jueves, 22 de julio de 2010

El arte de escuchar y los frutos de la escucha



















El numero de mayo-julio 2010 de la revista La Sagrada Familia dedica varios articulos al "saber escuchar". Hace unos dias leia otro articulo sobre el mismo tema, con otro titulo: "Lo decisivo es escuchar". Este articulo aparecia en un blog y dio lugar a mas de 40 comentarios, originando un interesante coloquio.

Muchas personas recuerdan historias y anecdotas de los anyos en que aprendieron a leer, a escribir y expresarse con correccion. Yo mismo recuerdo a uno de mis maestros, don Emiliano Vega (quinto de primaria), diciendome:
-Vuelve a repetir lo que has dicho, Julio.
- Que me se ha olvidado.
- Repitelo de nuevo.
- Que me se ha olvidado.
- Como dices? Y ahora dilo bien.
- Que me se ha olvidado.
- A ver, no se dice 'me se ha olvidado' sino 'se me ha olvidado'.
- Pues, que se me ha olvidado.
- Muy bien y, recuerda, semana antes que mes: se... me... ha olvidado.

Sin embargo, hay menos anecdotas escolares que nos recuerden la importancia de saber escuchar. Y la mayoria de ellas estan relacionadas con el castigo: "A ver, fulanito, castigado por hablar!", "Menganito, o se calla o se va al despacho del prefecto de disciplina!".

Incluso cuando aprendimos las primeras oraciones teniamos que aprender de memoria palabras, palabras, palabras. Muy pocos aprendieron entonces los primeros pasos del arte de escuchar.

Cuando veo a un grupo de ninos discutir me acuerdo de tiempos mejores. Los ninos, cuando comprenden el mensaje del que esta hablando, se arrebatan la palabra sin que nadie se moleste. Es mas tarde cuando empezamos con "dejame que acabe", "como te repites", "que pesado eres"...

Si hablamos pero no escuchamos no hay dialogo. Tambien ocurre a veces que escuchar se convierte en un valor por si mismo. Uno habla y el otro escucha, sin que se llegue a producir el intercambio tan ansiado. Entonces, tampoco hay dialogo. Esto lo deja muy claro el P. Oscar Pulido Camacho en "Te sientes escuchado/a?" (p.13-14). Por eso, me parece mas interesante que nos preguntemos por los "frutos" de escuchar.

Por ejemplo: Escuchar a esta persona nos conduce a alguna parte? Escuchar, me ayuda a superar mis dudas, temores, paralisis para actuar...? Escuchar, afecta a mi  humildad o a mi orgullo? Escuchar, renueva mis energias o me las apaga? Escuchar, me inspira unos pensamientos y sentimientos nuevos o mas de lo mismo?

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