Levítico 21,10-15:
La santidad del Sumo Sacerdote
10 El sumo sacerdote, el mayor entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el óleo de la unción y que recibió la investidura revistiéndose los ornamentos, no llevará desgreñada la cabellera ni se rasgará las vestiduras,
11 ni se acercará a cadáver alguno; ni siquiera por su padre o por su madre se le permite contraer impureza.
12 No saldrá del Santuario, y así no profanará el Santuario de su Dios; pues está consagrado con el óleo de la unción de su Dios. Yo soy el Señor.
13 Tomará por esposa una virgen.
14 No se casará con viuda, ni con repudiada, ni con profanada por prostitución, sino que tomará por esposa una virgen de su parentela.
15 Así no profanará a su descendencia entre su pueblo, pues soy el Señor, el que lo santifico”».
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