La victoria sobre la muerte
15:50 Les aseguro, hermanos, que lo puramente humano no puede tener parte en el Reino de Dios, ni la corrupción puede heredar lo que es incorruptible.
15:51 Les voy a revelar un misterio: No todos vamos a morir, pero todos seremos transformados.
15:52 En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final —porque esto sucederá— los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados.
15:53 Lo que es corruptible debe revestirse de la incorruptibilidad y lo que es mortal debe revestirse de la inmortalidad.
15:54 Cuando lo que es corruptible se revista de la incorruptibilidad y lo que es mortal se revista de la inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido vencida.
15:55 ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?
15:56 Porque lo que provoca la muerte es el pecado y lo que da fuerza al pecado es la ley.
15:57 ¡Demos gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo!
15:58 Por eso, queridos hermanos, permanezcan firmes e inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Señor, con la certidumbre de que los esfuerzos que realizan por él no serán vanos.
15:50 Les aseguro, hermanos, que lo puramente humano no puede tener parte en el Reino de Dios, ni la corrupción puede heredar lo que es incorruptible.
15:51 Les voy a revelar un misterio: No todos vamos a morir, pero todos seremos transformados.
15:52 En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final —porque esto sucederá— los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados.
15:53 Lo que es corruptible debe revestirse de la incorruptibilidad y lo que es mortal debe revestirse de la inmortalidad.
15:54 Cuando lo que es corruptible se revista de la incorruptibilidad y lo que es mortal se revista de la inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido vencida.
15:55 ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?
15:56 Porque lo que provoca la muerte es el pecado y lo que da fuerza al pecado es la ley.
15:57 ¡Demos gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo!
15:58 Por eso, queridos hermanos, permanezcan firmes e inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Señor, con la certidumbre de que los esfuerzos que realizan por él no serán vanos.
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