Se llamaba Raimundo pero a los trece años ingresó en el seminario de los franciscanos porque quería ser fraile y se cambió el nombre por el de Maximiliano María.
Gran devoto de la Inmaculada Concepción, un año antes de ser ordenado sacerdote funda un movimiento católico llamado “Milicia de la Inmaculada” cuyos miembros se consagran a la Virgen y se comprometen a trabajar por todos los medios válidos desde el punto de vista cristiano para construir en el mundo el Reino de Dios.
Maximiliano se distinguió siempre como un cura moderno, apóstol incansable de la Inmaculada, fundará entre otras obras, la revista “Caballero de la Inmaculada” y varias “ciudades de la Inmaculada”
Su auténtica grandeza cristiana se pondrá de manifiesto en el campo de concentración de Auschwitz, pues al escapar un prisionero de la misma sección donde se encontraba nuestro santo, el comandante de campo ordena ejecutar a diez prisioneros escogidos al azar, como represalia. Entre los elegidos se encontraba un sargento, casado y con hijos.
Maximiliano se ofrece a morir en lugar del sargento y su ofrecimiento es aceptado. Se le condena a morir de hambre, junto con los otros nueve compañeros. El 14 de Agosto de 1941 al encontrarlo aún con vida los nazis le colocan una inyección letal.
Con ello muere el valiente sacerdote para dar paso a San Maximiliano María Kolbe, el hombre que, como Jesús, no sufrió la muerte sino que donó la vida.
Gran devoto de la Inmaculada Concepción, un año antes de ser ordenado sacerdote funda un movimiento católico llamado “Milicia de la Inmaculada” cuyos miembros se consagran a la Virgen y se comprometen a trabajar por todos los medios válidos desde el punto de vista cristiano para construir en el mundo el Reino de Dios.
Maximiliano se distinguió siempre como un cura moderno, apóstol incansable de la Inmaculada, fundará entre otras obras, la revista “Caballero de la Inmaculada” y varias “ciudades de la Inmaculada”
Su auténtica grandeza cristiana se pondrá de manifiesto en el campo de concentración de Auschwitz, pues al escapar un prisionero de la misma sección donde se encontraba nuestro santo, el comandante de campo ordena ejecutar a diez prisioneros escogidos al azar, como represalia. Entre los elegidos se encontraba un sargento, casado y con hijos.
Maximiliano se ofrece a morir en lugar del sargento y su ofrecimiento es aceptado. Se le condena a morir de hambre, junto con los otros nueve compañeros. El 14 de Agosto de 1941 al encontrarlo aún con vida los nazis le colocan una inyección letal.
Con ello muere el valiente sacerdote para dar paso a San Maximiliano María Kolbe, el hombre que, como Jesús, no sufrió la muerte sino que donó la vida.
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