Adoración de la Santísima Trinidad, Todos los santos, 1511
Alberto Durero
Pintura flamenca
Óleo sobre tabla
135 x 123,4 cm.
Kunsthistorisches Museum
El cuadro fue un encargo de Martin Landauer para el Hospital de los Doce Hermanos, de Nüremberg. Debía colocarse en la capilla de Todos los Santos, por lo que el artista debía representar a todos los santos.
La superficie se ha dividido en tres niveles: el terrenal, el intermedio y el divino. El espectador se integra en el nivel terrenal, donde Durero le introduce en la adoración de la Santísima Trinidad. Durero sostiene en una cartela su nombre y la fecha de realización del cuadro.
En el nivel intermedio aparecen los intercesores tradicionales entre los fieles y los personajes sagrados: papas, reyes, obispos, y algunos conocidos de Durero, como Martin Landauer, la familia Heller y el emperador Maximiliano.
Por último, en el nivel superior aparecen Cristo, Dios, el Espíritu Santo, la Virgen, San Juan y el resto de los santos. Todo ello está traspasado por una luz suave y homogénea que da unidad a todos los niveles, desde el hermoso paisaje con el lago alpino Garda, hasta las nubes que rodean la Trinidad. Tal vez el secreto del funcionamiento de la composición sea esta misma luz, símbolo del poder creador de Dios y cuyo manejo había aprendido el pintor en Venecia.
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