martes, 12 de julio de 2022

Isaías 50,4-11: Sufrimiento y confianza

Sufrimiento y confianza
Domingo de Ramos: ciclos A, B y C

4 Mi Señor me ha dado una lengua de discípulo, para saber decir al abatido una palabra de aliento. 
   Cada mañana me despierta el oído, para que escuche como un discípulo. 
5 El Señor me abrió el oído: yo no me resistí ni me eché atrás: 
6 ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que me arrancaban la barba; 
   no me tapé el rostro ante ultrajes y salivazos. 
7 El Señor me ayuda, por eso no me acobardaba; por eso endurecí el rostro como piedra, 
   sabiendo que no quedaría defraudado.
8 Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. 
   ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. 
9 Miren, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará? 
   Miren, todos se gastan como ropa, los roe la polilla. 
10 ¿Quién de ustedes respeta al Señor y obedece a su siervo? 
     Aunque camine en tinieblas, sin un rayo de luz, que confíe en el Señor y se apoye en su Dios. 
11 Atención, ustedes, los que atizan el fuego y preparan flechas encendidas: 
     caerán a la hoguera de su fuego, bajo las flechas que han encendido. 
     Así los tratará mi mano, quedarán tendidos en el tormento.

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