Hoy celebramos nuevamente a la Virgen con un vestido que me encanta: El de la Merced.
Hacer una merced a alguien es darle un regalo. Y en los años difíciles de las incursiones de los moros en España que hacían cautivos por montones para que se pudrieran en las cárceles del norte de África o para venderlos como esclavos, La Virgen, nuestra madre quiso hacer la merced más grande: sacarlos de esa situación a través de un grupo de hombres entregados al amor que viene de la fe verdadera.
Por eso Nuestra Madre de la Merced lleva el vestido blanco de la vida, la libertad y la justicia que regala a manos llenas a quienes se quieran proteger bajo su manto.
Reina de Barcelona cúbrenos con tu manto y enséñanos a ser mercedarios como tú, capaces de ir derramando mercedes a manos llenas por todos los lugares donde nos encontremos.
Felicidades a Barcelona, a Bahía Blanca y a todas las Mercedes.
+ SOBRE NTRA. SRA. DE LAS MERCEDES
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