Consuelo de Sión
14–Decía Sión: Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.
15–¿Puede una madre olvidarse de su criatura, dejar de querer al hijo de sus entrañas?
Pero, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.
16 Mira, en mis palmas te llevo tatuada, tus muros están siempre ante mí;
17 los que te construyen van más aprisa que los que te destruían, los que te arrasaban se alejan de ti.
18 Levanta los ojos a tu alrededor y mira: todos se reúnen para venir a ti;
16 Mira, en mis palmas te llevo tatuada, tus muros están siempre ante mí;
17 los que te construyen van más aprisa que los que te destruían, los que te arrasaban se alejan de ti.
18 Levanta los ojos a tu alrededor y mira: todos se reúnen para venir a ti;
por mi vida –oráculo del Señor–, a todos los llevarás como vestido precioso,
serán tu cinturón de novia.
19 Porque tus ruinas, tus escombros, tu país desolado, resultarán estrechos para tus habitantes,
19 Porque tus ruinas, tus escombros, tu país desolado, resultarán estrechos para tus habitantes,
mientras se alejarán los que te devoraban.
20 Los hijos que dabas por perdidos te dirán otra vez: Mi lugar es estrecho, hazme sitio para habitar.
21 –Pero tú te preguntarás: ¿Quién me engendró a éstos? Yo, sin hijos y estéril, ¿quién los ha criado?
20 Los hijos que dabas por perdidos te dirán otra vez: Mi lugar es estrecho, hazme sitio para habitar.
21 –Pero tú te preguntarás: ¿Quién me engendró a éstos? Yo, sin hijos y estéril, ¿quién los ha criado?
Me habían dejado sola, ¿de dónde vienen éstos?
22 –Esto dice el Señor: Mira, con la mano hago seña a las naciones, alzo mi estandarte para los pueblos:
22 –Esto dice el Señor: Mira, con la mano hago seña a las naciones, alzo mi estandarte para los pueblos:
traerán a tus hijos en brazos, a tus hijas las llevarán al hombro.
23 Sus reyes serán tus tutores; sus princesas, tus niñeras;
23 Sus reyes serán tus tutores; sus princesas, tus niñeras;
rostro en tierra te rendirán homenaje, lamerán el polvo de tus pies, y sabrás que yo soy el Señor,
que no defraudo a los seres que esperan en mí.
24 –Pero, ¿se le puede quitar la presa a un soldado, se le escapa su prisionero a un tirano?
25 –Esto responde el Señor: Si a un soldado le quitan su prisionero y la presa se le escapa a un tirano,
24 –Pero, ¿se le puede quitar la presa a un soldado, se le escapa su prisionero a un tirano?
25 –Esto responde el Señor: Si a un soldado le quitan su prisionero y la presa se le escapa a un tirano,
yo mismo defenderé tu causa, yo mismo salvaré a tus hijos.
26 Haré a tus opresores comerse su propia carne, se embriagarán de su sangre como de vino;
26 Haré a tus opresores comerse su propia carne, se embriagarán de su sangre como de vino;
y sabrá todo el mundo que yo soy el Señor, tu salvador, y que tu redentor es el Fuerte de Jacob.
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