viernes, 29 de agosto de 2014

29 de agosto: Del martirio de San Juan Bautista, por Luis Antequera



Uno de esos santos tan importantes en la vida del cristianismo que es celebrado en dos fechas diferentes: una el 24 de junio, que es la más conocida; y otra, hoy 29 de agosto, en que conmemoramos su martirio.

Un martirio que, dicho sea de paso, es lo que acostumbra a celebrar la Iglesia, identificada la muerte como el nacimiento a la vida eterna. Sólo que en el caso del Bautista, como su nacimiento es relatado con tal cúmulo de detalles en el Evangelio de Lucas (ver Lc. 1,5-25 y Lc. 1,57-80) y dada su importancia como precursor del Mesías así identificado por el propio Jesús, celebramos también su nacimiento, en el caso del Bautista incluso con mayor boato.

La fiesta de la Degollación de San Juan Bautista, el 29 de agosto, es una fiesta muy antigua, entre las más antiguas que celebran los cristianos, vinculada a la construcción de la iglesia levantada en Sebaste en Samaria y cuya celebración consta en tiempos tan tempranos como el s. V en Amiens, en cuya catedral se custodia una de las posibles cabezas del Bautista.

En cuanto a la fecha, 29 de agosto, podría celebrar el hallazgo de la cabeza en Roma, adonde habría sido transportada.

En los martirologios antiguos incluso se hace mención de una tercera fiesta relacionada con el Bautista, la llamada fiesta de la Concepción del Precursor, celebrada el 24 de septiembre, como es bastante lógico desde el punto y hora en que el 24 de junio celebra la Iglesia el nacimiento.

El martirio de San Juan Bautista es relatado por tres de los cuatro evangelistas, a saber, Mateo, Marcos y Lucas, es decir, todos menos Juan.

Mateo lo hace con estas palabras:

“Es que Herodes había prendido a Juan, le había encadenado y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo. Porque Juan le decía: ‘No te es lícito tenerla’. Y aunque quería matarle, temió a la gente, porque le tenían por profeta. Mas, llegado el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio de todos gustando tanto a Herodes, que éste le prometió bajo juramento darle lo que pidiese. Ella, instigada por su madre, ‘dame aquí, dijo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista’. Entristecióse el rey, pero, a causa del juramento y de los comensales, ordenó que se le diese, y envió a decapitar a Juan en la cárcel. Su cabeza fue traída en una bandeja y entregada a la muchacha, la cual se la llevó a su madre. Llegando después sus discípulos, recogieron el cadáver y lo sepultaron; y fueron a informar a Jesús”. (Mt. 14, 3-12)

Marcos, el más descriptivo, de ésta:

“Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano.» Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto. Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré.» Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino.» Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?» Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista.» Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.» El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura”. (Mc. 6, 17-29)

Lucas se refiere a la prisión de Juan Bautista:

Pero Herodes, el tetrarca, reprendido por él por el asunto de Herodías, la mujer de su hermano, y por todas las malas acciones que había hecho, añadió a todas ellas la de encerrar a Juan en la cárcel”. (Lc. 3, 19-20).

Pero no, curiosamente, a su ejecución

Y sin más por hoy me despido de Vds. no sin desearles como siempre que hagan Vds. mucho bien y no reciban menos. Hasta mañana.

29 de agosto: MARTIRIO DE JUAN BAUTISTA, por Celestino Hueso, S.F.


Resulta que Herodes Antipas se enamoró perdidamente de su cuñada Herodías y, sin pensárselo dos veces, se la quitó a su hermano Filipo y echó a su legítima esposa sin ningún tipo de contemplaciones.

Juan Bautista, que era un profeta de los de verdad, de esos que dicen las cosas de frente, le hizo saber que las leyes están hechas para todos y que, por más rey que fuese, no le estaba permitido vivir con la mujer de su hermano.

A Herodes no le gustó mucho el reproche e hizo encarcelar a Juan, pero a quien le sentaron como un tiro las palabras del Bautista, fue a Herodías y se juró no parar hasta conseguir que el profeta perdiera la cabeza.

Nos cuenta San Marcos en su evangelio que Herodes organizó un fiestorronón el día de su cumpleaños que es justamente el 29 de Agosto. En medio del jolgorio salió a bailar la hija de Herodías y, por lo visto, era una Carmen Amaya.

Bueno, no sabemos si porque realmente le gustó mucho o por adular a su concubina, Herodes hizo grandes elogios de la muchacha y, en el colmo de la torpeza, le prometió darle lo que pidiera, aunque fuera la mitad de su reino.

A la niña le faltó tiempo para ir con el cuento a la harpía que tenía por madre y a ésta se le pusieron los ojos como platos del subidón de alegría.

¿Qué pensáis que pidió la tía? Efectivamente, la cabeza de Juan Bautista en una bandeja. Y de ese modo pasó a formar parte del número de los santos “el mayor entre los nacidos de mujer” según dice Jesús.

Años más tarde a Herodes Antipas le invadió el territorio el padre de su esposa auténtica y le destrozó el reino, acabó desterrado lejos de su patria. De Herodías se cuenta que caminando por un río helado se abrió el hielo y hasta ahí llegó el baile.

Resumiendo los Juanes y Juanas pueden celebrar hoy también su santo porque San Juan Bautista, cuyo martirio conmemoramos es el mismo del que celebrábamos su nacimiento el 24 de Junio. ¡Felicidades a todos!

jueves, 28 de agosto de 2014

JUEVES DE LA 21 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

1 Corintios 1,1-9
Salmo 144: Bendeciré tu nombre por siempre, 
Dios mío, mi rey
Mateo 24, 42-51

1 Corintios 1,1-9

Yo Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

Salmo 144: Bendeciré tu nombre por siempre, 
Dios mío, mi rey

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.
R. Bendeciré tu nombre por siempre, 
Dios mío, mi rey

Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas.
R. Bendeciré tu nombre por siempre, 
Dios mío, mi rey

Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.
R. Bendeciré tu nombre por siempre, 
Dios mío, mi rey

Mateo 24,42-51

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que, si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichosos ese criado si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes".

martes, 26 de agosto de 2014

MIÉRCOLES DE LA 21 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

2 Tesalonicenses 3,6-10.16-18
Salmo 127: Dichosos los que temen al Señor
Mateo 23,27-32

2 Tesalonicenses 3, 6-10. 16-18

En nombre de nuestro Señor Jesucristo, hermanos, os mandamos: no tratéis con los hermanos que llevan una vida ociosa y se apartan de las tradiciones que recibieron de nosotros. Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar. Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. Que el Señor de la paz os dé la paz siempre y en todo lugar. El Señor esté con todos vosotros. La despedida va de mi mano, Pablo; ésta es la contraseña en toda carta; ésta es mi letra. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos vosotros.

Salmo 127: Dichosos los que temen al Señor

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.
R. Dichosos los que temen al Señor

Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.
R. Dichosos los que temen al Señor

Mateo 23,27-32

En aquel tiempo habló Jesús diciendo: "¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas!" Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!"

Mateo 23,23-26: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad!

Mateo 23,23-26
Martes de la 21 Semana del Tiempo Ordinario II,

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpio también por fuera."

Mateo 23,13-22: ""¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los cielos! Ni entráis vosotros, no dejáis entrar a los que quieren (...) fariseos hipócritas, devoráis los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones! (...) Quien jura por el altar, jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo, jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él".

Mateo 23,13-22
Lunes de la Semana 21 del Tiempo Ordinario II,

En aquel tiempo habló Jesús diciendo: "¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los cielos! Ni entráis vosotros, no dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que devoráis los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones! Vuestra sentencia será por eso más severa. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un profarisélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga". ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo, jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él".

2 Tesalonicenses 1,1-5.11b-12: "Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos (...) vuestra fe crece vigorosamente, y vuestro amor sigue aumentando (...) vuestra fe permanece constante en medio de las persecuciones y luchas que sostenéis".

2 Tesalonicenses 1,1-5.11b-12
Lunes de la 21 Semana del Tiempo Ordinario II,

Pablo, Silvano y Timoteo a los tesalonicenses que forman la Iglesia de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos; y es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente, y vuestro amor, de cada uno por todos y de todos por cada uno, sigue aumentando. Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las Iglesias de Dios, viendo que vuestra fe permanece constante en medio de todas las persecuciones y luchas que sostenéis. Así se pone a la vista la justa sentencia de Dios, que pretende concederos su reino, por el cual bien que padecéis. Nuestro Dios os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de Dios y del Señor Jesucristo.

MARTES DE LA 21 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

2 Tesalonicenses 2, 1-3a. 14-17
Salmo 95: Llega el Señor a regir la tierra
Mateo 23,23-26

2 Tesalonicenses 2, 1-3a. 14-17

Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. Que nadie en modo alguno os desoriente. Dios os llamó por medio del Evangelio que predicamos, para que sea vuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta. Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerzas para toda clase de palabras y de obras buenas.

Salmo 95: Llega el Señor a regir la tierra

Decid a los pueblos: "El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente."
R. Llega el Señor a regir la tierra

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos.
R. Llega el Señor a regir la tierra

Aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
R. Llega el Señor a regir la tierra

Mateo 23,23-26

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpio también por fuera."

