El pueblo pide una teofanía
¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes
Capítulo 64,1-11
1 con tu presencia, como fuego que prende en los sarmientos o hace hervir el agua!
Para mostrar a tus enemigos quién eres, para que tiemblen ante ti las naciones,
2 cuando hagas maravillas que no esperábamos.
3 Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios fuera de ti que hiciera tanto por el que espera en él.
4 Sales al encuentro del que practica gozosamente la justicia y tiene presentes tus caminos.
2 cuando hagas maravillas que no esperábamos.
3 Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios fuera de ti que hiciera tanto por el que espera en él.
4 Sales al encuentro del que practica gozosamente la justicia y tiene presentes tus caminos.
Confesión del pecado y súplica
Estabas enojado, y nosotros fracasamos: aparta nuestras culpas, y seremos salvos.
5 Todos estábamos contaminados, nuestra justicia era un trapo sucio;
5 Todos estábamos contaminados, nuestra justicia era un trapo sucio;
todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento.
6 Nadie invocaba tu Nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti;
6 Nadie invocaba tu Nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti;
porque nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa.
7 Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre,
nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.
7 Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre,
nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.
8 No te irrites tanto, Señor, no recuerdes siempre nuestra culpa: mira que somos tu pueblo.
9 Tus santas ciudades son un desierto, Sión se ha vuelto un desierto, Jerusalén una desolación.
10 Nuestro templo, nuestro orgullo, donde te alabaron nuestros padres, ha sido incendiado,
9 Tus santas ciudades son un desierto, Sión se ha vuelto un desierto, Jerusalén una desolación.
10 Nuestro templo, nuestro orgullo, donde te alabaron nuestros padres, ha sido incendiado,
y lo que más queríamos está reducido a escombros.
11¿Te quedas insensible a todo esto, Señor, te callas y nos afliges sin medida?
11¿Te quedas insensible a todo esto, Señor, te callas y nos afliges sin medida?
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