martes, 20 de agosto de 2024

Libro de Josué 14,1-15: Tres grandes tribus al oeste del Jordán

Libro de Josué
Capítulo 14

DESCRIPCIÓN DE LAS TRES GRANDES TRIBUS AL OESTE DEL JORDÁN


1 Éstos son los territorios que los israelitas recibieron como herencia en el país de Canaán, 
   repartidos por el sacerdote Eleazar, Josué, hijo de Nun, 
   y los cabezas de familias de las tribus de Israel. 
2 Ellos lo repartieron echando suertes, como había ordenado el Señor, por medio de Moisés, ´
   a las nueve tribus y media. 
3 Ya antes Moisés les había asignado herencia en Transjordania 
   a dos tribus y media pero a los levitas no les asignó ninguna herencia en medio de ellos. 
4 Los descendientes de José formaban dos tribus: Manasés y Efraín; 
   pero a los levitas no les asignaron ningún territorio en el país, 
   sino ciudades para habitar con sus correspondientes campos para criar sus ganados y rebaños. 
5 Los israelitas hicieron el reparto de tierra como el Señor había mandado a Moisés. 

La parte de Caleb 
Nm 14

6 Los de Judá se acercaron a Josué en Guilgal, y Caleb, hijo de Jefoné, el queniceo, le dijo: 
   –Ya sabes el encargo que, por orden del Señor, te dio para mí, 
   Moisés hombre de Dios en Cades Barnea. 
7 Cuarenta años tenía yo cuando Moisés, siervo del Señor, 
   me envió desde Cades Barnea a reconocer el país, y volví con una información fidedigna. 
8 Los compañeros que habían ido conmigo desanimaron a la gente; 
   yo, en cambio, seguí plenamente al Señor, mi Dios, 
9 y Moisés juró aquel día: 
   La tierra que han pisado tus pies será tu herencia y la de tus hijos por siempre, 
   porque has seguido plenamente al Señor, mi Dios. 
10 Ahora ves que el Señor me ha conservado la vida, como prometió. 
     Cuarenta y cinco años han pasado desde que el Señor se lo dijo a Moisés, 
     cuando Israel andaba por el desierto; hoy cumplo ochenta y cinco años, 
11 y todavía estoy tan fuerte como el día en que me envió Moisés: 
     me siento ahora tan fuerte como entonces para luchar y para emprender lo que sea. 
12 Por eso, dame ese monte que me prometió aquel día el Señor. 
     Tú lo oíste: que aquí vivían los enaquitas y que sus ciudades eran grandes y fortificadas. 
     Ojalá el Señor esté conmigo y logre expulsarlos como él prometió. 
13 Entonces Josué lo bendijo y dio Hebrón en herencia a Caleb, hijo de Jefoné. 
14 Por eso Hebrón pertenece por herencia a Caleb, hijo de Jefoné, el queniceo, hasta el día de hoy, 
     por haber seguido plenamente al Señor, Dios de Israel. 
15 Hebrón se llamaba antiguamente Quiriat Arbá, por el gigante enaquita. Y el país quedó en paz. 

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