domingo, 16 de octubre de 2022

17 de Octubre: San Ignacio de Antioquía, por Celestino Hueso SF



Ser católico hoy resulta complicado porque es nadar contra corriente. El mundo de hoy tiene otros dioses que arrastran por los caminos del desenfreno, la violencia y la barbarie. El Dios de la paz, la misericordia, el perdón, el diálogo y la verdadera libertad que tumba muros y rompe todas las fronteras, el Dios cristiano no interesa.

El dios de hoy es la tableta y el celular. La gente vive pendiente de ellos. Ser católico es ir contra corriente.

En los primeros siglos fue mas dificil aún. A San Ignacio lo hicieron obispo de Antioquía a finales del siglo I; enseguida llegó la persecución de Trajano y a Ignacio se lo llevaron para el circo romano como uno de los invitados especiales. Iba a participar en la función como alimento de los leones. Y todo por ser cristiano.

Ignacio era un valiente. En el viaje desde Antioquía escribió siete bellas cartas, aceptando el martirio. Entre otras cosas nos dijo: “Soy trigo de Cristo y necesito ser molido por los dientes de las fieras”. ¡Eso es valentía y lo demás son cuentos chinos! Lo tenemos en el Reino de Dios.

También se celebra hoy a San Oseas, un profeta como la copa de un pino que, para echar en cara al pueblo su falta de fe y su infidelidad para con Dios, se casó con una prostituta que lo abandonó, como era de esperar. Y para mostrar el amor y la fidelidad de Dios, volvió a recibirla dándole todo su amor, cuando ella volvió a él pobre y arrepentida.

Exactamente lo mismo que hace Cristo con su pueblo.



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