jueves, 27 de agosto de 2015

27 de agosto: Santa Mónica, madre de san Agustín


MÁS INFORMACIÓN SOBRE SANTA MÓNICA:
por Celestino Hueso, S.F., 

27 de agosto: SANTA MÓNICA, por Celestino Hueso, S.F.


A Santa Mónica, nuestra santa de hoy, también le he tenido siempre un cariño especial y, como veréis, no es para menos. Baste decir que consiguió la conversión de su hijo, su esposo y, algo casi increíble, su suegra. Y no lo digo porque considere que las suegras sean malas, sino porque ésta en concreto, lo era.

Mónica hubiera querido dedicarse a la vida de piedad, pero ya se sabe que en esa época, quienes decidían los casorios eran los padres. Así es que le endosaron un marido, llamado Patricio, que era colérico, borracho, jugador, parrandero y mujeriego a más no poder, y del que tuvo tres hijos. Le hizo pasar las de Caín a la pobre mujer.
¡Eso sí nunca le pegó! ¿Qué cómo se explica?

Santa Mónica decía a sus vecinas, a quienes sí calentaban de tanto en tanto, que cuánto más de mal genio se ponía su esposo más amorosa se ponía ella. Y ya se sabe que, cuando uno no quiere, dos no se pelean.
Consiguió que Patricio se convirtiera poco antes de morir y entonces se dedicó a la suegra que era realmente de armas tomar pero ya se sabe que la santidad lo consigue todo por difícil que parezca.

Le faltaba lo más difícil, su hijo Agustín, que era un calavera y un sinvergüenza de tomo y lomo. Con constancia, oración y lágrimas hizo de él un santo. Pero bueno eso ya es harina de otro costal que explicaremos mañana.

Hoy es Santa Mónica, una gran mujer y gran santa. Felicidades a todas las que llevan este lindo nombre, entre las que cuento también a varias amigas.

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Madre de San Agustín (vídeo) 

JUEVES DE LA 21 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año I (Lecturas)

1Tesalonicenses 3,7-13
Salmo 89,3-4.12-13.14.17
Mateo 24,42-51

1Tesalonicenses 3,7-13

En medio de todos nuestros aprietos y luchas, vosotros, con vuestra fe, nos animáis; ahora nos sentimos vivir, sabiendo que os mantenéis fieles al Señor. ¿Cómo podremos agradecérselo bastante a Dios? ¡Tanta alegría como gozamos delante de Dios por causa vuestra, cuando pedimos día y noche veros cara a cara y remediar las deficiencias de vuestra fe! Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús nos allanen el camino para ir a veros. Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.

Salmo 89,3-4.12-13.14.17

R. Sácianos de tu misericordia, Señor, 
y estaremos alegres

Tú reduces al hombre a polvo, diciendo:
«Retornad, hijos de Adán.»
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó;
una vela nocturna.
R. Sácianos de tu misericordia, Señor, 
y estaremos alegres

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos.
R. Sácianos de tu misericordia, Señor, 
y estaremos alegres

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
R. Sácianos de tu misericordia, Señor, 
y estaremos alegres

Mateo 24,42-51

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

miércoles, 26 de agosto de 2015

Jesús y su familia en los evangelios. "El modelo de Jesús es la alternativa a la familia patriarcal", por Evaristo Villar

Se habla de la "familia cristiana" como institución que prolonga la familia modélica de Jesús. Pero, a la luz de los evangelios, ¿fue tan modélica la familia de Jesús?

1. El conflicto en la familia de Jesús

Entre la extrañeza por las obras que hace y el poco aprecio de sus paisanos por la humildad de su origen, los tres evangelios sinópticos dejan constancia de la familia de Jesús: "¿No es este el carpintero [Mt 13,55 dice "el hijo del carpintero, y Lc 4, 22, del "hijo de José"], el hijo de María y hermano de Santiago y José, de Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas con nosotros", Mc 6,3?1

Contrariamente a la aparente "armonía familiar", los evangelios sinópticos, más pegados al tiempo real de Jesús, dan algunas noticias sobre el comportamiento de la familia de Jesús antes de la pascua. Y no son precisamente apologéticas. Reflejan grandes tensiones entre Jesús y sus familiares. Una relación nada armónica que va desde el escepticismo que refleja el evangelio de Juan ("es que ni siquiera sus hermanos creían en él", Jn 7,5) hasta el conflicto, como veremos a continuación.

La escena que cuenta Marcos (Mc 3,21-31), seguido de Mateo y de Lucas, es paradigmática. Jesús está en casa de Pedro y una multitud, descontenta ("no podían ni comer") se apiña a su entorno. Pero "al enterarse los suyos se pusieron en camino para echarle mano, pues decían que había perdido el juicio... Llegó su madre con sus hermanos y, quedándose fuera, lo mandaron llamar".

La fama de la familia, en especial de María, su madre, está en entredicho. "El hijo sensato, como rezaba el refrán popular, es alegría del padre, pero el hijo necio es pena para la madre" (Prov 10,1). En una sociedad agraria como aquella, el reconocimiento de la madre está en el número y valía de hijos varones; pero el fracaso de estos acarrea también el fracaso de la madre. Por esta razón han venido su madre y sus hermanos para retornarlo a la cordura familiar.

