viernes, 4 de agosto de 2017

1 Reyes 12,26-33: El culto cismático de Israel

1 Reyes 12,26-33  

12:26 Pero Jeroboám pensó: "Tal como se presentan las cosas, el reino podría volver a la casa de David.
12:27 Si este pueblo sube a ofrecer sacrificios a la Casa de Dios en Jerusalén, terminarán por ponerse de parte de Roboám, rey de Judá, su señor; entonces me matarán a mí y se volverán a Roboám, rey de Judá".
12:28 Y después de haber reflexionado, el rey fabricó dos terneros de oro y dijo al pueblo: "¡Basta ya de subir a Jerusalén! Aquí está tu Dios, Israel, el que te hizo subir del país de Egipto".
12:29 Luego puso un ternero en Betel y el otro en Dan.
12:30 Aquello fue una ocasión de pecado, y el pueblo iba delante de uno de ellos hasta Dan.
12:31 Jeroboám erigió templetes en los lugares altos, e instituyó sacerdotes de entre el común de la gente, que no eran hijos de Leví.
12:32 Además, celebró una fiesta el día quince del octavo mes, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar. Esto lo hizo en Betel, donde ofreció sacrificios a los terneros que había fabricado. En Betel estableció a los sacerdotes de los lugares altos que había erigido.
12:33 El día quince del octavo mes —fecha que había elegido arbitrariamente— subió al altar que había levantado en Betel. Así celebró una fiesta para los israelitas, y subió al altar para quemar incienso.

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