LUNES DE LA 21 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

2 Tesalonicenses 1,1-5.11b-12
Salmo 95: Contad las maravillas del Señor 
a todas las naciones
Mateo 23, 13-22

2 Tesalonicenses 1,1-5.11b-12

Pablo, Silvano y Timoteo a los tesalonicenses que forman la Iglesia de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos; y es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente, y vuestro amor, de cada uno por todos y de todos por cada uno, sigue aumentando. Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las Iglesias de Dios, viendo que vuestra fe permanece constante en medio de todas las persecuciones y luchas que sostenéis. Así se pone a la vista la justa sentencia de Dios, que pretende concederos su reino, por el cual bien que padecéis. Nuestro Dios os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de Dios y del Señor Jesucristo.

Salmo 95: Contad las maravillas del Señor 
a todas las naciones

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre.
R. Contad las maravillas del Señor 
a todas las naciones

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
R. Contad las maravillas del Señor 
a todas las naciones

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo.
R. Contad las maravillas del Señor 
a todas las naciones

Mateo 23,13-22

En aquel tiempo habló Jesús diciendo: "¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los cielos! Ni entráis vosotros, no dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que devoráis los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones! Vuestra sentencia será por eso más severa. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga". ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo, jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él".

sábado, 23 de agosto de 2014

Mateo 16,13-20 por Camilo Valverde Mudarra

Mateo 16,13-20

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
— ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
Ellos contestaron:
— Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.
Él les preguntó:
— Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
— Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
Jesús le respondió:
— ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

- Comentario de Camilo Valverde


El hecho sucede al noreste de Galilea, llamada de los paganos, porque, sin ser tierra extranjera, en la región viven muchos de ellos.

- Forma coloquial en torno a la identidad de Jesús

El autor estructura el texto desde el comienzo en la intimidad de Jesús con sus discípulos; representa una novedad importante en la técnica de composición de Mateo, la forma literaria coloquial.

La conversación gira en torno a la identidad de Jesús, que tiene su punto central en las palabras de Jesús y Pedro. Es la segunda vez que Pedro aparece como protagonista. La primera se halla en Mt 14,22-33, en que son los demás discípulos los que lo reconocen; en esta segunda, Pedro expresa el reconocimiento de Jesús y ello le reporta la felicitación del Maestro, porque en él se ha manifestado la revelación divina, y la afirmación de su primado: Tú me llamas el Mesías; yo digo que tú eres la Piedra.

El relato presenta un doble intercambio de títulos entre Jesús y Pedro. Este le aplica el de Mesías; aquél, atribuyéndole el de Piedra, le confiere los poderes mesiánicos de las llaves. Pedro rehúsa llamarlo Siervo Paciente, y Jesús replica asignándole el título de Piedra de escándalo.

El Maestro les pregunta qué han oído de Él y de su misión porque quiere conocer qué han comprendido y qué piensan sus discípulos de Él. “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”, responde Simón. La superioridad de Pedro no estriba en la respuesta en sí, que, también, la dan los demás discípulos, cuando Jesús camina sobre las aguas: “Verdaderamente, Tú eres el hijo de Dios” (Mt 14,22-33). La superioridad de Pedro reside más bien en la garantía de solidez que Jesús le confiere respecto a los demás.

- Cristología y eclesiología a partes iguales

En la afirmación de la identidad divina de Jesús por el hijo de Jonás, se levanta el pueblo creyente; el edificio construido ofrece totales garantías expresadas con la imagen de la frase "el poder del infierno no prevalecerá contra ella", es decir, es inexpugnable a la destrucción y a la muerte. Consistencia que Jesús ha resaltado con esta otra imagen: "Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa; pero no cayó, porque estaba construida sobre un verdadero cimiento de piedra" (Mt 7,25).

El término "infierno" no es la traducción más adecuada del "hades" griego; en la mitología clásica el hades es la mansión de los muertos, equivalente al "sheol" de los judíos. Las "puertas del infierno" aquí significan el poder de la destrucción. Jesús promete que su iglesia sobrevivirá a las fuerzas de la destrucción y de la muerte.

Mateo centra su interés en el tema cristológico, y también en la Iglesia. Al colocar la escena en territorio de paganos, no propiamente judío, recalca la existencia de un Nuevo Pueblo de dimensiones universales y que no va a seguir la doctrina farisea y saducea (cfr. Mt 16,12). Escribe en perspectiva de una nueva realidad religiosa, que, en Mateo y por primera vez en los evangelios designa a la comunidad de creyentes, de discípulos de Jesús. El término griego significa pueblo, asamblea, congregación. El autor hace constar explícitamente su pertenencia a Cristo, "mi Iglesia", y su perenne estabilidad. La Iglesia es una casa construida sobre roca, aunque se apoya en la fragilidad de los hombres. Es, pues, una estabilidad atormentada, inquieta; su destino es como el de Cristo: un camino en la contradicción. 

Y no son solamente enemigos externos los que la acosan, también dentro de la Iglesia habrá siempre pecadores; de ahí que la Iglesia tiene necesidad de "atar y desatar"; continúa el pecado y por lo mismo ha de continuar el perdón. Es en el ámbito cristológico y en el eclesial, donde se han de entender estas palabras de Jesús a Pedro; por lo demás, afines a las pronunciadas en otros dos textos célebres: Lc 22,31ss y Jn 21,15-17.

- Pedro

El evangelio de Mateo muestra gran interés por Pedro, lo que confiere un significado particular a esta perícopa. Se define la función de Pedro con tres metáforas: la piedra, las llaves, atar y desatar.

La primera expresión la explica Mateo en (7,24-27): Pedro es la roca que mantiene firme a la Iglesia, es el centro que fundamenta la unidad de la comunidad. La segunda metáfora es aún más clara: “dar las llaves” significa confiarle una autoridad verdadera y plena. Y la tercera, “atar y desatar” tiene el sentido de permitir y prohibir, de rechazar y perdonar.

Así pues, el texto atribuye a Pedro títulos y prerrogativas, que, en la Biblia, se atribuyen al Mesías, con lo que indica que la autoridad de Pedro es vicaria; él es imagen de otro, de Jesucristo, que es el verdadero Señor de la Iglesia; y, precisamente, por ello, su autoridad es plena e indiscutible.

- Debilidad y gracia a partes iguales

No obstante, hay que señalar todavía dos aspectos aparentemente en contraste: la fe de Pedro y su incomprensión del misterio de Jesús: el poder confiado a Pedro y el reproche que le hace Jesús.

El tema es de fondo, todo el fragmento está envuelto en la contraposición entre debilidad y gracia, expresada también en los otros dos textos citados; por una parte, la fragilidad, la debilidad de Pedro; por otra, su carácter de cimiento, su consistencia referencial.

Los evangelistas subrayan intencionadamente este contraste, para acentuar que por gracia, en virtud de una elección divina y no por dones naturales, es Pedro la piedra angular sobre la que Jesús funda la Iglesia.

Todos han respondido a la primera pregunta, según lo que han oído a la gente; pero a la segunda, responde únicamente Pedro, según lo que ha sido revelado por el Padre. Y es que nadie puede penetrar en el misterio de la persona de Jesús, sin la revelación del Padre.

El interrogante que Jesús hace sigue latente para los hombres de todos los tiempos; es una pregunta atemporal y siempre actual; la respuesta dará la medida del discípulo. Pedro personifica la confesión cristiana de la fe, pero, "no procede de la carne ni de la sangre", no proviene de la lógica y de la razón humana, únicamente de la revelación del Padre, con el que tiene esa unión esencial: "Mi Padre y Yo somos uno". El hombre es radicalmente incapaz de acceder al dominio misterioso de Dios.

El que Mateo añada a la respuesta, las palabras "Hijo de Dios vivo", que no se hallan en los textos paralelos, es probable que sea aquí una anticipación de lo que sólo será un hecho después de la resurrección: la fe en la divinidad de Jesús y el reconocimiento de que es el Señor.

El conocimiento que Pedro tenía de Jesús no superaría con mucho la opinión de la gente; las palabras de Jesús y la promesa del primado deben situarse igualmente en un momento posterior a la experiencia pascual de la Resurrección. En general, Mateo se interesa más por una ordenación temática que cronológica.

¡Tú eres el Hijo de Dios! La Iglesia tiene en Pedro su fuerza, su autoridad; la autoridad de confesar quién es Jesús y, en cuanto tal confesor, es refrendado por el mismo Dios.

Fuente: Autorescatolicos.org

jueves, 21 de agosto de 2014

21 de agosto: SAN PÍO X

SAN PÍO X, Giuseppe Melchiorre Sarto (1835-1914)


— Sus padres

Nació el 2 de Junio de 1835 en Riese, provincia de Treviso, en Venecia. Sus padres fueron Giovanni Battista Sarto, cartero de profesión, y Margarita Sanson, costurera, que vivió para ver a su hijo llegar a Cardenal. José Sarto fue el segundo de diez hijos.

Siendo niño perdió a su padre por lo que pensó dejar de estudiar para ayudar a su madre en los gastos de manutención de la familia, sin embargo ésta se lo impidió y pudo continuar sus estudios en el seminario gracias a una beca que le consiguió un sacerdote amigo de la familia.

— Formación

Al terminar los estudios elementales, recibió clases privadas de latín por parte del arcipreste de su pueblo, don Tito Fusarini, después de lo cual estudió durante cuatro años en el gimnasio de Castelfranco Veneto, caminando de ida y vuelta diariamente.

En 1850 recibió la tonsura de manos del Obispo de Treviso y obtuvo una beca de la Diócesis de Treviso para estudiar en el seminario de Padua, donde terminó sus estudios filosóficos, teológicos y de los clásicos con honores.

