1 Reyes 22,29-40: Muerte de Ajab en Ramot de Galaad
Cf. 2 Crónicas 18,28-34
22:29 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, subieron a Ramot de Galaad.
22:30 Y el rey de Israel dijo a Josafat: "Yo me voy a disfrazar para entrar en batalla, pero tú quédate con tus vestiduras". El rey de Israel se disfrazó y entró en combate.
22:31 El rey de Arám, por su parte, había dado esta orden a los treinta y dos comandantes de sus carros de guerra: "No ataquen a nadie, ni pequeño ni grande, sino sólo al rey de Israel".
22:32 Cuando los comandantes de los carros vieron a Josafat, dijeron: "Seguro que ese es el rey de Israel", y se volvieron hacia él para atacarlo. Josafat lanzó un grito,
22:33 y los comandantes de los carros, al ver que ese no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.
22:34 Pero un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la coraza. El rey dijo al conductor de su carro: "Vuelve atrás y sácame del campo de batalla, porque estoy malherido".
22:35 Aquel día, el combate fue muy encarnizado. El rey debió ser sostenido de pie sobre el carro, frente a los arameos, y murió al atardecer. La sangre de su herida había chorreado hasta el fondo del carro.
22:36 A la puesta del sol, corrió un grito por el campo de batalla: "¡Cada uno a su ciudad! ¡Cada uno a su tierra!
22:37 ¡El rey ha muerto!" Así entraron en Samaría y sepultaron allí al rey.
22:38 Y cuando lavaron el carro en el estanque de Samaría, los perros lamieron su sangre y las prostitutas se bañaron en ella, conforme a la palabra que había dicho el Señor.
22:39 El resto de los hechos de Ajab y todo lo que él hizo, la casa de marfil que edificó y las ciudades que construyó, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel?
22:40 Ajab se fue a descansar con sus padres, y su hijo Ocozías reinó en lugar de él.
Cf. 2 Crónicas 18,28-34
22:29 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, subieron a Ramot de Galaad.
22:30 Y el rey de Israel dijo a Josafat: "Yo me voy a disfrazar para entrar en batalla, pero tú quédate con tus vestiduras". El rey de Israel se disfrazó y entró en combate.
22:31 El rey de Arám, por su parte, había dado esta orden a los treinta y dos comandantes de sus carros de guerra: "No ataquen a nadie, ni pequeño ni grande, sino sólo al rey de Israel".
22:32 Cuando los comandantes de los carros vieron a Josafat, dijeron: "Seguro que ese es el rey de Israel", y se volvieron hacia él para atacarlo. Josafat lanzó un grito,
22:33 y los comandantes de los carros, al ver que ese no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.
22:34 Pero un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la coraza. El rey dijo al conductor de su carro: "Vuelve atrás y sácame del campo de batalla, porque estoy malherido".
22:35 Aquel día, el combate fue muy encarnizado. El rey debió ser sostenido de pie sobre el carro, frente a los arameos, y murió al atardecer. La sangre de su herida había chorreado hasta el fondo del carro.
22:36 A la puesta del sol, corrió un grito por el campo de batalla: "¡Cada uno a su ciudad! ¡Cada uno a su tierra!
22:37 ¡El rey ha muerto!" Así entraron en Samaría y sepultaron allí al rey.
22:38 Y cuando lavaron el carro en el estanque de Samaría, los perros lamieron su sangre y las prostitutas se bañaron en ella, conforme a la palabra que había dicho el Señor.
22:39 El resto de los hechos de Ajab y todo lo que él hizo, la casa de marfil que edificó y las ciudades que construyó, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel?
22:40 Ajab se fue a descansar con sus padres, y su hijo Ocozías reinó en lugar de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario