martes, 5 de julio de 2022

Isaías 57,14-21: Consuelo

Consuelo

14 Abran paso, abran paso, despejen el camino, quiten todo tropiezo del camino de mi pueblo, 
15 porque así dice el Alto y Excelso, Morador eterno, cuyo Nombre es Santo: 
     Yo habito en la altura sagrada, pero estoy con los de espíritu humilde y arrepentido, 
     para reanimar a los humildes, para reanimar el corazón arrepentido. 
16 No estaré recriminando siempre ni me irritaré constantemente, 
     porque entonces sucumbirían ante mí el espíritu y el aliento que yo he creado. 
17 Por su delito me irrité un momento, lo herí y me oculté irritado, 
     él se apartó y siguió por su camino. 
18 Yo vi su conducta, pero lo sanaré, lo guiaré, lo llenaré de consuelos; 
     y a los que hacen duelo por él, 
19 les haré brotar en los labios este canto: 
     Paz al lejano, paz al cercano –dice el Señor–, y lo sanaré. 
20 Los malvados son como el mar agitado, que no pueden calmarse: 
     sus aguas remueven fango y barro. 
21 No hay paz para los malvados –dice mi Dios–.

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