— Primeros años de sacerdocio

Fue ordenado sacerdote en 1858, y durante nueve años fue capellán de Tómbolo, teniendo que asumir muchas de las funciones del párroco ya que éste ya era anciano e inválido.

Una vez ordenado sacerdote buscó perfeccionar su conocimiento de la teología a través del estudio asiduo de Santo Tomás y el derecho canónico. Al mismo tiempo, estableció una escuela nocturna para la educación de los adultos, y siendo él mismo un ferviente predicador, era invitado a ejercer este ministerio en otros pueblos.

— Arcipreste, Vicario General y Obispo

En 1867 fue nombrado arcipreste de Salzano, un importante municipio de la Diócesis de Treviso, en donde restauró la iglesia y ayudó a la ampliación y mantenimiento del hospital con sus propios medios. Especialmente se distinguió por su abnegación durante una epidemia de cólera que afectó a la región.

En 1875 creó un reglamento para la catedral de Treviso; ocupó varios cargos, entre ellos, el de director espiritual y rector del seminario, examinador del clero y vicario general; más aún, hizo posible que los estudiantes de escuelas públicas recibieran instrucción religiosa.

En 1878, a la muerte del Obispo Zanelli, fue elegido vicario capitular. El 10 de Noviembre de 1884 fue nombrado Obispo de Mantua, en ese entonces una sede muy problemática, y fue consagrado el 20 de Noviembre.

— Prioridades de Obispo

Su principal preocupación en su nuevo cargo fue la formación del clero en el seminario, donde, por varios años, enseñó teología dogmática y, durante un año, teología moral.

Deseaba seguir el método y la teología de Santo Tomás, y a muchos de los estudiantes más pobres les regaló copias de la “Summa Theologica”; a la vez, cultivó el Canto Gregoriano en compañía de los seminaristas. La administración temporal de la sede le impuso grandes sacrificios.

En 1887 celebró un sínodo diocesano. Mediante su asistencia en el confesionario, dio ejemplo de celo pastoral.

— Cardenal y Patriarca de Venecia

En el consistorio secreto celebrado en junio de 1893, León XIII lo creó Cardenal, con el título de San Bernardo de las Termas; y en el consistorio público, tres días más tarde, fue preconizado Patriarca de Venecia, conservando mientras tanto el título de Administrador Apostólico de Mantua.

El Cardenal Sarto fue obligado a esperar dieciocho meses antes de tomar posesión de su nueva diócesis debido a que el gobierno italiano se negaba a otorgar el exequatur, reclamando que el derecho de nominación había sido ejercido por el Emperador de Austria. El asunto fue tratado con amargura en periódicos y panfletos; el Gobierno, a manera de represalia, rehusó extender el exequatur a los otros obispos que fueron nombrados durante este tiempo, por lo que el número de sedes vacantes creció a treinta. Finalmente, al regresar al poder el ministro Crispi y la Santa Sede, habiendo elevado la misión de Eritrea a la categoría de Prefectura Apostólica en atención a los Capuchinos Italianos, motivaron al Gobierno a retractarse.

En Venecia el cardenal encontró un estado de cosas mucho mejor que el que había hallado en Mantua. También allí puso gran atención en el seminario, donde logró establecer la facultad de derecho canónico.

En 1898 celebró el sínodo diocesano. Promovió el uso del Canto Gregoriano y favoreció el trabajo social. Al mismo tiempo, se dio cuenta de los peligros que entrañaban ciertas doctrinas y conductas de algunos Cristiano-Demócratas y se opuso a ellas.

El Congreso Eucarístico Internacional de 1897, el centenario de San Gerardo Sagredo (1900), la bendición de la primera piedra del nuevo campanario de San Marcos y la capilla conmemorativa en el Monte Grappa (1901) fueron eventos que dejaron una profunda impresión en él y en su gente.

— Papa

Durante la elección los Cardenales se inclinaron en principio y por mayoría por el Cardenal Rampolla. Entonces, el Cardenal de Checoslovaquia anunció que el Emperador de Austria no aceptaba al Cardenal Rampolla como Papa y tenía el derecho de veto en la elección papal, por lo que el Cardenal Rampolla retiró su nombre del nombramiento.

Reanudada la votación los Cardenales se inclinaron por el Cardenal Sarto quien suplicó que no lo eligieran hasta que una noche una comisión de Cardenales lo visitó para hacerle ver que no aceptar el nombramiento era no aceptar la voluntad de Dios.

Después de varias votaciones Giuseppe Sarto fue elegido Papa el 4 de Agosto al obtener 55 de 60 votos posibles. Su instalación tuvo lugar el siguiente domingo, 9 de Agosto de 1903.

Una vez que fue elegido Papa decretó que ningún gobernante podía vetar a Cardenal alguno para Sumo Pontífice.

— “Instaurare omnia in Christo”

En su primera Encíclica, deseando revelar hasta cierto punto su programa de trabajo, mencionó el que sería el lema de su pontificado: “instaurare omnia in Christo” (Ef 1,10). En consecuencia, su mayor atención giró siempre sobre la defensa de los intereses de la Iglesia.

— Promotor de la piedad, la recepción frecuente de la sagrada comunión y los congresos eucarísticos

Sus esfuerzos también se dirigieron a promover la piedad entre los fieles y a fomentar la recepción frecuente de la Sagrada Comunión: si era posible, hacerla diariamente (Decr. S. Congr. Concil., 20 de Diciembre, 1905), dispensando a los enfermos de la obligación de ayunar para poder recibir la Sagrada Comunión dos veces al mes, o incluso más (Decr. S. Congr. Rit., 7 de Diciembre, 1906).

Finalmente, mediante el Decreto “Quam Singulari” (15 de Agosto, 1910), recomendó que la Primera Comunión en los niños no se demorara demasiado tiempo después de que alcanzaran la edad de la discreción.

Fue por deseo suyo que el Congreso Eucarístico de 1905 se celebró en Roma, mientras que aumentó la solemnidad de los congresos Eucarísticos posteriores mediante el envío de cardenales legados.

— Impulsor de la devoción a María

El quincuagésimo aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción fue una ocasión que supo aprovechar para impulsar la devoción a María (Encíclica “Ad illum diem”, Febrero 2,1904); y el Congreso Mariano junto con la coronación de la imagen de la Inmaculada Concepción en el coro de la Basílica de San Pedro fueron una digna culminación de la solemnidad.

— Promotor de la música sacra

Fuera como simple capellán, como obispo, y como patriarca, Giuseppe Sarto fue siempre un promotor de la música sacra; como Papa publicó, el 22 de Noviembre de 1903, un Motu Proprio sobre música sacra en las iglesias, y, al mismo tiempo, ordenó que el auténtico Canto Gregoriano se utilizara en todas partes, mientras dispuso que los libros de cantos se imprimieran con el tipo de fuente del Vaticano bajo la supervisión de una comisión especial.

— Instrucción catequética a niños y adultos

En la Encíclica “Acerbo nimis” (Abril 15, 1905), planteó la necesidad de que la instrucción catequética no se limitara a los niños, sino que también fuera dirigida hacia los adultos, dando para ello reglas detalladas, especialmente en lo referente a escuelas adecuadas para la instrucción religiosa a los estudiantes de escuelas públicas, y aun de universidades.

Promovió la publicación de un nuevo catecismo para la diócesis de Roma.

— Preocupado por la formación y disciplina del clero

Como obispo, su principal preocupación había sido la formación del clero, y de acuerdo con este propósito, una Encíclica dirigida al Episcopado Italiano (Julio 28, 1906) hacía énfasis en la necesidad de tener mayor cuidado en la ordenación de sacerdotes, llamando la atención de los obispos sobre el hecho de que, entre los clérigos más jóvenes, se manifestaba cada vez con mayor frecuencia un espíritu de independencia que era una amenaza para la disciplina eclesiástica.

En beneficio de los seminarios italianos, ordenó que fueran visitados regularmente por los obispos y promulgó un nuevo programa de estudios que había estado en uso en el Seminario Romano.

Por otra parte, como las diócesis del Centro y Sur de Italia eran tan pequeñas que sus seminarios respectivos no podían prosperar, Pío X estableció el seminario regional; en consecuencia, muchos seminarios, pequeños y deficientes, fueron cerrados.

Con motivo de la celebración del jubileo de su ordenación sacerdotal, dirigió una carta llena de afecto y prudentes consejos a todo el clero.

— Preocupado por la pureza de la fe

Pero la principal preocupación del Papa era la pureza de la fe. En la encíclica del centenario de San Gregorio Magno, Pío X resalta los peligros de ciertos métodos teológicos nuevos, los cuales, basándose en el Agnosticismo y el Immanentismo, suprimen la doctrina de la fe de sus enseñanzas de una verdad objetiva, absoluta e inmutable, más aun cuando estos métodos se asociaban con una crítica subversiva de las Sagradas Escrituras y de los orígenes del Cristianismo.

+ En 1907, publicó el Decreto “Lamentabili” (llamado también el Syllabus de Pío X), en el que sesenta y cinco proposiciones modernistas fueron condenadas. La mayor parte de estas se referían a las Sagradas Escrituras, su inspiración y la doctrina de Jesús y los Apóstoles, mientras otras se relacionaban con el dogma, los sacramentos, la primacía del Obispo de Roma.