Entre la multitud, sentada en semicírculos a los pies de Jesús, alguien le pasa el aviso: "Tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera". Ni siquiera entran para no hacerse cómplices de sus extravíos. Jesús reacciona con una pregunta: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" A nadie, y menos a su madre, le podía dejar buen estómago esta respuesta. Si no fuera por la aclaración que, después de observar la reacción del auditorio, él mismo hace, cabría pensar en una grave desconsideración con su familia. Pero no parece ser esa la intención de Jesús. En su respuesta deja claro que lo que más profundamente vincula a los seres humanos no es el origen, sino la participación en el mismo proyecto. "Mi madre y mis hermanos, dice, son quienes se ponen en camino para hacer lo que Dios anhela". La participación en el Reino de Dios, viene a decir, no se funda tanto en la sangre o la carne, representada allí por su madre y hermanos, cuanto en el proyecto de fraternidad que constituye a la gente en hermanos y hermanas.

Reforzando esta escena emblemática de la casa de Pedro -pero ahora sin la presencia de los familiares directos- está esta otra que narra exclusivamente Lucas en 11, 27-28. Es notorio que el establishment judío no soporta de buen grado la transformación física y mental de la gente que sigue y oye los discursos de Jesús. El poder oficial le acusa de magia por la terapia que practica y le exige señales del cielo para acreditar el origen divino de sus poderes. En estas, una mujer que lo viene siguiendo y conoce la esperanza que infunde en las masas, grita mirando a Jesús y contra la ceguera de los dirigentes: "Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron". Jesús no la desmiente, pero aclara en seguida que la dicha, aun de esa madre afortunada, no está tanto en la vinculación natural con él, sino en la fidelidad de ambos al proyecto global de Dios: "Dichosos, mejor, los que escuchan el mensaje de Dios y lo cumplen".

2. Apuntando directamente a las causas

El extraño comportamiento de Jesús con su madre y sus hermanos apunta directamente a las causas: su modelo de familia, como luego veremos, no coincide con el que ellos representan. El de Jesús es justamente la alternativa a la familia patriarcal. Veamos algunos ejemplos:

- El referente a la paz y la espada, en Lc 12 51-53: "¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? Os digo que paz no, sino división. Porque, de ahora en adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; se dividirá padre contra hijo e hijo contra padre, madre contra hija e hija contra madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra".

La decisión a favor o en contra de Jesús está causando, en las comunidades de Lucas, una división profunda en el seno de las familias. No hay paz, sino guerra porque se están enfrentando dos proyectos alternativos, el de la verticalidad patriarcal y el de horizontalidad del proyecto de Jesús. Y todo esto se manifiesta tanto en el conflicto generacional que enfrenta a los hijos con los padres como en el conflicto de género que rompe la dependencia de las mujeres frente a los varones.

- Odiar a la propia familia (Lc 14, 26). La expresión, para nuestra sensibilidad, resulta hiriente. No nos está permitido odiar a nadie y menos a la propia familia. Tampoco encaja bien en el pensamiento real de Jesús. Este aparece certeramente expresado en este dicho a propósito de los enemigos: "Os han enseñado que se mandó: amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos" (Mt 5, 43).

Los paralelismos con otros lugares del Antiguo y Nuevo Testamento han inclinado a los exégetas a traducir el verbo griego "miseo" (odiar) por "amar menos" o "amar más" (como en Mt 10,37). Las nuevas Biblias castellanas entienden adecuadamente la opción alternativa por el seguimiento de Jesús al traducir este semitismo por "preferir": "Si uno quiere ser de los míos y no me prefiere a su padre y a su madre...". Superado este semitismo, estamos, como en el dicho anterior sobre la paz y la espada, ante la doble ruptura generacional y de género. Ante el peligro de convertir la familia en gueto privilegiado y clasista, excluyente de los extraños y frecuente foco de egoísmo colectivo y posesivo, Jesús ofrece un proyecto de familia abierta, levantada sobre la gratuidad y la universalidad

- El divorcio o la igualdad del hombre y la mujer (Mc 10,11; Mt 19,8; Lc 16,18). Los tres evangelios sinópticos reflejan este dicho de Jesús. Pero, mientras Marcos lo acomoda a la mentalidad grecorromana, más liberal, Lucas se mantiene más pegado a la tradición androcéntrica judía: "Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una repudiada comete adulterio". 

Jesús no se opone a la legislación judía que convierte al divorcio en privilegio del varón. En este contexto jurídico, contra el que Jesús reacciona, se rompe el proyecto ideal del Génesis 2, 24 que apunta a la constitución, desde el amor, de un solo ser sin sometimientos ni dominios en la pareja. La ley judía está siendo injusta porque deshumaniza a la mujer y a toda la familia sometiéndolos al dominio del patriarca. El conflicto, una vez más, surge entre la igualdad que propugna el Reino y el sometimiento que vige en la familia patriarcal, reflejo, a su vez, del dominio de la clase dominante sobre el pueblo.

3. La alternativa de Jesús o la familia Dei

El tipo de familia que propone Jesús es una respuesta crítica y, a la vez, una propuesta alternativa al modelo patriarcal vigente. Surge como reacción espontánea a la provocación ética que está generando la realidad sociopolítica y religiosa de la Galilea de su tiempo. Una realidad impuesta desde el poder que está dejando fuera de las instituciones oficiales a mucha gente. No podía ser nunca bueno un sistema que ignora y excluye a la mayoría social. Y la familia androcéntrica y patriarcal, que reproduce en el espacio doméstico este mismo desajuste social, es, por este motivo, rechazable.

