Génesis 11,1-9
Viernes de la 6 Semana del Tiempo Ordinario, Año I
Viernes de la 6 Semana del Tiempo Ordinario, Año I
Vigilia de Pentecostés
Toda la tierra hablaba una misma lengua con las mismas palabras. Al emigrar los hombres desde oriente, encontraron una llanura en la tierra de Senaar y se establecieron allí. Se dijeron unos a otros:
— Vamos a preparar ladrillos y a cocerlos al fuego.
Y emplearon ladrillos en vez de piedras, y alquitrán en vez de argamasa. Después dijeron:
— Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance el cielo, para hacernos un nombre, no sea que nos dispersemos por la superficie de la tierra.
El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres. Y el Señor dijo:
— Puesto que son un solo pueblo con una sola lengua y esto no es más que el comienzo de su actividad, ahora nada de lo que decidan hacer les resultará imposible. Bajemos, pues, y confundamos allí su lengua, de modo que ninguno entienda la lengua del prójimo.
El Señor los dispersó de allí por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad. Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra, y desde allí los dispersó el Señor por la superficie de la tierra.
Toda la tierra hablaba una misma lengua con las mismas palabras. Al emigrar los hombres desde oriente, encontraron una llanura en la tierra de Senaar y se establecieron allí. Se dijeron unos a otros:
— Vamos a preparar ladrillos y a cocerlos al fuego.
Y emplearon ladrillos en vez de piedras, y alquitrán en vez de argamasa. Después dijeron:
— Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance el cielo, para hacernos un nombre, no sea que nos dispersemos por la superficie de la tierra.
El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres. Y el Señor dijo:
— Puesto que son un solo pueblo con una sola lengua y esto no es más que el comienzo de su actividad, ahora nada de lo que decidan hacer les resultará imposible. Bajemos, pues, y confundamos allí su lengua, de modo que ninguno entienda la lengua del prójimo.
El Señor los dispersó de allí por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad. Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra, y desde allí los dispersó el Señor por la superficie de la tierra.
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