+ El 8 de Septiembre de 1907 apareció la famosa Encíclica “Pascendi”, que exponía y condenaba el sistema del Modernismo. Este documento hace énfasis sobre el peligro del Modernismo en relación con la filosofía, apologética, exégesis, historia, liturgia y disciplina, y muestra la contradicción entre esa innovación y la fe tradicional. Con esta encíclica establece reglas para combatir las perniciosas doctrinas en cuestión. Entre las medidas sugeridas cabe señalar el establecimiento de un cuerpo oficial de “censores” de libros y la creación de un “Comité de Vigilancia”.

+ Posteriormente, mediante el Motu Proprio “Sacrorum Antistitum”, Pío X sancionó que todos aquellos que ejercieran el sagrado ministerio de la predicación o enseñaran en institutos eclesiásticos, así como canónigos, superiores del clero regular, y aquellos que servían en oficinas eclesiásticas, debeían tomar un juramento en el que se comprometían a rechazar los errores que eran denunciados en la decreto “Lamentabili”.

+ Pío X retomó este asunto vital especialmente en las encíclicas que fueron escritas en conmemoración de San Anselmo (Abril 21, 1909) y de San Carlos Borromeo (Junio 23, 1910), en la segunda de las cuales el Modernismo Reformista fue especialmente condenado.

— Establecimiento del Pontificio Instituto Bíblico de Roma

Como el estudio de la Biblia es, a la vez, el área más importante y más peligrosa de la teología, Pío X deseaba en Roma un centro especial para esos estudios que les diera la garantía de una ortodoxia incuestionable y un valor científico. Con el apoyo del mundo católico se estableció el Pontificio Instituto Bíblico de Roma bajo la dirección de los jesuitas.

— Codificación de la ley canónica y reestructuración organizativa de las entrañas del Vaticano

Una necesidad sentida durante mucho tiempo fue la de codificar la ley canónica. Con esta intención el 19 de Marzo de 1904 Pío X creó una congregación especial de cardenales de la que Gasparri, convertido en cardenal, sería el secretario. Las más eminentes autoridades en derecho canónico de todo el mundo colaboraron en la formación del nuevo código.

Las congregaciones para las Reliquias e Indulgencias y de Disciplina fueron suprimidas, mientras que la Secretaría de Asuntos Menores fue unida a la Secretaría de Estado. Las oficinas de la Curia se dividieron en Tribunales (3), Congregaciones (11), y Oficinas (5). Con respecto a los primeros, el Tribunal de Signatura (constituido exclusivamente por cardenales) y el de la Rota fueron revividos; al Tribunal de la Penitenciaría le fueron dejados únicamente los casos del fuero interno (conciencia). Las Congregaciones permanecieron casi como estaban al principio, con la excepción de que una sección especial fue agregada al Santo Oficio de la Inquisición para las indulgencias.

La Congregación de Obispos y Regulares recibió el nombre de Congregación de Religiosos y tendría que tratar únicamente los asuntos de las congregaciones religiosas, mientras los asuntos del clero secular serían derivados a la Congregación del Consistorio o a la del Concilio; de este último fueron retirados los casos matrimoniales, los cuales serían ahora enviados a los tribunales o a la recientemente creada Congregación de los Sacramentos.

La Congregación del Consistorio aumentó grandemente su importancia debido a que tendría que decidir sobre cuestiones que eran competencia de las otras Congregaciones.

Al mismo tiempo, fueron publicadas las reglas y regulaciones para empleados, y aquellas para los diferentes departamentos. Otra Constitución reciente presenta una relación de las sedes suburbicarias.

La jerarquía Católica incrementó su número durante los primeros años del pontificado de Pío X, en los que se crearon veintiocho nuevas diócesis, la mayoría en los Estados Unidos, Brasil y las Islas Filipinas; también una abadía nullius, 16 vicariatos Apostólicos y 15 prefecturas Apostólicas.

— La cuestión social

Pío X, siguiendo los pasos de su predecesor León XIII, quiso que la Iglesia desempeñara un papel de liderazgo en la solución de la cuestión social.

Sus puntos de vista en esta materia fueron formulados en un syllabus de diecinueve proposiciones, tomadas de diferentes encíclicas y otras Actas de León XIII, y publicadas en un Motu Proprio (Diciembre 18, 1903), especialmente para la orientación en Italia, donde la cuestión social era un asunto espinoso a principios de su pontificado.

Buscó reprimir ciertas tendencias que se inclinaban hacia el Socialismo y promovían un espíritu de insubordinación a la autoridad eclesiástica.

Como resultado del aumento constante de divergencias, la “Opera dei Congressi”, la asociación Católica más grande de Italia, fue disuelta.

No obstante, inmediatamente después la Encíclica “Il fermo proposito” (Junio 11, 1905) provocó la formación de una nueva organización, constituida por tres grandes uniones, la Popular, la Económica y la Electoral.

Pío X logró la eliminación de los elementos más discrepantes dando lugar a una verdadera acción social Católica, aunque subsistieron algunas fricciones. El deseo de Pío X es que la clase trabajadora sea abiertamente Católica, como lo expresó en una memorable carta dirigida al Conde Medolago-Albani.

— Relaciones con los gobiernos

En sus relaciones con los gobiernos, el pontificado de Pío X tuvo que mantener luchas dolorosas.

En Francia el papa heredó disputas que fueron utilizadas por el gobierno de París para romper las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. La ley de separación despojó a la Iglesia de Francia y prescribió una constitución para ella. La separación trajo cierta libertad a la Iglesia de Francia, especialmente en materia de la elección de sus pastores. Pío X, sin buscar represalias, reconoció el derecho francés de protectorado sobre los católicos en el Este. Algunos párrafos de la Encíclica “Editae Saepe”, escrita en ocasión del centenario de San Carlos Borromeo, fueron mal interpretadas por los Protestantes, especialmente en Alemania, por lo que Pío X elaboró una declaración refutándolos, sin menoscabo a la autoridad de su alto cargo.

En ese tiempo (Diciembre, 1910), se temían complicaciones en España, así como la separación y persecución en Portugal.

El Gobierno de Turquía envió un embajador ante el Papa.

Las relaciones entre la Santa Sede y las repúblicas de América Latina eran buenas. Las delegaciones en Chile y la República Argentina fueron elevadas a la categoría de internunciaturas, y se envió un Delegado Apostólico a Centroamérica.

— Solidario ante las calamidades públicas

Finalmente, no debemos olvidar su generosa caridad en las calamidades públicas. Durante los grandes terremotos de Calabria, Pío X pidió ayuda a todos los católicos del mundo, logrando reunir unos 7’000,000 de francos, que sirvieron para cubrir las necesidades de quienes fueron afectados y para la construcción de iglesias, escuelas, etc.

Su caridad no fue menor en ocasión de la erupción del Vesubio y de otros desastres fuera de Italia (Portugal e Irlanda).

— Tres características de su persona

La pobreza: fue un Papa pobre que nunca fue servido más que por dos de sus hermanas para las que tuvo que solicitar una pensión para que no se quedaran en la miseria a la hora de la muerte de Pío X.

La humildad: Pío X siempre se sintió indigno del cargo de Papa y no permitía lujos excesivos en sus recámaras. Sus hermanas que lo atendían no gozaban de privilegio alguno en el Vaticano.

La bondad: nunca fue difícil tratar con Pío X pues siempre estaba de buen genio y dispuesto a mostrarse como padre bondadosos con quien necesitara de él.

— Muerte

Falleció en Roma el 20 de agosto de 1914 y fue enterrado en las grutas vaticanas, hasta que en 1951 sus restos incorruptos fueron trasladados a la Basílica de San Pedro, bajo el altar de la capilla de la Presentación, donde están expuestos a la veneración de los fieles . En su epitafio se lee: “Su tiara estaba formada por tres coronas: pobreza, humildad y bondad”.

— Canonización

Fue canonizado en 1954.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Lactatio Bernardi: La lactación de san Bernardo de Claraval

Lactatio Bernardi o lactación de San Bernardo, son nombres con los que en hagiografía e historiografía del arte se conoce una escena de la vida de este santo y su iconografía, muy vinculada a la Virgo lactans (Virgen de la Leche).

VIRGEN DE LA LECHE del siglo XVI
Museo de Aveiro, Portugal

La anécdota se recoge por primera vez en uno de los exempla del Ci nous dit (1313-1330), obra anónima de un fraile mendicante: cuando el obispo de Chalon visitó Cîteaux, Bernardo, entonces un joven monje, fue encargado por el abad de predicar. Temiendo defraudarles, se puso a rezar ante una imagen de la Virgen hasta quedarse dormido. En sueños se le apareció la Virgen, que le otorgó el don de la elocuencia al ponerle en la boca leche de su propio pecho.

También aparece en el Cancionero de Úbeda (1588). Un milagro similar es reflejado anteriormente en las Cantigas de Santa María: la resurrección de un monje cisterciense tras recibir en la boca leche de la propia Virgen.

Como tema pictórico se difundió especialmente por España, desde fechas muy tempranas, puesto que la primera muestra conocida es de finales del siglo XIII: el Retablo de San Bernardo de la Capilla de los Templarios de Palma (Museo de Mallorca).

Hay cuadros sobre este tema en el Museo del Prado (Juan Correa de Vivar, 1545, Alonso Cano, 1650, y Bartolomé Esteban Murillo, 1660). En el museo parroquial de Pastrana hay un Premio lácteo a San Bernardo de Juan Carreño Miranda (1668)

— San Bernardo de Claraval: el milagro de la lactancia

San Bernardo fue un gran devoto de la Virgen. Hay dos leyendas existentes acerca de la lactancia de San Bernardo. La primera versión cuenta que María apareció en un rezo del santo y roció la leche de su pecho sobre los labios de Bernardo.Con este gesto María le mostraba que es su "madre" y que está preparada para mediar con su hijo. La segunda versión describe cómo Bernardo se duerme durante un rezo. María aparece y pone su pecho en la boca del santo para que reciba la sabiduría de Dios.