Su propuesta o tipo de familia que Jesús propone y pone él mismo en marcha se concentra en lo que él mismo consideraba la familia Dei. En esquema, se reduce a las dos claves siguientes:

Frente a la familia patriarcal fundada sobre la propiedad de los bienes y de las personas que se convierte en un sistema cerrado, excluyente y posesivo, el nuevo proyecto se levanta sobre la sociabilidad y la gratuidad de los bienes y las personas, abierto a la inclusión y la universalidad. Y frente a la verticalidad que se impone desde arriba y reproduce el viejo (des)orden de autarquía y sumisión, Jesús propone un nuevo tipo desde abajo que se levanta desde la autonomía e igualdad de todos los miembros. Al poder monárquico y absoluto de la figura del padre que todo lo somete y domina se opone la toma de conciencia de la igual dignidad desde la que todas y todos son hermanos: "Vosotros, en cambio, no llaméis a nadie "padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro "Padre": el del cielo" (Mt 23, 9).

De entre la multitud de gente que lo seguía, algunas personas se comprometen con el nuevo modelo. Provienen des distintas situaciones. Un colectivo amplio lo constituyen los que nada tienen, víctimas del sistema; otros lo hacen por vocación.

El primer grupo lo constituyen los que Holl calificó de "malas compañías", es decir, los pobres y mendigos, los sin hogar y sin tierra, desarraigados y siempre en camino. Entre los segundos se cuentan los que, por opción, han dejado casa, hacienda o familia. Unos y otros van creando en torno a Jesús círculos de pertenencia de forma espontánea, desde los "meros oidores de su palabra" y los discípulos y discípulas que lo siguen de forma itinerante entre las aldeas hasta los mismos labradores que ponen su casa y sus bienes a disposición de lo que anuncia un nuevo estilo de vida, el del Reino de Dios.

Una reflexión final

Pretender trasladar la realidad de hoy al evangelio y querer descubrir en él la presencia explícita de todos y cada uno de los tipos de convivencia que hoy se dan, es, quizás, demasiado artificial. Pero tampoco sería correcto dejar tanta vida fuera del evangelio.

Hay, a mi modo de ver, dos instancias desde las que todos estos tipos de familia entran por la puerta grande en la nueva Familia de Jesús o Familia Dei: desde la situación de exclusión, rechazo y marginación de la que-si no jurídicamente en algunos países- están siendo objeto sociopolítica y religioso-culturalmente en la "buena sociedad" y en las viejas iglesias. Son ellos hoy aquellas "malas compañías" de las que quiso rodearse Jesús en su día. Esto en primer lugar. Y, luego, desde el principio del amor, omnipresente en todos los rincones de los evangelios. También hoy se puede oír la propuesta de Jesús: "Amadlos como yo los he amado".

Fuente: religiondigital.com

Mateo 23,27-36: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas!"

Mateo 23,27-32

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!"

martes, 25 de agosto de 2015

Mateo 23,23-26: "Lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe"

Mateo 23,23-26
Martes de la 21 Semana del Tiempo Ordinario, Año I

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera."

MARTES DE LA 21 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año I (Lecturas)

I Tesalonicenses 2,1-8
Salmo 138: Señor, tú me sondeas y me conoces
Mateo 23,23-26

I Tesalonicenses 2,1-8

Sabéis muy bien, hermanos, que nuestra visita no fue inútil. A pesar de los sufrimientos e injurias padecidos en Filipos, que ya conocéis, tuvimos valor -apoyados en nuestro Dios- para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado el Evangelio, y así lo predicamos, no para contentar a los hombres, sino a Dios, que aprueba nuestras intenciones.Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia disimulada. Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado autoritariamente; por el contrario, os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.

Salmo 138: Señor, tú me sondeas y me conoces

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.
R. Señor, tú me sondeas y me conoces

No ha llegado la palabra a mi lengua, / y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.
R. Señor, tú me sondeas y me conoces

Mateo 23,23-26

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera."

sábado, 22 de agosto de 2015

¿Fue El Padre Pío crucificado como Jesús?, por José María Zavala, historiador


Por expreso deseo del Papa Francisco, el cuerpo incorrupto del Padre Pío será expuesto para todos los públicos en la Basílica de San Pedro del 8 al 14 de febrero de 2016, en pleno Año de la Misericordia.

Y entre tanto, muchos se preguntarán aún en España quién era San Pío de Pietrelcina (1887-1968), tal vez el santo más venerado hoy en Italia y, desde luego, el único sacerdote estigmatizado en toda la historia de la Iglesia.

A propósito de sus estigmas en manos, pies y costado durante cincuenta años consecutivos, sangrantes a diario, a los que el Padre Pío aludía enigmático como «el secreto del Rey», tuve el privilegio de consultar en su día los informe médicos conservados en el proceso de canonización para componer mi libro «Padre Pío» (LibrosLibres), con diez ediciones ya en España y traducciones a varios idiomas, incluido el italiano.

Las primeras señales del prodigio aparecieron a finales de 1910, a la edad de 23 años. Lo sabemos por una carta a su entonces director espiritual, padre Benedetto, datada el 8 de septiembre del año siguiente. Pero los estigmas no se hicieron visibles hasta ocho años después, desde la tarde del 5 de agosto de 1918. Sólo la obediencia debida a su director le hizo revelar finalmente el fenómeno que tanto le avergonzaba, por considerarse indigno de llevar las mismas heridas que Jesucristo. En cuanto trascendió «el secreto del Rey» sus enemigos se apresuraron a calumniarle, aduciendo que los falsos estigmas eran producto de la histeria del fraile, cuando no fruto de la sugestión e incluso de la autolesión, unidas al fanatismo, el desequilibrio mental o la mala fe.

Muy pronto, el convento de San Giovanni Rotondo, donde vivió el Padre Pío los últimos 52 años de su vida, se convirtió en el principal observatorio médico del planeta.

