sábado, 29 de julio de 2017

Romanos 9,6-13: La fidelidad de Dios a sus promesas

Romanos 9,6-13  

9:6 No es cierto que la palabra de Dios haya caído en el vacío. Porque no todos los que descienden de Israel son realmente israelitas.
9:7 Como tampoco todos los descendientes de Abraham son hijos suyos, sino que como dice la Escritura: De Isaac nacerá tu descendencia.
9:8 Esto quiere decir que los hijos de Dios no son los que han nacido de la carne, y que la verdadera descendencia son los hijos de la promesa.
9:9 Porque así dice la promesa: Para esta misma fecha volveré, y entonces Sara tendrá un hijo.
9:10 Y esto no es todo: está también el caso de Rebeca que concibió dos hijos de un solo hombre, Isaac, nuestro padre.
9:11 Antes que nacieran los niños, antes que pudieran hacer el bien o el mal —para que resaltara la libertad de la elección divina,
9:12 que no depende de las obras del hombre, sino de aquel que llama— Dios le dijo a Rebeca: El mayor servirá al menor,
9:13 según lo que dice la Escritura: Preferí a Jacob, en lugar de Esaú.

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