martes, 3 de diciembre de 2013

Mateo 15,29-37: "La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos (...) Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer (...) Jesús les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos contestaron: Siete y unos pocos peces (...) Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas".

Mateo 15,29-37
Miércoles de la 1 Semana de Adviento

En aquel tiempo, Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los echaban a sus pies, y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y dieron gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino." Los discípulos le preguntaron: "¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?" Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?" Ellos contestaron: "Siete y unos pocos peces." Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas.

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