martes, 5 de julio de 2022

Isaías 59,1-15: El pecado, obstáculo a la salvación

El pecado, obstáculo a la salvación

1 Mira, la mano del Señor no se queda corta para salvar ni es duro de oído para oír; 
2 son las culpas de ustedes las que se interponen entre ustedes y su Dios; 
   son sus pecados los que les ocultan su rostro, e impiden que los oiga; 
3 pues las manos de ustedes están manchadas de sangre, sus dedos, de crímenes; 
   sus labios dicen mentiras, sus lenguas susurran maldades. 
4 No hay quien invoque la justicia ni quien vaya a juicio con sinceridad; 
   se apoyan en la mentira, afirman la falsedad, conciben el crimen y dan a luz la maldad. 
5 Incuban huevos de serpiente y tejen telarañas: quien coma esos huevos morirá; 
   si se rompen, salen víboras. 
6 Sus telas no sirven para vestidos; son tejidos que no pueden cubrir. 
   Sus obras son obras criminales, sus manos ejecutan la violencia. 
7 Sus pies corren hacia el mal, tienen prisa por derramar sangre inocente; 
   sus planes son planes criminales, destrozos y ruinas dejan a su paso. 
8 No conocen el camino de la paz, no existe el derecho en sus senderos, se abren sendas torcidas; 
   quien las sigue, no conoce la paz. 
9 Por eso está lejos de nosotros el derecho y no nos alcanza la justicia: 
   esperamos la luz, y vienen tinieblas; claridad, y caminamos a oscuras. 
10 Como ciegos vamos palpando la pared, andamos a tientas como gente sin vista; 
     en pleno día tropezamos como al anochecer, en pleno vigor estamos como los muertos.
11 Gruñimos todos igual que osos y nos quejamos como palomas. 
     Esperamos en el derecho, pero nada; en la salvación, y está lejos de nosotros. 
12 Porque nuestros crímenes contra ti son muchos, y nuestros pecados nos acusan; 
     tenemos presentes nuestros crímenes y reconocemos nuestras culpas: 
13 rebelarnos y negar al Señor, volver la espalda a nuestro Dios, hablar de opresión y revuelta, 
     planear por dentro engaños; 
14 y así se tuerce el derecho y la justicia se queda lejos, porque en la plaza tropieza la honradez, 
     y a la sinceridad no la dejan entrar; 
15 la lealtad está ausente, y despojan a quien evita el mal.

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