— La iconografía de la "Lactancia de San Bernardo"

Para suavizar la situación comprometida en la que la Virgen dona su leche a un adulto, la Virgen es representada a cierta distancia del santo, por lo que será necesario pintar un chorrito de flujo de la leche.

Además, el Niño está en los brazos de la Madre aunque no chupe, pero de modo que autorice " la donación de la leche " .San Bernardo está en un plano bajo (él es humano) y con las manos cercanas (el signo de rezar) o con los brazos separados (en señal de agradecimiento).

VISIÓN DE SAN BERNARDO
Bartolomé Esteban Murillo, 1655
Museo del Prado
VISIÓN DE SAN BERNARDO
Juan de Roelas, 1611
VISION DE SAN BERNARDO
Claude Mella, 1650
VISIÓN DE SAN BERNARDO
Jean Bellegambe, 1532
Universidad de Lieja
SOBRE SAN BERNARDO DE CLARAVAL:
Vida y obra

martes, 19 de agosto de 2014

Mateo 19,23-30: "Jesús a sus discípulos: Difícilmente entrará un rico en el Reino de los cielos (...) Entonces, ¿quién puede salvarse? (...) Pedro le dijo: nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar? (...) El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre y madre, mujer, hijos o tierras, heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros"

Mateo 19, 23-30
Martes de la 20 Semana del Tiempo Ordinario II,

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Creedme; difícilmente entrará un rico en el Reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los cielos". Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: "Entonces, ¿quién puede salvarse?" Jesús se les quedó mirando y les dijo: "Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo". Entonces le dijo Pedro: "Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?" Jesús les dijo: "Creedme, cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre y madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros".

lunes, 18 de agosto de 2014

Ezequiel 28,1-10: "Se hinchó tu corazón, y dijiste: 'Soy Dios...", tú que eres hombre y no dios (...) Por haberte creído como los dioses traigo contra ti bárbaros pueblos feroces (...) Tú, que eres hombre y no dios, ¿osarás decir: 'Soy Dios', delante de tus asesinos? Morirás con muerte de incircunciso, a manos de bárbaros

Ezequiel 28,1-10
Martes de la 20 Semana del Tiempo Ordinario II,

Me vino esta palabra del Señor: "Hijo de Adán, di al príncipe de Tiro: "Así dice el Señor: Se hinchó tu corazón, y dijiste: 'Soy Dios, entronizado en solio de dioses en el corazón del mar', tú que eres hombre y no dios; te creías listo como los dioses. ¡Si eres más sabio que Daniel!; ningún enigma se te resiste. Con tu talento, con tu habilidad, te hiciste una fortuna; acumulaste oro y plata en tus tesoros. Con agudo talento de mercader ibas acrecentando tu fortuna, y tu fortuna te llenó de presunción. Por eso, así dice el Señor: Por haberte creído sabio como los dioses, por eso traigo contra ti bárbaros pueblos feroces; desenvainarán la espada contra tu belleza y tu sabiduría, profanando tu esplendor. Te hundirán en la fosa, morirás con muerte ignominiosa en el corazón del mar. Tú, que eres hombre y no dios, ¿osarás decir: 'Soy Dios', delante de tus asesinos, en poder de los que te apuñalen? Morirás con muerte de incircunciso, a manos de bárbaros. Yo lo he dicho."" Oráculo del Señor.

LUNES DE LA 20 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

Ezequiel 24,15-24
Salmo 32: Despreciaste a la Roca que te engendró
Mateo 19,16-22

Ezequiel 24,15-24

Me vino esta palabra del Señor: "Hijo de Adán, voy a arrebatarte repentinamente el encanto de tus ojos no llores ni hagas duelo ni derrames lágrimas; aflígete en silencio como un muerto, sin hacer duelo; líate el turbante y cálzate las sandalias; no te emboces la cara ni comas el pan del duelo." Por la mañana, yo hablaba a la gente; por la tarde, se murió mi mujer; y, a la mañana siguiente, hice lo que se me había mandado. Entonces me dijo la gente: "¿Quieres explicarnos qué nos anuncia lo que estás haciendo?" Les respondí: "Me vino esta palabra del Señor: "Dile a la casa de Israel: 'Así dice el Señor: Mira, voy a profanar mi santuario, vuestro soberbio baluarte, el encanto de vuestros ojos, el tesoro de vuestras almas. Los hijos e hijas que dejasteis caerán a espada. Entonces haréis lo que yo he hecho: no os embozaréis la cara ni comeréis el pan del duelo; seguiréis con el turbante en la cabeza y las sandalias en los pies, no lloraréis ni haréis luto; os consumiréis por vuestra culpa y os lamentaréis unos con otros. Ezequiel os servirá de señal: haréis lo mismo que él ha hecho. Y, cuando suceda, sabréis que yo soy el Señor."'"

Salmo 32: Despreciaste a la Roca que te engendró

Despreciaste a la Roca que te engendró,
y olvidaste al Dios que te dio a luz.
Lo vio el Señor, e irritado
rechazó a sus hijos e hijas.
R. Despreciaste a la Roca que te engendró

Pensando: "Les esconderé mi rostro
y veré en qué acaban,
porque son una generación depravada,
unos hijos desleales."
R. Despreciaste a la Roca que te engendró

"Ellos me han dado celos con un dios ilusorio,
me han irritado con ídolos vacíos;
pues yo les daré celos con un pueblo ilusorio,
los irritaré con una nación fatua."
R. Despreciaste a la Roca que te engendró

Mateo 19,16-22

En aquel tiempo se acercó uno a Jesús y le preguntó: "¿Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: "¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos". El le preguntó: "¿Cuáles?". Jesús le contestó: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo". El muchacho le dijo: "Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?". Jesús le contestó: "Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego vente conmigo". Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.

Traer gente a la iglesia vs. traer la iglesia a la gente, por José Alberto Barrera Marchessi


¿Se han dado cuenta de que el 95% de las actividades que llamamos de Nueva Evangelización consisten en traer a la gente a la iglesia?

Ya sea en una evangelización nocturna, haciendo unas misiones populares, o predicando desde el púlpito a los que ya están dentro, parece que todo se trata en traer a la gente a lo nuestro.

Obviemos el hecho de que vamos hacia una iglesia tipo síndrome de Mr. Bean y Amo a Laura que empiezan a ser una triste realidad descrita profécticamente por la parodia, en vez de una mofa malintencionada que deforma una realidad pujante.

Lo cierto es que aunque fuéramos la más atractiva de las  iglesias, con las más atractivas de las personas dentro, todavía habría algo mal planteado en una evangelización que se concibe como traer a los de fuera adentro de la Iglesia.

Si el papa nos pide ser una Iglesia en salida, ¿cómo es que seguimos siendo una iglesia de llegada? ¿Cómo podemos dormir tranquilos con una oveja en el redil teniendo noventa y nueve fuera? ¿En qué mente cabe pensar que una parroquia de éxito es la que acomoda más gente el domingo y no la que más gente envía?

Seguimos pensando que el éxito de la evangelización es que la gente vuelva a la iglesia, y así nos va.

Una iglesia que no hace primero una operación de autoevaluación, la que nos pedían los lineamenta y deja abierta la Evangelii Gaudium, difícilmente se puede poner a evangelizar porque en el mejor de los casos traerá a la gente de visita pero en absoluto estará en condiciones de dar nada sustancioso porque le falta lo más fundamental, ya que está inmersa en una crisis de fe e identidad.

Resuelto el problema de fe e identidad, no hay que lanzarse precipitadamente a evangelizar. Una Iglesia que vive en un desfase más que evidente con la cultura dominante (como explicó Mons. Dominique Rey en Manresa) debe preguntarse primero si sus edificios, espacios y simbologías están codificados en unas claves culturales inteligibles para los sujetos a los que pretende llegar.

Más allá de los espacios están las piedras vivas que harán la evangelización. Una iglesia que se ocupa en misiones, planes y proyectos de pastoral sin preocuparse por el hecho de no tener a las personas adecuadas para llevarlos a cabo, ni sostener e invertir en las que sí que podrían hacerlo, será el enésimo papel mojado que no tendrá resultados y del cual ni siquiera se hará revisión.

Como ven el problema es mucho más complejo que la dicotomía del título, traer a la gente a la iglesia, versus traer la iglesia a la gente.

No basta con salir de mentirijillas para traer gente dentro. Tampoco sería suficiente salir de corazón, a tumba abierta, y perderse por los caminos del mundo para acabar secularizados como les pasó a tantos en el postconcilio.

Hace falta redescubrir nuestra identidad más profunda en Cristo, la que nos edifica como Iglesia y nos hace misioneros una vez que hemos sido hechos discípulos.

Yo sé que esto no es fácil de entender ni de digerir.

Si queremos llegar afuera, primero tendremos que llegar adentro, al núcleo de la fe, a la experiencia primera, a Jesucristo. Es pura lógica: si no estamos dando a Jesucristo, la primera pregunta es si acaso no será que no lo tenemos suficientemente agarrado, y más nos vale asirnos de su orla si queremos ir a algún lado.

