1 Reyes 20,35-42
20:35 Uno de la comunidad de los profetas dijo a su compañero, por orden del Señor: "¡Golpéame!". Pero el otro se negó a golpearlo.
20:36 Él le dijo: "Porque no has escuchado la voz del Señor, apenas te alejes de mí te matará el león". Y apenas el otro se alejó de su lado, lo encontró el león y lo mató.
20:37 El profeta encontró a otro hombre y le dijo: "¡Golpéame!". El hombre lo golpeó y lo dejó maltrecho.
20:38 Luego el profeta fue a apostarse en el camino, a la espera del rey, cubriéndose los ojos con una venda para no ser reconocido.
20:39 Cuando el rey pasaba, le gritó: "Tu servidor avanzaba para entrar en batalla, y de pronto un soldado, abandonando las filas, me trajo un hombre y me dijo: 'Vigila a este hombre. Si llega a faltar, responderás por él con tu vida, o bien pagarás un talento de plata'.
20:40 Pero mientras yo estaba ocupado, yendo de acá para allá, el hombre desapareció". El rey le replicó: "¡Está clara tu sentencia! La has pronunciado tú mismo".
20:41 Él se apresuró a quitarse la venda de los ojos, y el rey de Israel reconoció que era uno de los profetas.
20:42 Entonces dijo al rey: "Así habla el Señor: Porque has dejado escapar al hombre que yo había consagrado al exterminio, tu vida responderá por su vida y tu pueblo por su pueblo".
20:43 El rey de Israel se fue a su casa malhumorado y muy irritado, y entró en Samaría.
20:35 Uno de la comunidad de los profetas dijo a su compañero, por orden del Señor: "¡Golpéame!". Pero el otro se negó a golpearlo.
20:36 Él le dijo: "Porque no has escuchado la voz del Señor, apenas te alejes de mí te matará el león". Y apenas el otro se alejó de su lado, lo encontró el león y lo mató.
20:37 El profeta encontró a otro hombre y le dijo: "¡Golpéame!". El hombre lo golpeó y lo dejó maltrecho.
20:38 Luego el profeta fue a apostarse en el camino, a la espera del rey, cubriéndose los ojos con una venda para no ser reconocido.
20:39 Cuando el rey pasaba, le gritó: "Tu servidor avanzaba para entrar en batalla, y de pronto un soldado, abandonando las filas, me trajo un hombre y me dijo: 'Vigila a este hombre. Si llega a faltar, responderás por él con tu vida, o bien pagarás un talento de plata'.
20:40 Pero mientras yo estaba ocupado, yendo de acá para allá, el hombre desapareció". El rey le replicó: "¡Está clara tu sentencia! La has pronunciado tú mismo".
20:41 Él se apresuró a quitarse la venda de los ojos, y el rey de Israel reconoció que era uno de los profetas.
20:42 Entonces dijo al rey: "Así habla el Señor: Porque has dejado escapar al hombre que yo había consagrado al exterminio, tu vida responderá por su vida y tu pueblo por su pueblo".
20:43 El rey de Israel se fue a su casa malhumorado y muy irritado, y entró en Samaría.
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