martes, 20 de agosto de 2024

Libro de Josue 9,1-27: Tratado entre Israel y los gabonitas

Libro de Josué
Capítulo 9
EL TRATADO ENTRE ISRAEL Y LOS GABAONITAS

Coalición contra Israel

1 Cuando se enteraron los reyes de Cisjordania, de la montaña, de la Sefela 
   y de toda la costa mediterránea hasta el Líbano –hititas, amorreos, cananeos, fereceos, heveos 
   y jebuseos– 
2 se aliaron para luchar contra Josué e Israel bajo un mando único. 
3 Los de Gabaón se enteraron de lo que había hecho Josué con Jericó y con Ay

Engaño de los gabaonitas
 
4 y actuaron por su parte astutamente; fueron y tomaron provisiones, 
   cargaron los burros con alforjas viejas y odres de vino viejos, rotos y recosidos; 
5 se pusieron sandalias viejas y remendadas y se echaron encima unos mantos viejos; 
   todo el pan que llevaban de comida era pan duro y desmigajado. 
6 Fueron al campamento de Guilgal y dijeron a Josué y a los israelitas: 
   –Venimos de un país lejano. Hagan un tratado de paz con nosotros. 
7 Los israelitas respondieron a aquellos heveos: 
   –A lo mejor viven aquí cerca. ¿Cómo vamos a hacer un tratado de paz con ustedes? 
8 Ellos contestaron a Josué: 
   –Somos vasallos tuyos. Él insistió: 
   –¿Quiénes son ustedes y de dónde vienen? 
9 Le respondieron: –Venimos de un país muy lejano, atraídos por la fama del Señor, tu Dios; 
   porque hemos oído hablar de él, de todo lo que hizo en Egipto, 
10 y de la manera cómo trató a los dos reyes amorreos de Transjordania: 
     Sijón, rey de Jesbón, y Og, rey de Basán, en Astarot. 
11 Nuestros ancianos y la gente de nuestro país nos encargaron: 
     Tomen provisiones para el viaje y marchen a su encuentro a ofrecerse como vasallos suyos. 
     Hagan por tanto una alianza con nosotros. 
12 Miren nuestro pan: lo tomamos caliente en casa el día que emprendimos el viaje hasta aquí, 
     y ya lo ven, está duro y convertido en migajas. 
13 Éstos son los odres de vino: los llenamos nuevos, y ahora están rotos. 
     Éstos son nuestros mantos y las sandalias, gastados por el largo camino.
14 Entonces los israelitas probaron de las provisiones de los viajeros, sin consultar al Señor. 
15 Y Josué les firmó un tratado de paz, comprometiéndose a respetar sus vidas; 
     así se lo juraron también los representantes de la asamblea. 
16 Pero tres días después de haber pactado con ellos se enteraron de que eran vecinos, 
     que vivían allí cerca; 
17 porque los israelitas levantaron el campamento 
     y al tercer día de marcha llegaron a sus poblados: Gabaón, Quefira, Beerot y Quiriat Yearim. 
18 No los atacaron, porque los representantes de la asamblea les habían hecho un juramento 
     por el Señor, Dios de Israel; pero toda la asamblea murmuró contra sus representantes.

Estatuto de los gabaonitas

19 Entonces los representantes dieron explicaciones a la asamblea: 
     –Nosotros les hicimos un juramento por el Señor, Dios de Israel; 
     así que ahora no podemos atacarlos. 
20 Pero vamos a hacer lo siguiente: respetaremos sus vidas, 
     y así no nos vendrá un castigo por quebrar el juramento que les hicimos. 
21 Los representantes les dijeron: Que queden con vida, 
     pero que sean leñadores y aguateros de todo el pueblo.
     Se acordó lo que habían propuesto los representantes. 
22 Josué mandó llamar a los gabaonitas y les dijo: 
     –¿Por qué nos engañaron, diciendo que eran de muy lejos, 
     siendo así que viven cerca de nosotros? 
23 Ahora pesa sobre ustedes una maldición, 
     serán para siempre leñadores y aguateros del templo de mi Dios. 
24 Le contestaron: –Nosotros, servidores tuyos, estábamos informados de lo que el Señor, 
     tu Dios, había dicho a su siervo Moisés: que les daría todo el país, 
     y a todos sus habitantes los aniquilaría ante ustedes; 
     entonces, temblando por nuestra vida, discurrimos aquello. 
25 Ahora estamos en tus manos: haz de nosotros lo que te parezca bien y justo. 
26 Josué los trató como había dicho: los protegió de los israelitas para que no los mataran, 
27 pero aquel día los hizo leñadores y aguateros de la asamblea y del altar del Señor, 
     hasta el día de hoy, donde el Señor quisiera. 


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