Si queremos llegar a los de fuera no podemos pretender que entren en una casa, la de la evangelización, el discipulado y la misión, que lleva años sin limpiarse, sin renovarse, y cuyas maneras y cuyo liderazgo son los que nos han llevado a la crisis actual.

Si queremos llegar a los de fuera tendremos que arriesgarnos a salir fuera nosotros también, ponernos de reformas y quedarnos en la calle mientras tanto, a ver si en el proceso se nos quitan algunas de las adherencias y anquilosidades que se nos han generado a base de llevar tanto tiempo dentro.

En definitiva, hace falta una iglesia afuera, en salida, que se reencuentre consigo misma en las periferias, no una iglesia autorreferencial  y nostálgica de tiempos mejores donde traer a los cuatro despistados que aún se prestan a pisar una reliquia del pasado.

Y aunque parezca paradójico, el día en que hagamos esto, será cuando se vuelvan a llenar las iglesias, cuando a ellas lleguen conversos, y no simples turistas, pseudoevangelizados o despistados anacrónicos, que parece que es lo único que conseguimos atraer hoy en día.

Porque ojo, no es lo mismo traer a alguien a la iglesia con minúsculas, que traer a alguien a la Iglesia con mayúsculas.

Lo primero puede ser traer a alguien a un edificio, a un grupo pío, a una actividad o una celebración; lo segundo es traer a una persona de la vida a la muerte, de la condenación del pecado a la salvación en Cristo...y para eso existe la Iglesia, para dar vida y darla en abundancia...y eso en una palabra es la evangelización.

Fuente: religionenlibertad.com

La Cruz: su historia y significado, por Agustín Fabra



En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo!
Gálatas 6:14

PRESENTACIÓN

La cruz es el principal símbolo del cristianismo. La palabra ‘cruz’ proviene del verbo latino ‘cruciare’, que significa ‘crucificar’ o ‘torturar’. Y la palabra ‘crucifijo’ proviene del término latino ‘crucifixum’, que es el participio del verbo latino ‘crucifigere’, que significa ‘fijar en la cruz’.

La forma católica de la cruz es una línea vertical atravesada por otra línea horizontal. A esta cruz se la conoce como ‘cruz latina’. Su origen se refiere al método de ejecución que se utilizó con Jesucristo. Algunas interpretaciones místicas sugieren que la porción vertical representa la divinidad de Jesús, mientras que la horizontal representa su humanidad.

HISTORIA

En excavaciones relativas a la Edad de Bronce apareció en Europa una cruz parecida a la latina en diversos objetos, quizás no solo con fines ornamentales, sino también religiosos, son respecto a la naturaleza, dado que en sepulturas de la época se hallaron objetos con el símbolo de una cruz.

Es digno de mencionar que no se conservan iconos de la cruz pertenecientes a los dos primeros siglos del cristianismo puesto que representaba un método de tortura especialmente doloroso. Sin embargo la figura de la cruz era el símbolo de muchos de los primeros cristianos, en especial durante las épocas de persecución, con el fin de identificarse unos con otros de forma encubierta. Ellos hacían generalmente la señal de la cruz en el suelo con un dedo de la mano, pero no llevaban encima ninguna figura con forma de cruz.

No obstante en el monte Palatino, en Roma, se encontró lo que se considera la primera representación pictórica conocida sobre la crucifixión de Jesús, la cual tiene una inscripción en griego que dice ‘Alexámenos sébete theón’, que traducido al español significa ‘Alexámenos adorando a su dios’. De acuerdo a los estudiosos del tema, se cree que la fecha aproximada de la creación de esa obra es del año 85 al 95 d.C. bajo el emperador Domiciano. Sin embargo se considera que fue hecha en tono irónico por un no-cristiano.

Fue en el siglo IV cuando la cruz se convirtió en el símbolo predilecto para representar a Cristo y su misterio de salvación, y los cristianos entonces fueron dejando de lado los símbolos utilizados hasta entonces: la figura del Pastor, el pez, el ancla y la paloma.

El hecho de adoptar la cruz como símbolo cristiano vino principalmente con la visión que tuvo el emperador Constantino hacia el año 312 d.C., la cual precedió a su victoria en el puente Milvio. La figura de la cruz iba acompañada de las palabras ‘In hoc signo vinces’, que significa ‘Con este símbolo vencerás’. Entonces se empezó a denominar a los cristianos ‘los religiosos de la cruz’.

En el año 326 d.C. Elena de Constantinopla, madre de Constantino I el Grande, halló la Cruz de Cristo en Jerusalén. Es por ello que el 14 de septiembre los ortodoxos celebran la consagración de la basílica en el sitio donde fue hallada la Cruz de Cristo. Y la Iglesia Católica celebra este mismo día ‘la exaltación de la Santa Cruz’.

Las primeras representaciones pictóricas o esculturales de la cruz ofrecen un Cristo glorioso, con larga túnica y con corona real. Está en la Cruz, pero es el vencedor, el resucitado. Sólo más tarde, con la espiritualidad de la Edad Media, se le empezó a representar en su estado de sufrimiento y dolor. En la actualidad la cruz representa la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, ya que gracias a su sufrimiento en la Cruz Jesús venció a la muerte en sí misma y rescató de la condenación a toda la humanidad.

LAS RELIQUIAS

La Cruz fue el primero de los instrumentos de la Pasión de Cristo que fue venerado en forma de reliquia. Con el tiempo aún los clavos que fueron usados para clavar a Cristo en la Cruz fueron buscados, hallados y venerados por los cristianos. Uno de esos clavos está montado en la corona de hierro de Lombardía que se conserva en la catedral de Monza, la antigua capital de la Lombardía italiana.

Numerosas reliquias se disputan ser pedazos de la Cruz verdadera. En el siglo XVI Erasmo de Rotterdam decía que se podría construir un barco con toda esa madera, pero según el profesor Baima Ballone, catedrático del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Turín, Italia, si se aceptara que todos los trozos de la Cruz que se conservan fueran auténticos, juntándolos todos no alcanzaría siquiera el 50% del travesaño horizontal.

El Monasterio de Santo Toribio de Liébana, en España, alberga el mayor trozo de madera de la Cruz de Cristo. En 1958 fue analizado mediante estudios microscópicos por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y se determinó que la madera era del árbol ‘cupressus sempervivens’ pertenece a un ciprés abundante en Palestina.

LA CRUZ, UN SIMBOLO ELOCUENTE

Generalmente no nos damos cuenta porque ya estamos acostumbrados a ver la Cruz en la Iglesia o en nuestras casas. Pero la Cruz es una verdadera cátedra desde la cual Cristo nos predica siempre la gran lección sobre Dios, sobre el misterio de la salvación en Cristo y sobre la vida cristiana.

La Cruz nos presenta a un Dios trascendente, pero al mismo tiempo cercano. Un Dios que ha querido vencer el mal con su propio dolor. Un Cristo que es Juez y Señor, pero a la vez Siervo, y que ha querido llegar a la total entrega de sí mismo como imagen del amor y de condescendencia de Dios. Un Cristo que en su muerte y resurrección ha dado al mundo la reconciliación entre Dios y la humanidad. Esta es la Cruz que ilumina nuestra vida, que nos da esperanza y que nos muestra el camino.

VIVIR SEGÚN LA CRUZ

Todo gesto simbólico, todo signo, pueden ayudarnos a entrar en comunión con lo que simboliza y significa, que es los importante. Pero también puede ser un peligro si nos quedamos en la pura exterioridad. Entonces el signo se convierte en gesto ritual y rutinario, el cual no significa nada ni nos conduce a nada. Por tanto, cuando hacemos la señal de la cruz sobre nosotros mismos, si no lo hacemos con la fe debida, puede convertirse en un gesto mecánico que no nos dice nada y que no parece indicar que comporte una auténtica fe en su significado.

Cuando colocamos una cruz en nuestra casa, o cuando hacemos la señal de la cruz al empezar la Eucaristía o al recibir la bendición final, deberíamos dar a nuestro gesto su auténtico sentido. Debería ser un signo de nuestra alegría por sentirnos salvados por Cristo, dejándonos abarcar, consagrar y bendecir por ella, ‘gloriándonos en la Cruz de Nuestro Señor Jesús’ (Gálatas 6:14). Más aún, la señal de la cruz debe ser un compromiso, porque la Cruz es el mejor símbolo del estilo de vida que Cristo nos enseñó y que nos invita a recorrer: ‘Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, cargue su cruz y sígame’ (Mateo 16:24).

Debemos reconocer a la Cruz todo su contenido para que no sea un símbolo vacío, y entonces sí será un signo que continuamente nos alimente la fe y el estilo de vida que Jesús nos enseñó.

LA SEÑAL DE LA CRUZ EN EL CRISTIANISMO

Con frecuencia los cristianos hacemos la señal de la cruz sobre nuestras personas, o nos la hace el sacerdote en el caso del bautismo o de las bendiciones. Al principio era costumbre hacerla únicamente sobre la frente, pero luego se empezó a hacerlo tal como ahora lo conocemos: hacer la señal de la cruz sobre nosotros mismos, desde la frente al pecho, y desde el hombro izquierdo al derecho. También puede hacerse la triple cruz pequeña, primero en la frente, después en la boca, y por último en el pecho, como es el caso de la proclamación del Evangelio.

