1 Reyes 8,54-61
8:54 Cuando Salomón terminó de dirigir al Señor toda esta oración y esta súplica, se levantó de delante del altar del Señor, donde estaba arrodillado con las manos extendidas hacia el cielo.
8:55 Y puesto de pie, bendijo en voz alta a toda la asamblea de Israel, diciendo:
8:56 "¡Bendito sea el Señor, que ha dado a su pueblo el descanso, conforme a todo lo que había dicho! No ha caído por tierra ninguna de las promesas que él hizo por medio de su servidor Moisés.
8:57 ¡Que el Señor, nuestro Dios, esté con nosotros como lo estuvo con nuestros padres, que no nos abandone ni nos rechace!
8:58 ¡Que incline nuestro corazón hacia él, para que vayamos por todos sus caminos y observemos sus mandamientos, sus preceptos y sus leyes, que él dio a nuestros padres!
8:59 Que estas súplicas que yo he pronunciado en presencia del Señor, nuestro Dios, estén presentes ante él día y noche, para que haga justicia a su servidor y a su pueblo Israel, según la necesidad de cada día.
8:60 Así sabrán todos los pueblos de la tierra que el Señor es Dios, y no hay otro;
8:61 y el corazón de ustedes pertenecerá íntegramente al Señor, nuestro Dios, para caminar según sus preceptos y observar sus mandamientos, como en el día de hoy".
8:54 Cuando Salomón terminó de dirigir al Señor toda esta oración y esta súplica, se levantó de delante del altar del Señor, donde estaba arrodillado con las manos extendidas hacia el cielo.
8:55 Y puesto de pie, bendijo en voz alta a toda la asamblea de Israel, diciendo:
8:56 "¡Bendito sea el Señor, que ha dado a su pueblo el descanso, conforme a todo lo que había dicho! No ha caído por tierra ninguna de las promesas que él hizo por medio de su servidor Moisés.
8:57 ¡Que el Señor, nuestro Dios, esté con nosotros como lo estuvo con nuestros padres, que no nos abandone ni nos rechace!
8:58 ¡Que incline nuestro corazón hacia él, para que vayamos por todos sus caminos y observemos sus mandamientos, sus preceptos y sus leyes, que él dio a nuestros padres!
8:59 Que estas súplicas que yo he pronunciado en presencia del Señor, nuestro Dios, estén presentes ante él día y noche, para que haga justicia a su servidor y a su pueblo Israel, según la necesidad de cada día.
8:60 Así sabrán todos los pueblos de la tierra que el Señor es Dios, y no hay otro;
8:61 y el corazón de ustedes pertenecerá íntegramente al Señor, nuestro Dios, para caminar según sus preceptos y observar sus mandamientos, como en el día de hoy".
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