, pone, incuba y empolla sus huevos; 
     allí se juntan los buitres sin que falte a las hembras compañeros. 
16 Estudien el libro del Señor: ni uno solo de ellos falta, porque lo ha mandado la boca del Señor 
     y su aliento los ha reunido. 
17 Echa la suerte para ellos y con la cuerda de medir en su mano les reparte el país: 
     lo poseerán para siempre, de edad en edad lo habitarán.

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