Es un gesto sencillo, pero lleno de significado porque, si se hace con la debida devoción, es una verdadera confesión de nuestra fe: Dios nos ha salvado en la Cruz de Cristo. Es un signo de pertenencia ya que al hacerlo sobre nuestra persona queremos decir que estamos bautizados y, por lo tanto, pertenecemos a Cristo, quien es nuestro Salvador y el origen y razón de nuestra existencia cristiana.

LA SEÑAL DE LA CRUZ EN LA IGLESIA ORTODOXA

Para los ortodoxos, al hacer la señal de la cruz deben juntar los tres primeros dedos de la mano derecha, pulgar, índice y medio, doblando los otros dos, anular y meñique, hacia la palma de la mano.

Los tres primeros dedos les demuestran su fe en la Santísima Trinidad, y los dos dedos doblados significan que el Hijo de Dios bajó a la tierra siendo Dios y se hizo hombre, demostrando así sus dos naturalezas, la divina y la humana.

Al inicial la señal de la cruz ponen los tres dedos juntos en la frente para santificar su mente; en el pecho para santificar los sentimientos interiores; en el hombro derecho y después en el izquierdo, para santificar todas sus fuerzas corporales. Esta antiquísima manera de persignarse, que aún se conserva en el seno de la Iglesia Ortodoxa, expresa de manera sencilla la doctrina trinitaria.

En el cristianismo, al momento de hacer la señal de la cruz, la mano va primero a la frente, después al pecho, luego al hombro izquierdo y, por último, al hombro derecho. En cambio, para el ortodoxo, los tres dedos de la mano van a la frente, después al pecho, luego al hombro derecho y después al hombro izquierdo. Para ellos esta diferenciación de movimientos poniendo en primer lugar la mano en el hombro derecho tiene su razón de ser: el Hijo está sentado a la derecha del Padre.

CONCLUSION

La señal de la cruz nos da fuerza para rechazar y vencer el mal, pero debemos hacerlo correctamente, con fe y devoción, sin prisas, respetuosamente y conscientes en todo momento del significado que persignarnos representa para nosotros.

Fuente: religionenlibertad.com

Cómo dinamizar una parroquia, por Vicente Alejandro Guillamón

He dicho, y repito, que sin participación de los parroquianos no hay parroquia, y sin parroquias vivas y participativas no hay plan o programa evangelizador que valga.

Nuestra Iglesia no sólo es jerárquica, como debe ser, porque así la quiso su Fundador, sino que además, lamentablemente, está totalmente clericalizada, dominada en todas sus estructuras por el clero. ¿Está la Iglesia tan boyante como para desdeñar de modo tan olímpico el enorme potencial evangelizador que, debidamente encauzado, podría aportar la fiel infantería? Lo hemos visto estos días pasados en Corea con motivo de la visita del Papa. El movimiento seglar coreano es activo y pujante, según lo ha podido ver, alabar y estimular el Santo Padre.

Tomemos ejemplo de ellos, los laboriosos coreanos. Se impone, por tanto, reavivar las parroquias, ponerlas a “trabajar”, sacarlas de la modorra en la que se hallan la mayoría de ellas. Bien, pero ¿cómo hacerlo? Porque hay muchos que dicen, que decimos, hay que hacer esto, lo otro y lo de más allá. Incluso los hay impacientes, o ardorosos, que a falta de cauces en los que aportar su grano de arena, se los inventan, crean su propio chiriguinto apostólico y se echan al monte a pelear por la causa de Dios. Como los guerrilleros que siempre han sido, pero olvidando que jamás una guerrilla por sí sola ha ganado una guerra. Entonces, ¿qué?

Hubo un tiempo que a causa de la extrema escasez de sacerdotes debido a las matanzas de la guerra civil, se crearon en muchas parroquias españolas lo que se llamaban juntas parroquiales, integradas por representantes de las asociaciones de apostolado seglar y de caridad que empezaban a resurgir de las cenizas. Fueron eficaces y prestaron una gran ayuda a los párrocos, sobre todo en la enorme tarea de regenerar el tejido eclesial, muy dañado por los avatares de la guerra.

Yo formé parte, siendo pollito recién salido del cascarón, de la junta de mi pueblo, y después, residente en Marruecos, de la junta parroquial de la misión franciscana de Nador, como secretario, por ser el más joven de sus integrantes. Era presidente de la misma don Carlos Montesinos, cónsul de España en aquella población moruna, hombre encantador que se ganaba por su simpatía a todo el mundo. Bien podía decirse que ejercía el apostolado de la amabilidad. Y no digamos su mujer, aún más encantadora que el marido.

De una junta parroquial activa deberían formar parte los representantes de todo aquello que se mueva en el entorno parroquial: Cáritas, máxime en los tiempos que corren, equipos de catequistas y de cursillos prematrimoniales, cofradías de Semana Santa o de la Virgen tutelar de la población, si las hay, “franquicias” de asociaciones, obras y movimientos que puedan existir en la demarcación parroquial, etc., etc. Incluso los “técnicos” de la gestión económica y burocrática de la parroquia, dado que existan, que debería existir, y algún “notable” local de significada práctica religiosa. Todo ello bajo la batuta del párroco, naturalmente, que para algo es el responsable último, ante el obispo, del funcionamiento del ente parroquial.

Una junta así no se limitaría a decorar la iglesia del barrio o del pueblo, reuniéndose de higos a brevas para cubrir el expediente, sino que tendría que estar de manera permanente al pie del cañón, con reuniones siquiera una vez al mes, para programar, activar y revisar la pastoral parroquial, aportando iniciativas y soluciones a los problemas y deficiencias de la acción evangelizadora.

Una junta o consejo de esta naturaleza, activa y participativa, ciertamente limitaría mucho la libertad del párroco para hacer de su capa un sayo, pero no es menos cierto que hallaría una gran colaboración de los parroquianos para hacer de la parroquia un potente foco de irradiación apostólica. Imagine el lector lo que sería de nuestra Iglesia si dispusiera de una amplia y dinámica red de parroquias abiertas, acogedoras, activas y, digo una vez más, participativas. Y si el consejo diocesano de pastoral fuese algo más –o bastante más- que de nuevo otra reunión de clérigos. ¡Señores obispos, apéense del burro, que los laicos también somos Iglesia!

Fuente: religionenlibertad.com

¿Qué significa realmente la letra ن-N para el Islam y los musulmanes?, por Raad Salam Naaman




ن-N es la letra con el que los seguidores del califato del Estado Islámico en Irak están marcando las fachadas de las casas y lugares de culto de los cristianos, además de una advertencia en negro dice “Propiedad del Estado Islámico”.

Es la vigésima quinta letra del alfabeto árabe, quiere decir Nasrani-Nazareno, el término despreciativo con la que se designa a los cristianos en el Corán desde el comienzo del Islam en el siglo VII. Es el símbolo del nuevo genocidio cristiano en Irak del siglo XXI.

En mi país natal Irak, desde siempre, los cristianos hemos vivido, la persecución y la desigualdad religiosa entre musulmanes y cristianos, a favor de los musulmanes, no solo en estos últimos años. Desde muy joven, tanto en el colegio como en la calle, tanto mis profesores como mis colegas y vecinos, nos reprochaban o nos llamaban, cristianos, nazareos, sucios e infieles. Nos decían vuestro fin será el infierno si no os convertís al Islam. Todavía recuerdo, yo era un niño, cuando mi padre, que en paz descansa, construía nuestra casa y nuestros vecinos musulmanes le decían: “Hazla bien, porque tarde o temprano, tu casa será nuestra cuando os echamos del país”.

En el plano formal y popular, tanto el Islam como los musulmanes tradicionales siguen utilizado a menudo la categoría de “creyentes” o “fiel” para los musulmanes y utilizan la palabra kafir o “infiel” para los no musulmanes, los seguidores de otras religiones, especialmente cristianos y judíos, donde se llaman kufar, infieles.

Siempre han existido quienes han hablado de la necesidad de la unidad de los musulmanes, y en cierto sentido esa unidad ha existido siempre, a pesar de la diversidad que se da en muchos niveles. Dentro del Islam los chiíes y los suníes, están enfrentados entre si y no están de acuerdo en muchas cosas, pero los dos tienen en común el odio y la persecución a los cristianos.

En el Islam, la palabra “Kafir”, es un término árabe utilizado por el Islam en sentido doctrinal y traducido como infiel o no creyente. El Corán utiliza el término kafir con varios significados de cualidades negativas de una persona, todas las cuales ayudan a precisar su definición y se refiere a una persona que niega a Allah y al Profeta islámico Muhammad, ya que, para el musulmán, el Islam es una forma de vida y quien vive en contra de la ley coránica, es considerado Kafir o infiel.

La raíz KFR tiene 482 derivados en el Corán, lo que muestra la importancia del concepto del significado, se utiliza directamente 134 veces en el Corán, y sus conjugaciones y derivados verbales se utilizan alrededor de 250 veces. En la estructura del pensamiento islámico y coránico más fundamental, kufr significa “ingratitud”.

El Islam, ordena implícitamente que en condiciones de ser débiles, por la superioridad de los infieles se adopte una táctica, de parecer amistad, de simularla, para fines de sobrevivencia. En la Shari’a (la Ley religiosa musulmana) leemos en el tratado de Abu Darda’, uno de los compañeros y el primer biógrafo del Profeta del Islam Muhammad: “Muhammad dijo: Sonreímos nuestras caras a algunos no-musulmanes, aunque nuestros corazones los maldicen, es la orden de Allah mandada a través del Profeta”. Se refiere que, los musulmanes se les permite mostrar simpatía amistosa externamente (a los no creyentes; judíos y cristianos), pero nunca internamente. El erudito musulmán Ibn Kathir afirma que “A los creyentes se les permite mostrar el resultado de la amistad hacia el exterior, pero por dentro no”.

