domingo, 16 de mayo de 2010

La Ascension del Señor

Los cuarenta dias que transcurren desde el descubrimiento de la tumba vacia y la ascension del Senor al lado de Dios (Padre) fueron determinantes en la fe de los apostoles y los discipulos de Jesus.

Los cuarenta dias fueron una peregrinacion interior. Durante esos dias aprendieron de nuevo a conocer a Jesus: quien es, por que y para que les habia llamado. Las apariciones de Jesus se convirtieron en una autentica catequesis para los apostoles y discipulos. Jesus les explica otra vez las escrituras, derribando prejuicios y falsas expectativas.

La ascension de Jesus es un misterio que no se puede abarcar en su totalidad con imagenes o palabras. Hay mas de un relato de la ascension de Jesus y estan escritos desde diferentes perspectivas: la marcha de Jesus, la esperanza de la comunidad... El episodio de la ascension de Jesus no deberia leerse como leemos las noticias de un periodico porque la intencion del evangelista es formar en la fe.

La ascension de Jesus al Padre pone de manifiesto dos creencias que son fundamentales en la fe cristiana.

La primera, es que no fuimos creados para vivir y morir en esta tierra; fuimos creados como "imagen de Dios" (Genesis 1-2); por este motivo, el significado, sentido y finalidad de nuestras vidas no los encontramos aqui sino en Dios mismo.

La segunda, es que nuestra persona (cuerpo, personalidad, caracter, identidad...) no es un desperdicio, es decir, algo que merezca ir a la fosa debido a nuestra debilidad, fracaso y pecado. Para algunas religiones, filosofias y espiritualidades, el cuerpo, el caracter, las pasiones... no solamente no nos ayudan a ser lo que estamos llamados a ser, sino que ademas son un obstaculo que nos separa de nuestro propio ideal y de Dios.

Un misterio (que no se puede abarcar con palabras) de la fe cristiana es que Dios se hizo carne (encarnacion). El cuerpo, la carne, las emociones, el caracter... de Jesus nos muestran lo que nosotros mismos estamos llamado a ser; por eso, los bautizados no creemos que nuestro cuerpo sea un obstaculo o una carga que hay que soportar, sino un don y una ayuda para ser lo que estamos llamados a ser.

Nada creado por Dios se perdera. En la ascension de Jesus asi queda patente.

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