2,1-5: La asamblea de Jerusalén
1 Al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo a Tito.
2 Lo hice en virtud de una revelación divina, y les expuse el Evangelio que predico entre
los paganos, en particular a los dirigentes, para asegurarme que no corría o no había corrido en
vano.
3 Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo y era de origen pagano, fue obligado a circuncidarse,
4 a pesar de los falsos hermanos que se habían infiltrado para coartar la libertad que tenemos
en Cristo Jesús y reducirnos a la esclavitud.
5 Con todo, ni por un momento les hicimos concesiones, a fin de salvaguardar para ustedes
la verdad del Evangelio.
2 Lo hice en virtud de una revelación divina, y les expuse el Evangelio que predico entre
los paganos, en particular a los dirigentes, para asegurarme que no corría o no había corrido en
vano.
3 Pero ni siquiera Tito, que estaba conmigo y era de origen pagano, fue obligado a circuncidarse,
4 a pesar de los falsos hermanos que se habían infiltrado para coartar la libertad que tenemos
en Cristo Jesús y reducirnos a la esclavitud.
5 Con todo, ni por un momento les hicimos concesiones, a fin de salvaguardar para ustedes
la verdad del Evangelio.
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