martes, 18 de octubre de 2022

Significado de "achiropita" o "acheropita"

Achiropita o acheropita, del griego bizantino ἀχειροποίητα, significa "no hecho a mano". Se utiliza para indicar aquellas imágenes sagradas a las que la tradición atribuye un origen milagroso: estas imágenes no serían un artista, sino que "aparecerían" por la intervención divina.

El término suele referirse a «pinturas» creadas de manera sobrenatural pero existen acheropitas que no son pinturas.

Manto o tilma de la Virgen de Guadalupe




El manto de la Virgen de Guadalupe es una acheropita muy conocida. La impresión de la imagen de esta popular advocación Mariana, se dio sobre la tilma de san Juan Diego, una burda tela hecha de un tipo de cáñamo, cuando éste, siguiendo las instrucciones de la Virgen María, desplegó su manto frente al obispo y las personas que le acompañaban.

El manto o tilma de Guadalupe ha sido objeto de múltiples pruebas que han intentado desmentir su autenticidad (como obra de la intervención Divina). Sea como sea, el manto ha logrado sobrevivir no sólo a sus detractores, sino también, a atentados con potentes explosivos, pero sobre todo, al paso del tiempo, pues una tilma fabricada con aquellas fibras, no sobrevive más de algunas décadas (en el mejor de los casos). El manto de Guadalupe, ya va para los 500 años.


Imagen de Cristo Salvador, Roma




Desde el día de Pascua de 2000, la misa de cada Domingo de Resurrección, presidida por el papa en san Pedro, tiene como centro la imagen de Cristo Salvador (el icono Acheropita). En ese año, se introdujo en la liturgia papal, un rito traído de la antigüedad que duró hasta el año 1309, donde se veneraba y besaba tres veces los pies del icono abriendo las pequeñas portezuelas de plata que lo cubren, y se cantaba: "Resucitó el Señor del sepulcro, aleluya".

El antiguo icono ha sido sustituido por uno nuevo en el 2007 ya que desaconsejaban el traslado desde la Scala Santa en Letrán, donde se encuentra, aunque los fieles lo pudieron disfrutar en la liturgia papal desde el 2000 al 2006.

El venerado icono Acheropita es una imagen completa del Salvador sentado en un trono. A lo largo de su existencia ha tenido varias restauraciones, una de ellas se dejó solo visible la cara del Señor, cubriendo con una lámina de plata el resto.

El nuevo icono, con dos portezuelas, está constituido también por una imagen del Salvador sentado en un trono. Por tanto, en la liturgia eucarística papal del día de la Resurrección, aparece el Acheropita de Cristo Salvador para la veneración de los fieles; un icono llamado así por la estética espiritual de la Verdad y la Belleza que nos transmite; pero que resplandece más aún en la Iglesia, por la noble belleza del misterio pascual.




Santo Sudario o Pañolón de Oviedo




El Manto de Oviedo (Pañolon de Oviedo), también conocido como «Santa Mortaja». Este manto más pequeño en dimensiones que la Sabana Santa, correspondería al pedazo de tela que solía acomodarse sobre el rostro de los difuntos, antes de cubrirlo con la sábana que envolvía todo el cuerpo.

Pruebas llevadas a cabo sobre el Pañolón de Oviedo han puesto en evidencia 3 sorprendentes coincidencias con la Sábana Santa: Ambas contienen sangre del mismo grupo sanguíneo (AB), el rostro, la forma y dimensión de las manchas de sangre corresponden a las de la Sábana Santa, lo que sugiere como tercera coincidencia, que ambas en su momento, cubrieron el mismo cuerpo.


Santo Rostro de Jaén, España




El Santo Rostro de Jaén, en España, es una de las reliquias Católicas identificadas con el paño de la Verónica, la mujer que apiadándose de Jesús al verle abusado por sus enemigos, se acerca para enjugar su rostro. 

Cuenta la tradición que luego de este acto de misericordia, el rostro del Señor Jesús quedó impreso en el paño. Verónica viajó a Roma para presentar el paño al emperador romano Tiberio ya que el velo poseía propiedades milagrosas, como quitar la sed, curar la ceguera o incluso resucitar muertos. Esta es considerada una de las reliquias más famosas del cristianismo.

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