Números 11,31-35:
Las codornices
31 Entonces se levantó un viento enviado por el Señor, que trajo del mar una bandada de codornices
y las precipitó sobre el campamento. Las codornices cubrieron toda la extensión de un día de camino,
a uno y otro lado del campamento, hasta la altura de un metro sobre la superficie del suelo.
32 El pueblo se puso a recoger codornices todo el día, toda la noche y todo el día siguiente.
32 El pueblo se puso a recoger codornices todo el día, toda la noche y todo el día siguiente.
El que había recogido menos, tenía diez medidas de unos cuatrocientos cincuenta litros cada una.
Y las esparcieron alrededor de todo el campamento.
33 La carne estaba todavía entre sus dientes, sin masticar, cuando la ira del Señor
33 La carne estaba todavía entre sus dientes, sin masticar, cuando la ira del Señor
se encendió contra el pueblo, y el Señor lo castigó con una enorme mortandad.
34 El lugar fue llamado Quibrot Hataavá –que significa Tumbas de la Gula–
34 El lugar fue llamado Quibrot Hataavá –que significa Tumbas de la Gula–
porque allí enterraron a la gente que se dejó llevar por la gula.
35 Desde Quibrot Hataavá el pueblo siguió avanzando hasta Jaserot, y allí se detuvo.
35 Desde Quibrot Hataavá el pueblo siguió avanzando hasta Jaserot, y allí se detuvo.
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