— Examen médico

Luigi Romanelli fue el primer médico que visitó el convento para examinar al fraile en mayo y julio de 1919. En octubre, estuvo allí el doctor Giorgio Festa, que repitió la visita en julio de 1920, acompañado de Romanelli. Precisamente este último, director del hospital civil de Barletta, describía con gran precisión visual los estigmas en las manos del Padre Pío: «En las regiones palmares de ambas manos, y propiamente al nivel del tercer metacarpo, se aprecia a simple vista una pigmentación de la piel de color rojo vinoso en una superficie del tamaño de una moneda de bronce de cinco centavos en la mano derecha y de dos centavos en la mano izquierda. Los contornos aparecen con leves franjas, de forma casi circular. Observándolos con cuidado, se aprecia en esa zona de la piel un epitelio, o más bien una membrana reluciente, algo levantada en el centro... Aplicando el pulgar en la palma de la mano y el índice en el dorso, y haciendo presión, que resulta muy dolorosa, se tiene la percepción exacta del vacio existente entre ambos dedos».

Respecto a las heridas en los pies, Romanelli anotaba en su informe: «Sobre el dorso de ambos pies se advierte una zona circular, del tamaño de una moneda de cinco centavos, recubierta también de una membrana de color rojo vivo... Tras palparla, se comprueba que la membrana es también elástica y permite apreciar el vacío subyacente. En las regiones plantares se perciben idénticas zonas y características. Comprimiéndolas al mismo tiempo, ya sea la región dorsal o plantar, se aprecia el vacío existente, así como el pie perforado».

Tras detallar también la llaga del costado, Luigi Romanelli concluía, rotundo, su informe: «Se excluye que la etiología de las lesiones del Padre Pío sea de origen natural sino que el agente productor debiera buscarse, sin temor a equivocarnos, en lo sobrenatural, ya que el hecho constituye por sí mismo un fenómeno inexplicable sólo desde la ciencia humana».

A idéntica conclusión llegó el doctor Giorgio Festa; lo mismo que su homólogo Andrea Cardona, quien en 1968, tras reconocer al Padre Pío, manifestó: «En ambas manos he hallado orificios del diámetro aproximado de uno y medio centímetros, respectivamente, que atravesaban las palmas de un lado a otro, filtrándose por ellos la luz; con la presión, las yemas de mis dedos índice y pulgar se tocaban».

Resultaba imposible explicar así fenómenos sobrenaturales a la exclusiva luz de la ciencia; igual que sucedía con otros carismas con los que Jesús adornó al Padre Pío: bilocación, introspección de conciencias o profecía. En el proceso de canonización se amontonan centenares de testimonios documentados que dan fe hoy de todos y cada uno de ellos.

— La burda treta de Gemelli

Para enturbiar la verdad, el padre Agostino Gemelli arrojó sus propias cartas marcadas al cesto del oprobio. Curiosamente, pertenecía a la Orden de Hermanos Menores Franciscanos y unía a su condición de médico, las de rector de la Universidad Católica de Milán, consejero del Santo Oficio y amigo personal de Pío XI. Gemelli, precisamente, escribió un tratado para demostrar que todos los estigmatizados, a excepción de San Francisco de Asís y de Santa Catalina de Siena eran poco más o menos que unos farsantes. Y, naturalmente, el Padre Pío figuraba, a su juicio, entre ellos. Gemelli osó entonces entregar al Pontífice un informe denigratorio sobre el Padre Pío... ¡sin haber examinado sus estigmas! Al contrario que Romanelli y Festa, quienes, tras estudiarlos minuciosamente, desenmascararon finalmente a Gemelli. La autosugestión era un camelo: no por creer que fuera un buey, al Padre Pío iban a salirle cuernos en la cabeza.

Fuente: larazon.es

DOMINGO DE LA 21 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Ciclo B (Lecturas)

Josué 24,1-2a.15-17.18b
Salmo 33: Gustad y ved, que bueno es el Senor
Efesios 5,21-32
Juan 6,60-69

Josué 24,1-2a.15-17.18b

En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los ancianos de Israel, a los cabezas de familia, jueces y alguaciles, y se presentaron ante el Señor. Josué habló al pueblo: «Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor.» El pueblo respondió: «¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto; él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!»

Salmo 33: Gustad y ved, que bueno es el Señor

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
R. Gustad y ved, que bueno es el Señor

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
R. Gustad y ved, que bueno es el Señor

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra fe sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
R. Gustad y ved, que bueno es el Senor

Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor;
él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará.
R. Gustad y ved, que bueno es el Señor

La maldad da muerte al malvado,
y los que odian al justo serán castigados.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él.
R. Gustad y ved, que bueno es el Señor

Efesios 5,21-32

Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres corno Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.» Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

Juan 6,60-69

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?» Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»

jueves, 20 de agosto de 2015

Mateo 22,1-14: "¿Cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?"

Mateo 22,1-14

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.

SOBRE EL MISMO TEMA:

JUEVES DE LA 20 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año I (Lecturas)

Jueces 11,29-39a
Salmo 39: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
Mateo 22,1-14

