Vestiduras
• El color de la casulla es morado.
Austeridad
Se debe buscar la austeridad tanto en el adorno del altar como en los demás elementos celebrativos, suprimiendo flores y cánticos en exceso. El contraste entre esta austeridad cuaresmal y las maneras festivas al llegar la Pascua (Pascua=paso) ayudarán a captar esta etapa de "paso".
Celebración de la Penitencia y la Reconciliación
Una celebración comunitaria de la penitencia es muy recomendable, con confesión personal como preparación inmediata al Triduo Pascual, así como el ejercicio del Vía Crucis.
Celebración de la Eucaristía
• En la misa se omite siempre el "Aleluya". En su lugar, se puede hacer una aclamación a Cristo.
• Se dicen los prefacios de Cuaresma (excepto las fiestas que los tengan propios).
• Se omite el "Gloria".
• El acto penitencial de la Misa debe destacarse.
Ayuno y abstinencia
La ley de abstinencia obliga a los que han cumplido los catorce años.
La ley del ayuno obliga a todos los mayores de edad hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años.
• El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo hay que guardar abstinencia de carne y ayuno.
• Los viernes de Cuaresma (y todos los del año) son días penitenciales de abstinencia.
Esta puede ser sustituida por alguna práctica religiosa: lectura de la Sagrada Escritura,
limosna penitencial, obras de caridad o piedad, etc.
• En cuanto al ayuno que ha de guardarse el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo,
consiste en hacer una sola comida al día. Pero no se prohíbe tomar algo de alimento a la mañana
y a la noche, guardando las legítimas costumbres respecto a la cantidad y calidad de los alimentos
(21 noviembre 1986, "Boletín de la Conferencia Episcopal", n.º 16, 1987, págs. 155 y 156).
El comienzo de los cuarenta días de penitencia se caracteriza por el austero símbolo de las cenizas, que distingue la liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios.
Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual (Del Directorio sobre la Piedad popular y la Liturgia (nn. 124-125)
• En la Misa de este día se omite el acto penitencial.
• La imposición de la ceniza sustituye al acto penitencial.
• Leccionario volumen VII
• Lecturas:
Libro del profeta Joel 2,12-18: Rasgad los corazones y no las vestiduras. Hagamos penitencia. Convirtámonos al Señor que nos acoge y nos perdona.
Salmo Responsorial 50: Misericordia, Dios mío, por tu bondad. Señor, hemos pecado. Ten piedad de nosotros. No te acuerdes de nuestras faltas ni de nuestros pecados.
2 Carta de San Pablo a los Corintios 5,20-6,2: Jesucristo es nuestra paz. Él nos ha reconciliado con Dios por la cruz. Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable. Volvamos al Señor. No nos quedemos en el pecado.
Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18: Jesús nos invita a practicar la limosna, la oración y el ayuno. Son caminos de conversión a Dios y de fraternidad con los demás.
• Después del Evangelio y la homilía, se bendice e impone la ceniza, hecha de los ramos de olivo y de otros árboles bendecidos el año precedente. La bendición e imposición de la ceniza se puede hacer también fuera de la misa. En este caso es recomendable que preceda una Liturgia de la Palabra, utilizando la antífona de entrada, la oración colecta, las lecturas con sus cantos, como en la Misa. Sigue después la homilía, la bendición e imposición de la ceniza. El rito concluye con la oración universal.
Miércoles de Ceniza
El comienzo de los cuarenta días de penitencia se caracteriza por el austero símbolo de las cenizas, que distingue la liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios.
Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual (Del Directorio sobre la Piedad popular y la Liturgia (nn. 124-125)
• En la Misa de este día se omite el acto penitencial.
• La imposición de la ceniza sustituye al acto penitencial.
• Leccionario volumen VII
• Lecturas:
Libro del profeta Joel 2,12-18: Rasgad los corazones y no las vestiduras. Hagamos penitencia. Convirtámonos al Señor que nos acoge y nos perdona.
Salmo Responsorial 50: Misericordia, Dios mío, por tu bondad. Señor, hemos pecado. Ten piedad de nosotros. No te acuerdes de nuestras faltas ni de nuestros pecados.
2 Carta de San Pablo a los Corintios 5,20-6,2: Jesucristo es nuestra paz. Él nos ha reconciliado con Dios por la cruz. Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable. Volvamos al Señor. No nos quedemos en el pecado.
Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18: Jesús nos invita a practicar la limosna, la oración y el ayuno. Son caminos de conversión a Dios y de fraternidad con los demás.
• Después del Evangelio y la homilía, se bendice e impone la ceniza, hecha de los ramos de olivo y de otros árboles bendecidos el año precedente. La bendición e imposición de la ceniza se puede hacer también fuera de la misa. En este caso es recomendable que preceda una Liturgia de la Palabra, utilizando la antífona de entrada, la oración colecta, las lecturas con sus cantos, como en la Misa. Sigue después la homilía, la bendición e imposición de la ceniza. El rito concluye con la oración universal.
• Hoy no se permiten otras celebraciones; tampoco las Misas de difuntos, excepto la Misa exequial.
• Es recomendable que el sacerdote presidente se imponga a sí mismo la ceniza o que alguno de los fieles se la imponga: debe dar ejemplo de que, como signo visible de Cristo en la comunidad, se incorpora también a su camino de Pascua.
• Prefacio III o IV Cuaresma
• No se puede decir la Plegaria Eucarística IV
• El sexto domingo de Cuaresma se llama Domingo en la Pasión del Señor o de Ramos (antes de la reforma litúrgica se conocía por el nombre de Domingo de Pasión al anterior a Ramos).
Domingo de la Pasión de Señor o de Ramos
• El sexto domingo de Cuaresma se llama Domingo en la Pasión del Señor o de Ramos (antes de la reforma litúrgica se conocía por el nombre de Domingo de Pasión al anterior a Ramos).
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