lunes, 11 de julio de 2022

Isaías 45.1-25: Investidura de Ciro

Investidura de Ciro

1 Así dice el Señor a su ungido, Ciro, a quien lleva de la mano: 
   Doblegaré ante él naciones, desarmaré a los reyes, abriré ante él las puertas, 
   los batientes no se le cerrarán.
2 Yo iré delante de ti allanándote cerros; haré trizas las puertas de bronce, 
   arrancaré los cerrojos de hierro, 
3 te daré tesoros ocultos, caudales escondidos. 
   Así sabrás que yo soy el Señor, que te llamo por tu nombre, el Dios de Israel.
4 Por mi siervo, Jacob; por Israel, mi elegido. 
   Te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. 
5 Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay dios. 
   Te pongo la insignia, aunque no me conoces, 
6 para que sepan de oriente a occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro: 
7 artífice de la luz, creador de las tinieblas, autor de la paz, creador de la desgracia; 
   yo, el Señor, hago todo esto.  
8 Cielos, destilen el rocío; nubes, derramen la victoria; 
   ábrase la tierra y brote la salvación, y con ella germine la justicia: yo, el Señor, lo he creado. 
9 ¡Ay del que pleitea con su artífice, vasija contra el alfarero! 
   ¿Acaso dice la arcilla al artesano: Qué estás haciendo, tu vasija no tiene asas? 
10 ¡Ay del que le dice al padre: ¿Qué engendras?, o a la mujer: ¿Por qué te retuerces? 
11 Así dice el Señor, el Santo de Israel, su artífice: Y ustedes, ¿van a pedirme cuentas de mis hijos? 
    ¿Me van a dar instrucciones sobre la obra de mis manos?
12 Yo hice la tierra y creé sobre ella al hombre; mis propias manos desplegaron el cielo, 
     y doy órdenes a su entero ejército. 
13 Yo lo he suscitado para la victoria y allanaré todos sus caminos: 
     él reconstruirá mi ciudad, libertará a mis deportados sin precio ni soborno 
     –dice el Señor Todopoderoso–. 
14 Así dice el Señor: Los obreros de Egipto, los mercaderes de Nubia 
     y los sabeos de alta estatura a ti pasarán, tuyos serán, tras de ti marcharán, 
     desfilarán en cadenas; se postrarán ante ti y te suplicarán: 
     Sólo en ti está Dios, y no hay más dioses.
15 Es verdad: Tú eres el Dios escondido, el Dios de Israel, el Salvador. 
16 Derrotados, fracasados todos juntos, se marchan con su fracaso los fabricantes de ídolos, 
17 mientras el Señor salva a Israel con una salvación perpetua, 
     y no serán derrotados ni fracasarán nunca jamás. 
18 Así dice el Señor, creador del cielo –él es Dios–, el que modeló la tierra, la fabricó y la afianzó; 
     no la creó vacía, sino que la formó habitable: Yo soy el Señor y no hay otro. 
19 No hablé a escondidas, en un país tenebroso; no dije a la estirpe de Jacob: 
     Búsquenme en el vacío. Yo soy el Señor que pronuncia sentencia y declara lo que es justo. 
20 Reúnanse, vengan, acérquense juntos, supervivientes de las naciones: 
     No discurren los que llevan su ídolo de madera y rezan a un dios que no puede salvar. 
21 Declaren, expongan las pruebas, que deliberen juntos: 
     ¿quién anunció esto desde antiguo, quién lo predijo desde entonces? 
     ¿No fui yo, el Señor? No hay otro Dios fuera de mí. 
     Yo soy un Dios justo y salvador, y no hay ninguno más. 
22 Vengan a mí para ser salvados, confines de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay otro. 
23 Lo juro por mi Nombre, de mi boca sale una sentencia, una palabra irrevocable: 
     Ante mí se doblará toda rodilla, por mí jurará toda lengua. 
24 Dirán: Sólo el Señor tiene la justicia y el poder. 
     A él vendrán derrotados los que se enfurecían contra él, 
25 por el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.

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