“Es necesario ser santo para hacer santos”
San Claudio de la Colombiere
Nacido en las cercanías de Lyon en el seno de una familia de notarios y magistrados, San Claudio fue capaz de colocar al servicio de su obra evangelizadora el conocimiento y los contactos a los que había accedido por su acomodada cuna.
San Claudio y Santa Margarita de Alacoque
Ingresó en la Compañía de Jesús y, como superior de su comunidad, fue nombrado confesor de las religiosas de la Visitación de Paray-le-Monial. Allí entró en contacto con Santa Margarita María de Alacoque, receptora de visiones del Sagrado Corazón de Jesús. San Claudio disipó los temores de la religiosa de que aquellas experiencias místicas fueran obra demoniaca y encauzó y dio forma a las revelaciones de Santa Margarita. Juntos fueron los principales impulsores de la devoción al Sagrado Corazón y juntos fueron representados en este óleo que figura en la capilla sepulcral del santo, en Paray-le-Monial.
¡San Claudio de la Colombiere, Santa Margarita de Alacoque, rogad por nosotros!
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