2 Corintios 4,7-18:
Viviendo por al fe
Domingo de la 9 Semana del Tiempo Ordinario, Año B (2Cor 4,6-11)
7 Pero nosotros llevamos ese tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien
que este poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios.
8 Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados;
9 perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados.
10 Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús,
8 Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados;
9 perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados.
10 Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
11 Y así aunque vivimos, estamos siempre enfrentando a la muerte por causa de Jesús,
11 Y así aunque vivimos, estamos siempre enfrentando a la muerte por causa de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
12 De esa manera, la muerte hace su obra en nosotros, y en ustedes, la vida.
13 Pero teniendo ese mismo espíritu de fe, del que dice la Escritura:
12 De esa manera, la muerte hace su obra en nosotros, y en ustedes, la vida.
13 Pero teniendo ese mismo espíritu de fe, del que dice la Escritura:
Creí, y por eso hablé, también nosotros creemos, y por lo tanto, hablamos.
14 Y nosotros sabemos que aquel que resucitó al Señor Jesús nos resucitará con él
y nos reunirá a su lado junto con ustedes.
15 Todo esto es por ustedes: para que al abundar la gracia, abunde también el número
15 Todo esto es por ustedes: para que al abundar la gracia, abunde también el número
de los que participan en la acción de gracias para gloria de Dios.
16 Por eso, no nos desanimamos: aunque nuestro hombre exterior se vaya destruyendo,
16 Por eso, no nos desanimamos: aunque nuestro hombre exterior se vaya destruyendo,
nuestro hombre interior se va renovando día a día.
17 Nuestra angustia, que es leve y pasajera, nos prepara una gloria eterna, que supera toda medida.
18 Porque no tenemos puesta la mirada en las cosas visibles, sino en las invisibles:
17 Nuestra angustia, que es leve y pasajera, nos prepara una gloria eterna, que supera toda medida.
18 Porque no tenemos puesta la mirada en las cosas visibles, sino en las invisibles:
lo que se ve es transitorio, lo que no se ve es eterno.
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