1 Reyes 19,1-8
19:1 Ajab contó a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo había pasado a todos los profetas al filo de la espada.
19:2 Jezabel envió entonces un mensajero a Elías para decirle: "Que los dioses me castiguen si mañana, a la misma hora, yo no hago con tu vida lo que tú hiciste con la de ellos".
19:3 Él tuvo miedo, y partió en seguida para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su sirviente.
19:4 Luego caminó un día entero por el desierto, y al final se sentó bajo una retama. Entonces se deseó la muerte y exclamó: "¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo más que mis padres!"
19:5 Se acostó y se quedó dormido bajo la retama. Pero un ángel lo tocó y le dijo: ¡Levántate, come!"
19:6 Él miró y vio que había a su cabecera una galleta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió, bebió y se acostó de nuevo.
19:7 Pero el Ángel del Señor volvió otra vez, lo tocó y le dijo: "¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!"
19:8 Elías se levantó, comió y bebió, y fortalecido por ese alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb.
19:1 Ajab contó a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo había pasado a todos los profetas al filo de la espada.
19:2 Jezabel envió entonces un mensajero a Elías para decirle: "Que los dioses me castiguen si mañana, a la misma hora, yo no hago con tu vida lo que tú hiciste con la de ellos".
19:3 Él tuvo miedo, y partió en seguida para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su sirviente.
19:4 Luego caminó un día entero por el desierto, y al final se sentó bajo una retama. Entonces se deseó la muerte y exclamó: "¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no valgo más que mis padres!"
19:5 Se acostó y se quedó dormido bajo la retama. Pero un ángel lo tocó y le dijo: ¡Levántate, come!"
19:6 Él miró y vio que había a su cabecera una galleta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió, bebió y se acostó de nuevo.
19:7 Pero el Ángel del Señor volvió otra vez, lo tocó y le dijo: "¡Levántate, come, porque todavía te queda mucho por caminar!"
19:8 Elías se levantó, comió y bebió, y fortalecido por ese alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb.
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