Jueces 11,29-39a

En aquellos días, el espíritu del Señor vino sobre Jefté, que atravesó Galaad y Manasés, pasó a Atalaya de Galaad, de allí marchó contra los amonitas, e hizo un voto al Señor: "Si entregas a los amonitas en mi poder, el primero que salga a recibirme a la puerta de mi casa, cuando vuelva victorioso de la campaña contra los amonitas, será para el Señor, y lo ofreceré en holocausto." Luego marchó a la guerra contra los amonitas. El Señor se los entregó; los derrotó desde Aroer hasta la entrada de Minit (veinte pueblos) y hasta Pradoviñas. Fue una gran derrota, y los amonitas quedaron sujetos a Israel.Jefté volvió a su casa de Atalaya. Y fue precisamente su hija quien salió a recibirlo, con panderos y danzas; su hija única, pues Jefté no tenía más hijos o hijas. En cuanto la vio, se rasgó la túnica, gritando: "¡Ay, hija mía, que desdichado soy! Tú eres mi desdicha, porque hice una promesa al Señor y no puedo volverme atrás." Ella le dijo: "Padre, si hiciste una promesa al Señor, cumple lo que prometiste, ya que el Señor te ha permitido vengarte de tus enemigos." Y le pidió a su padre: "Dame este permiso: déjame andar dos meses por los montes, llorando con mis amigas, porque quedaré virgen." Su padre le dijo: "Vete." Y la dejó marchar dos meses, y anduvo con sus amigas por los montes, llorando porque iba a quedar virgen. Acabado el plazo de los dos meses, volvió a casa, y su padre cumplió con ella el voto que había hecho.

Salmo 39: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

Dichoso el hombre que ha puesto
su confianza en el Señor,
y no acude a los idólatras,
que se extravían con engaños.
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: "Aquí estoy."
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

Como está escrito en mi libro-
"para hacer tu voluntad."
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas.
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes.
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

Mateo 22,1-14

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda."Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos."

martes, 18 de agosto de 2015

El Camino de Santiago y de todas las religiones


MARTES DE LA 20 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año I (Lecturas)

Jueces 6,11-24a
Salmo 84: El Señor anuncia la paz a su pueblo
Mateo 19,23-30

Jueces 6,11-24a

En aquellos días, el ángel del Señor vino y se sentó bajo la encina de Ofrá, propiedad de Joás de Abiezer, mientras su hijo Gedeón estaba trillando a látigo en el lagar, para esconderse de los madianitas. El ángel del Señor se le apareció y le dijo: "El Señor está contigo, valiente." Gedeón respondió: "Perdón, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha venido encima todo esto? ¿Dónde han quedado aquellos prodigios que nos contaban nuestros padres: "De Egipto nos sacó el Señor"? La verdad es que ahora el Señor nos ha desamparado y nos ha entregado a los madianitas." El Señor se volvió a él y le dijo: "Vete, y con tus propias fuerzas salva a Israel de los madianitas. Yo te envío." Gedeón replicó: "Perdón, ¿cómo puedo yo librar a Israel? Precisamente mi familia es la menor de Manasés, y yo soy el más pequeño en casa de mi padre." El Señor contestó: "Yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre." Gedeón insistió: "Si he alcanzado tu favor, dame una señal de que eres tú quien habla conmigo. No te vayas de aquí hasta que yo vuelva con una ofrenda y te la presente." El Señor dijo: "Aquí me quedaré hasta que vuelvas."Gedeón marchó a preparar un cabrito y unos panes ázimos con media fanega de harina; colocó luego la carne en la cesta y echó el caldo en el puchero; se los llevó al Señor y se los ofreció bajo la encina. El ángel del Señor le dijo: "Coge la carne y los panes ázimos, colócalos sobre esta roca y derrama el caldo." Así lo hizo. Entonces el ángel del Señor alargó la punta del cayado que llevaba, tocó la carne y los panes, y se levantó de la roca una llamarada que los consumió. Y el ángel del Señor desapareció. Cuando Gedeón vio que se trataba del ángel del Señor, exclamó: "¡Ay Dios mío, que he visto al ángel del Señor cara a cara!" Pero el Señor le dijo: "¡Paz, no temas, no morirás!" Entonces Gedeón levantó allí un altar al Señor y le puso el nombre de "Señor de la Paz".

Salmo 84: El Señor anuncia la paz a su pueblo

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
"Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón."
R. El Señor anuncia la paz a su pueblo

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.
R. El Señor anuncia la paz a su pueblo

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.
R. El Señor anuncia la paz a su pueblo

Mateo 19,23-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Os aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios." Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: "Entonces, ¿quién puede salvarse?" Jesús se les quedó mirando y les dijo: "Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo." Entonces le dijo Pedro: "Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?" Jesús les dijo: "Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros."

sábado, 15 de agosto de 2015

DOMINGO DE LA 20 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año B, por Francisco González, S.F.

Proverbios 9,1-6
Salmo 33
Efesios 5,15-20
Juan 6,51-58


Proverbios 9,1-6

La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: «Los inexpertos que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: "Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia."»

Salmo 33: Gustad y ved qué bueno es el Señor

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
R. Gustad y ved qué bueno es el Señor

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada.
R. Gustad y ved qué bueno es el Señor

Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor.
¿Hay alguien que ame la vida
y desee días de prosperidad?
R. Gustad y ved qué bueno es el Señor

Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella.
R. Gustad y ved qué bueno es el Señor

Efesios 5,15-20

Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Juan 6,51-58

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.» Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»

Comentario de Mons. Francisco González, S.F
Obispo auxiliar de Washington, D.C.


En la primera lectura encontramos la Sabiduría que se nos presenta personificada e invitándonos al banquete que ha preparado. ¿A quién invita? Me inclino a decir que a todos, pero de una forma especial a los inexpertos, a los faltos de juicio, pues ellos carecen de esa gran virtud, que es la prudencia, y pueden gastar su vida, o buscar el alimento que verdaderamente no da la vida que vale la pena vivirla. En el banquete preparado por la Sabiduría hay el pan y vino que nos dan el sustento, el alimento que hace posible podamos vivir nuestra vida en plenitud.