Según el Islam y los musulmanes, la salvación para los Infieles es la conversión. El Corán prohíbe que los fieles del Islam sean amigos, aunque pueden simular que son amigos, como muestra el Corán en (Sura 3:28) “¡Que no tomen los creyentes como amigos a los infieles en lugar de tomar a los creyentes -quien obre así no tendrá ninguna participación en Alá-, a menos que tengáis algo que temer de ellos. Alá os advierte que tengáis cuidado con Él. Alá es el fin de todo!”.

Kafir no cambia su significado a lo largo del Corán, sino que se acumula su significado a través del tiempo, debido a que el término representa una amplia gama de comportamientos utilizados para describir a los opositores de Muhammad. En los últimos aleyas del Corán, el término kafir comienza a utilizarse para referirse a las personas que tienen que ser atacadas por los Mu’minin, creyentes musulmanes.

El Corán y otros textos islámicos son muy claros al enseñar que no hay igualdad entre los musulmanes y los no musulmanes (judíos y cristianos- kafir), y por lo tanto no hay base para una relación de iguales. Allah a través de su profeta Muhammad describe a los incrédulos como “transgresores pervertidos”, la “peor de las criaturas”, “no amado por Allah”, y destinados a la tortura eterna en el infierno. Por lo tanto, en la interpretación más literal del Corán no tiene sentido en hacerse amigo de “criaturas” de tal inferioridad.

Para hacer frente a los no musulmanes, la regla general se menciona en el Corán en (Sura 3:110) “Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya suscitado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal y creéis en Dios. Si la gente de la Escritura creyera, les iría mejor. Hay entre ellos Creyentes, pero la mayoría son perversos”. (Sura 4:144) “¡Creyentes! No toméis a los infieles como amigos, en lugar de tomar a los creyentes. ¿Queréis dar a Dios un argumento manifiesto en contra vuestra?”. (Sura 5:51) “¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Dios no guía al pueblo impío”.

El Corán llega al extremo de llamar a la guerra a muerte a los infieles (judíos y cristianos) por el simple hecho de nuestras creencias en (Sura 9:29) “Hacedle la guerra a matar (qatilu) a los que no creen en Alá ni en el día del juicio, a los que no consideran prohibido lo que Alá y su profeta han prohibido y a aquellos hombres de las Escrituras (judíos y cristianos) que no profesan la creencia de la verdad (Islam). Hacedles la guerra hasta que paguen el impuesto religioso (Yizia), a todos sin excepción, hasta que estén humillados”.

En Sahih Al Bujari, Bab Al- Iman, Hadiz N. 25, habla del Yihad: “Muhammad dijo: Allah me ordenó a luchar contra todos aquellos, que no manifiestan la declaración de la Fe musulmana “No hay más dioses que Allah, y Muhammad su mensajero”, deben de rezar, dan la limosna y ayunan el mes de Ramadán. Si hacen todo eso están salvos, si no lo hacen tienen la muerte segura, nuestras espadas están afiladas para cortar sus cuellos”. Este Hadiz o dicho de Muhammad, tiene mucha importancia en el Islam y para los musulmanes, a pesar de su contenido violento. Por eso, esta repetido siete veces en Sahih Al Bujari, seis veces en Sahih Muslim, cuatro veces en en Sunan Abu Dawd, cinco veces en Sunan Al Talme y y veinte dos veces en Sunan Al Nisa`y.

Este Hadiz o dicho de Muhammad confirme lo que dice el Corán en (Sura 9:5) “Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores dondequiera que les encontréis. ¡Capturadles! ¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la azalá y dan el azaque, entonces ¡dejadles en paz! Alá es indulgente, misericordioso”.

La Yihad es una orden que emana de Allah, y que la transmitió Muhammad a sus seguidores para siempre. Es un imperativo universal y para todos los tiempos según el Islam. (Sura 9:123) “¡Creyentes! ¡Combatid contra los infieles que tengáis cerca! Que os encuentren duros! ¡Sabed que Alá está con los que Le temen!”.

El combate, la Yihad, tiene que durar hasta que la humanidad se someta al Islam. En Sahih Al Bujari leemos “Muhammad dijo, Allah me ha ordenado combatir a la gente hasta que digan: Nadie tiene el derecho a ser adorado sino Allah”.

Según el Islam y los musulmanes, en la guerra contra los infieles –“kufar”– es legítimo matar sacerdotes, monjes, mercenarios que los infieles hayan tomado a su servicio, las esposas de los infieles y los niños deben ser sometidos a la esclavitud y las posesiones de los infieles deben ser confiscadas. Está permitido sitiar los infieles en su propio lugar, pueblo y en sus fortalezas y emplear fuego en contra de ellos y atacarlos desarmados. Eso lo que están haciendo los musulmanes en Siria, Egipto, Irak y otros países “árabes musulmanes”

Son instrucciones de Muhammad a sus hombres antes de una incursión militar. Esta diferencia ente el kafir (cristiano) y el musulmán, y el derecho de este último de asediarles, matarles y esclavizarles se ha saldado con millones de víctimas. Esto proporciona la justificación de los atentados terroristas islámicos, a lo largo de la historia del Islam desde su comienzo en el siglo VII hasta hoy día, han sido enormes.

La historia registra la masacre de los judíos en la Península árabe (Al Medina), entre los años 624 y 627. Cuando Muhammad todavía en vida, ordenó y participó en la decapitación de más de 2500 hombres de las tribus judías Banu Quraida, Mustaliq y Jaybar, además de las mujeres judías que fueron capturadas como esclavas sexuales.

En el año 1011, cerca de 2000 judíos fueron asesinados en Córdoba, España a manos de los yihadistas musulmanes en aquel tiempo.

En el año 1033, más de 6000 judíos fueron matados en Fez, Marruecos a manos de los musulmanes.

En diciembre del año 1066, 4000 judíos fueron masacrados en un día, en Córdoba, España a manos de los musulmanes.

En Abril del año 1182; 60000 cristianos fueron liquidados en Constantinopla y sus mujeres vendidas como esclavas, a manos de los musulmanes.

En septiembre del año 1597, la masacre de Chipre; entre 30000 y 50000 cristianos habitantes de Nicosia fueron asesinados y sus mujeres esclavizadas, a manos de los musulmanes.

Entre los años 1784 y 1799, más de 80000 personas cristianas fueron asesinadas por órdenes del sultán musulmán Tippu en Bangalore, en India.

En marzo de 1822, 120000 personas fueron asesinadas por musulmanes en la isla de Quíos en Grecia.

En 1876, 3000 cristianos fueron masacrados en Batak, Bulgaria, a manos de los otomanos musulmanes.

En 1847; 30000 cristianos fueron matados y sus mujeres e hijos esclavizados en la ciudad de Badr Khan a manos de los otomanos musulmanes.

Entre los años 1894 y 1896, 300000 cristianos fueron exterminados en el imperio Otomano musulmán.

En 1909 30000 cristianos armenios y 1500 asirios fueron ejecutados en Adana, Turquía a manos de los musulmanes otomanos.

Entre los años 1915 y 1923, alrededor de 2 millones de cristianos armenios fueron liquidados en Turquía, en el conocido genocidio armenio a manos de los musulmanes turcos.

Entre los años 1914 y 1920, 500000 cristianos asirios caldeos fueron exterminados en Turquía y en el norte de Irak y Siria a manos de los jóvenes musulmanes.

Entre los años 1914 y 1924, casi un millón de cristianos ortodoxos griegos fueron asesinados en Turquía.

En el año 1933, 3000 cristianos asirios caldeos fueron matados en el Norte de Irak, a manos de los musulmanes turcos. Si sigo contando, no termino… Si comparamos estas cifras con la inquisición española, los islamistas asesinan en un año la misma cantidad de personas que la inquisición en 350 años, en un día equiparan los asesinatos que el Ku Klux Klan cometió en 50 años, y en dos horas, las personas asesinadas en el conflicto de Irlanda del Norte.

Lo que esta pasando en mi país natal Irak y en mi ciudad de origen Mosul, contra mi comunidad cristiana, en estos últimos años es un genocidio de todo regla, es un cremen y una pagina negra más en la historia del Islam y los musulmanes. Miles de hombres asesinados, familias desbaratadas, mujeres violadas, niños esclavizados, casas asaltadas, negocios prendidas, iglesias de los primeros siglos atacadas e incendiadas.

La verdad, que los cristianos en Irak, están pasando muy mal, no quedan muchos cristianos en Irak, los pocos que quedan están pidiendo auxilio porque no saben que futuro les espera.

Egoístamente no quiero que mis hermanos cristianos de Irak, salgan del país, porque no quiero perder mis raíces, nuestra historia que tiene más de 2000 años. Tampoco puedo decirlos eso directamente, porque yo vivo aquí en España más o menos seguro, pero quien está sufriendo realmente son ellos.

Señor mío, la situación en mi país es grave y el sufrimiento de mi pueblo cristiano, es intenso. Por ello, Señor mío, concédenos paciencia y valor en nuestras vidas para continuar con nuestros valores cristianos. Señor mío, danos la paz y la estabilidad, para vivir sin miedo, ni ansiedad, con dignidad y alegría.

Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen iraquí
Fuente: religiondigital.com