En la segunda lectura Pablo, el gran Apóstol, exhorta a los Efesios y a todo el mundo a ser sensatos, a ser prudentes, como se nos decía en la primera lectura. Hoy estamos sufriendo una crisis que afecta a la mayoría de la gente, y como siempre y de una manera más profunda a los más necesitados. Tal vez los llamados expertos han buscado la ganancia en sus cuentas, y han aconsejado inversiones que estaban condenadas al fracaso, haciendo que los "no expertos" les entregaran su dinerito, y así estos últimos han perdido "su dinerito", y los que ya tenían han aumentado "su dinerazo".

"Sabed comprar, les decía el Apóstol, y no os emborrachéis con vino que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu", del Espíritu en mayúscula, que es el que da del bueno, como el que sirve la Sabiduría a los que se han acercado al banquete que ella ha preparado.

El evangelio, ya llevamos cuatro domingos seguidos reflexionando sobre el capítulo VI de San Juan, se conecta muy bien con las dos lecturas anteriores de este vigésimo domingo del Tiempo Ordinario.

En nuestra vida tenemos prioridades, hay algunas cosas que las consideramos más importantes que otras, lo cual es muy lógico, aunque a veces la lógica desaparece al discernir las prioridades. Cuando uno carece de las virtudes mencionadas en el libro de la Sabiduría y la carta a los Efesios, o sea la prudencia y sensatez, cae en la trampa de lo que puede ser simplemente atractivo, sin ningún otro valor, o eligiendo lo que es bueno, usa medios que no ayudan a conseguirlo.

En nuestro cotidiano vivir ponemos por encima de todo la buena salud, pues sin ella es difícil disfrutar de la vida. El Señor en el pasaje evangélico de esta Liturgia de la Palabra nos habla de dónde nos viene la formula para que nuestra vida sea saludable, para que podamos vivir satisfechos: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que como de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo". Más adelante vuelve a insistir el Señor: "Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros".

"Comer su carne y beber su sangre", esa Comunión que verdaderamente nos da vida, esa Comunión que algunos Padres de la Iglesia, como San Ignacio de Antioquia en una de sus cartas la describe llamándola "medicina de la inmortalidad, antídoto para no morir, sino para vivir siempre en Jesucristo". Por eso, como nos recuerda un autor moderno, al comulgar tenemos que recordar que "esa carne fue entregada y esa sangre fue derramada" para la salvación del género humano, y que nosotros en imitación del Señor, salimos a dar, entregar y derramar nuestra vida a favor de nuestros hermanos, de esa forma habrá vida, y la podremos disfrutar en plenitud.

En este pasaje evangélico encontramos una invitación que se nos hace para orar y trabajar para poder llevar no sólo esa Comunión por el mundo entero, sino también añadir el pan material, la harina, el arroz, el agua potable, las medicinas que puede servir para quitar el hambre a tantos millones de personas; para llevar la educación a tantos millones de personas que podrían mejorar ellas mismas su vida a través de los conocimientos adquiridos.

Todo eso y mucho más podríamos conseguir si sentándonos en el banquete que nos ofrece la Sabiduría cambiáramos nuestra falta de juicio por la prudencia; si sabiendo comprar lo que es importante nos dejáramos llenar del Espíritu: si comiendo Su carne y bebiendo Su sangre aprendiéramos a ofrecernos a favor del prójimo para su bien, para que pudiera disfrutar su vida a plenitud.

15 de agosto: LA ASUNCIÓN DE MARÍA, por Celestino Hueso, S.F.

LA ASUNCIÓN DE MARÍA, de Kiko Arguello


Hoy celebramos la Asunción de la Virgen.

En una ocasión alguien quiso dedicar un bonito piropo a María y dijo a Jesús: "Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te alimentaron. Dichosos más bien", dijo Jesús, "los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica".

No estaba despreciando el piropo, lo estaba haciendo más grande aún porque si alguien ha escuchado la Palabra de Dios y la ha llevado a la práctica, esa ha sido María.

Por eso hoy celebramos su triunfo definitivo, la entrada triunfal en el Reino de Dios, cuyas puertas acababa de abrir su Hijo para todos los seres humanos de toda raza, lengua y nación, sin cortapisas ni condiciones. Bueno, sí hay una condición, querer entrar. Y querer entrar es vivir como María, cumpliendo siempre la voluntad de Dios y cantando sus maravillas con este himno que recomiendo a todos recitarlo todos los días:

"Proclama mi alma la grandeza del Señor, 
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, 
porque ha mirado la humillación de su esclava. 
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones 
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí, 
su Nombre es Santo 
y su misericordia llega a sus fieles 
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo; 
dispersa a los soberbios de corazón, 
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, 
a los hambrientos los colma de bienes 
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, 
acordándose de la misericordia, 
como lo había prometido a nuestros padres, 
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Amén

Felicidades a todas las Asunción y a la primera Parroquia de Villacarrillo que también lleva ese lindo nombre. 


miércoles, 12 de agosto de 2015

12 de agosto: SANTA JUANA FRANCISCA DE CHANTAL, por Celestino Hueso, S.F.


Nació poco después de terminar el Concilio de Trento de una familia muy cristiana de la nobleza francesa. Cuando contaba tan solo año y medio de edad se quedó sin madre y a los 21 su padre la casó con el Barón Christophe de Rabutin-Chantal del que tuvo seis hijos, y no tuvo más porque al séptimo año de matrimonio el esposo murió en un accidente mientras participaba en una cacería.

El suegro la forzó a vivir en su castillo, amenazándola con desheredar a los hijos. Allí las pasó realmente canutas, hasta que siete años más tarde conoció a San Francisco de Sales y su vida dio un nuevo giro, bajo su dirección espiritual, Juana Francisca de Chantal, creció en sabiduría y santidad y trabajando juntos, fundaron la Orden de la Visitación de Annecy en 1610 y, a partir de ese momento se dedicó por completo a Dios en la vida religiosa contemplativa dirigida por San Francisco de Sales y San Vicente de Paul.

Murió el 13 de Diciembre de 1641 después de una vida de oración y servicio.

martes, 11 de agosto de 2015

11 de agosto: SANTA CLARA, por CH



En la noche del 18 de Marzo de 1212 Clara Favarone, miembro de una rica familia de Asís cambia sus ricas ropas por un pobre hábito y Francisco de Asís, cuya predicación ha atraído para la causa del Evangelio a esta joven de 18 años, le corta su hermosa cabellera rubia y cubre su cabeza con un velo negro, mientras los frailes cantan el Veni Creator. Todo esto sucede en la iglesia de La Porciúncula.

Con su ejemplo de vida, Clara despertará la vocación de su hermana Inés y otras jóvenes con las cuales fundará las Clarisas, rama femenina de los Franciscanos y ella será la primera a la hora de servir a los pobres y cuidar a los enfermos en los hospitales. Irá delante de sus monjas pidiendo limosna, pues esa es una de las normas de la orden y en el convento será elegida superiora una y otra vez sencillamente porque es la servidora de todas las religiosas, realizando los trabajos más humildes y siendo siempre la primera en la oración.

El Papa Inocencio IV la visitó en su lecho de muerte y, al pedir la santa su bendición respondió el pontífice llorando “Dios quiera que no necesite yo más que tú de la misericordia divina”
El 11 de Agosto de 1253 perdieron las clarisas a su fundadora y dos años más tarde el cristianismo ganó una santa como la copa de un pino.

Felicidades a todas las Claras.

lunes, 10 de agosto de 2015

10 de agosto: San Lorenzo, por CH



Le toca el turno hoy al diácono San Lorenzo, martirizado en la persecución de Valeriano, junto con otros muchos, entre los que destaca el Papa Sixto II, a quien Lorenzo quería acompañar en el suplicio y san Román que fue su carcelero y se convirtió por el testimonio de nuestro diácono siguiéndole poco después en el martirio.

Cuenta san Ambrosio que, al pedirle los verdugos a Lorenzo que les entregara las riquezas de la Iglesia, nuestro diácono les mostró a los pobres de Roma, diciendo “Aquí tenéis los famosos tesoros de nuestra Iglesia”

La tradición dice que fue quemado en una parrilla y es famosa la anécdota, según la cual, San Lorenzo pidió que le dieran la vuelta porque ese lado ya estaba tostado. No deja de ser una tradición, en realidad, ni siquiera se sabe con certeza como murió, sí sabemos que su triunfo definitivo tuvo lugar el 10 de Agosto a través del martirio.

También celebramos a los beatos Claudio José Jouiffret de Bonnefont, sulpiciano, Francisco Frangois, Capuchino, y Lázaro Tiersot, Cartujo, mártires de nuestro tiempo que durante la Revolución Francesa, encerrados a una vieja nave, consumaron su martirio después de grandes sufrimientos.



sábado, 8 de agosto de 2015

8 Agosto: Santo Domingo de Guzmán, por Celestino Hueso, S.F.


Nació en Caleruega, en un castillo donde pasé más frío que pelando rábanos, y de una familia de santos. Con 14 años se fue a vivir con un tío cura y empezó su camino particular hacia la santidad.

Una vez ordenado sacerdote se dio cuenta de las penalidades que pasaba una buena cantidad de gente y se decidió a vender sus bienes y, hasta los libros, que tanto le encantaban, para poder socorrer a los necesitados. Cuando alguien le criticaba decía "No puede ser que Cristo sufra hambre en los pobres, mientras yo guarde en mi casa algo con lo cual pueda socorrerlos"

En su época los albigenses estaban haciendo el Agosto por culpa, entre otras cosas, de que los curas católicos vivían como reyes, Domingo dijo que eso no se podía consentir, buscó algunos compañeros y, viviendo pobremente, haciendo penitencia y oración consiguió que su predicación arraigara en el corazón de muchos.

Al poco tiempo se decidió a fundar la Orden de Predicadores, los Dominicos. El Papa no estaba mucho por la labor hasta que una noche soñó que la Iglesia se estaba cayendo y la levantaban entre dos pobres, uno vestido de café y otro de blanco, San Francisco y Santo Domingo, y entonces sí, dio su consentimiento para el nacimiento de la Orden.

Santo Domingo de Guzmán murió en un colchón prestado el 6 de Agosto de 1221.

Felicidades a quienes llevan su nombre.

P. Casimiro Roca, S.F., en la noticias del Canal 7 de New Mexico, USA.

viernes, 7 de agosto de 2015

¿Y si nos olvidamos un poco de la figura de los padrinos?

El obispo de Cádiz se retracta y permitirá al joven transexual ser el padrino de sus dos sobrinos

Mateo 16,24-28: "El que quiera venirse conmigo que cargue con su cruz y me siga"

Mateo 16,24-28
Viernes de la 18 Semana del Tiempo Ordinario, Año I y II

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad."

martes, 4 de agosto de 2015

4 Agosto: San Juan María Vianney, por Celestino Hueso, SF


Juan María estaba dispuesto a ser cura, pero no le quedó nada fácil. En primer lugar, su padre, prefería tenerlo trabajando en sus campos; en segundo lugar Napoleón se lo llevó reclutado a su ejército, aunque, en realidad nunca fue militar, debido a las enfermedades y otras contingencias que hubo de pasar; y, finalmente, nuestro joven era más corto que el rabo un conejo, no le entraban ni los latines, ni las matemáticas, ni la filosofía, ni la teología. Mejor dicho, no le entraba absolutamente nada y lo echaron del seminario.

No se desanimó y después de muchas peripecias y con la ayuda del Padre Bailey alcanzó el sacerdocio. El obispo estaba encartado porque no sabía dónde mandarlo. Finalmente lo envió a Ars, un pueblito perdido donde había poca gente y la que había no creía en nada.

Juan María era corto de mollera pero largo en santidad así es que se dedicó a la oración, el sacrificio, la penitencia y la predicación. Buscaba a sus feligreses en las discotecas, boliches y donde hiciera falta y poco a poco, aquello fue cambiando, se le llenó la iglesia y el confesionario con sus fieles y fieles llegados de todas partes; a sus pies se arrodillaron, pidiendo perdón a Dios, campesinos, grandes señores, obispos y cardenales. Nuestro curita no tenía tiempo ni para descansar, ni para alimentarse ni para nada.

El 4 de Agosto de 1859 le dieron una nueva parroquia en el cielo. Desde entonces San Juan María Vianney, el que llegó al sacerdocio por tozudo, el cura de Ars, es el patrono de todos los párrocos del mundo y en Argentina de todos los sacerdotes.

Felicidades a todos ellos, especialmente a los Hijos de la Sagrada Familia.

San Juan Maria Vianney y Lacordaire

El gran predicador dominico Jean Baptiste Henri Lacordaire visitó Ars para escuchar predicar a Juan María Vianney. De esta manera ambos se encontraron y Lacordaire le dijo: "La gente viene a escuchar mis predicaciones y, al finalizar, quieren estrechar mi mano y abrazarme; sin embargo, cuando te escuchan a ti vienen a verte para que les confieses".

lunes, 3 de agosto de 2015

Mateo 14,13-21: "Dadles vosotros de comer"

Mateo 14,13-21
Lunes de la 18 Semana del Tiempo Ordinario, Año I

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: "Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer." Jesús les replicó: "No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer." Ellos le replicaron: "Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces." Les dijo: "Traédmelos." Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

LUNES DE LA 18 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año I (Lecturas)

Números 11,4b-15
Salmo 80: Aclamad a Dios, nuestra fuerza
Mateo 14,13-21

Números 11,4b-15

En aquellos días, los israelitas dijeron: "¡Quién pudiera comer carne! Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, y de los pepinos y melones y puerros y cebollas y ajos. Pero ahora se nos quita el apetito de no ver más que maná." El maná se parecía a semilla de coriandro con color de bedelio; el pueblo se dispersaba a recogerlo, lo molían en el molino o lo machacaban con el almirez, lo cocían en la olla y hacían con ello hogazas que sabían a pan de aceite. Por la noche caía el rocío en el campamento y, encima de él, el maná. Moisés oyó cómo el pueblo, familia por familia, lloraba, cada uno a la entrada de su tienda, provocando la ira del Señor; y disgustado, dijo al Señor: "¿Por qué tratas mal a tu siervo y no le concedes tu favor, sino que le haces cargar con todo este pueblo? ¿He concebido yo a todo este pueblo o lo he dado a luz, para que me digas: "Coge en brazos a este pueblo, como una nodriza a la criatura, y llévalo a la tierra que prometí a sus padres"? ¿De dónde sacaré pan para repartirlo a todo el pueblo? Vienen a mí llorando: "Danos de comer carne". Yo solo no puedo cargar con todo este pueblo, pues supera mis fuerzas. Si me vas a tratar así, más vale que me hagas morir; concédeme este favor, y no tendré que pasar tales penas."

Salmo 80: Aclamad a Dios, nuestra fuerza

Mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos.
R. Aclamad a Dios, nuestra fuerza

¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios.
R. Aclamad a Dios, nuestra fuerza

Los que aborrecen al Señor te adularían,
y su suerte quedaría fijada;
te alimentaría con flor de harina,
te saciaría con miel silvestre.
R. Aclamad a Dios, nuestra fuerza

Mateo 14,13-21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: "Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer." Jesús les replicó: "No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer." Ellos le replicaron: "Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces." Les dijo: "Traédmelos." Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

sábado, 1 de agosto de 2015

1 de agosto: SAN ALFONSO MARIA LIGUORIO, por CH

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Celebramos hoy a un superdotado, San Alfonso María de Ligorio. Perteneciente a una familia de la nobleza, con 12 años era estudiante universitario y con 16 doctor en derecho, o sea, abogado; además era muy bueno para la música, la pintura, el dibujo, la arquitectura. Resumiendo, por delante se le abría un brillantísimo futuro.

A finales de 1723, ejerciendo como abogado de los Orsini contra los Médici, Alfonso pierde por primera vez un juicio, pero no lo pierde por motivos de justicia sino por motivos de política ¡ya veis que no hay nada nuevo bajo el sol! Lo que le hace exclamar “¡Te conozco mundo, adiós tribunales!” Y se retira rechazando todo tipo de corrupción o manipulación del ser humano. Y elige una nueva forma de libertad, el seguimiento de Jesús, y comienza su seguimiento atendiendo a los enfermos del Hospital de los incurables.

Más tarde se ordenará sacerdote y dedicará su vida a predicar el Evangelio y atender a los pobres. Funda los Redentoristas y es feliz en esta labor durante treinta años hasta que le nombran obispo. El santo es santo tanto si es obispo, como si es bombero o panadero o niño de los recados y así se mostró siempre San Alfonso.

El 1 de Agosto de 1787, con más de 90 años a sus espaldas, nace definitivamente San Alfonso María de Ligorio.

¡Felicidades a los Alfonso y, por supuesto, a los Redentoristas!