Romanos 2,12-24
2:12 En efecto, todos los que hayan pecado sin tener la Ley de Moisés perecerán sin esa Ley; y los que hayan pecado teniendo la Ley serán juzgados por ella,
2:13 porque a los ojos de Dios, no son justos los que oyen la Ley, sino los que la practican.
2:14 Cuando los paganos, que no tienen la Ley, guiados por la naturaleza, cumplen las prescripciones de la Ley, aunque no tengan la Ley, ellos son ley para sí mismos,
2:15 y demuestran que lo que ordena la Ley está inscrito en sus corazones. Así lo prueba el testimonio de su propia conciencia, que unas veces los acusa y otras los disculpa,
2:16 hasta el Día en que Dios juzgará las intenciones ocultas de los hombres por medio de Cristo Jesús, conforme a la Buena Noticia que yo predico.
2:17 Pero tú, que te precias de ser judío; tú que te apoyas en la Ley y te glorías en Dios;
2:18 tú que dices conocer su voluntad e, instruido por la Ley, pretendes discernir lo mejor,
2:19 presumiendo ser guía de ciegos y luz para los que andan en tinieblas;
2:20 tú que instruyes a los ignorantes y eres maestro de los simples, porque tienes en la Ley la norma de la ciencia y de la verdad;
2:21 ¡tú, que enseñas a los otros, no te enseñas a ti mismo! Tú, que hablas contra el robo, también robas.
2:22 Tú, que condenas el adulterio, también lo cometes. Tú, que aborreces a los ídolos, saqueas sus templos.
2:23 Tú, que te glorías en la Ley, deshonras a Dios violando la Ley.
2:24 Porque como dice la Escritura: Por culpa de ustedes, el nombre de Dios es blasfemado entre las naciones.
2:12 En efecto, todos los que hayan pecado sin tener la Ley de Moisés perecerán sin esa Ley; y los que hayan pecado teniendo la Ley serán juzgados por ella,
2:13 porque a los ojos de Dios, no son justos los que oyen la Ley, sino los que la practican.
2:14 Cuando los paganos, que no tienen la Ley, guiados por la naturaleza, cumplen las prescripciones de la Ley, aunque no tengan la Ley, ellos son ley para sí mismos,
2:15 y demuestran que lo que ordena la Ley está inscrito en sus corazones. Así lo prueba el testimonio de su propia conciencia, que unas veces los acusa y otras los disculpa,
2:16 hasta el Día en que Dios juzgará las intenciones ocultas de los hombres por medio de Cristo Jesús, conforme a la Buena Noticia que yo predico.
2:17 Pero tú, que te precias de ser judío; tú que te apoyas en la Ley y te glorías en Dios;
2:18 tú que dices conocer su voluntad e, instruido por la Ley, pretendes discernir lo mejor,
2:19 presumiendo ser guía de ciegos y luz para los que andan en tinieblas;
2:20 tú que instruyes a los ignorantes y eres maestro de los simples, porque tienes en la Ley la norma de la ciencia y de la verdad;
2:21 ¡tú, que enseñas a los otros, no te enseñas a ti mismo! Tú, que hablas contra el robo, también robas.
2:22 Tú, que condenas el adulterio, también lo cometes. Tú, que aborreces a los ídolos, saqueas sus templos.
2:23 Tú, que te glorías en la Ley, deshonras a Dios violando la Ley.
2:24 Porque como dice la Escritura: Por culpa de ustedes, el nombre de Dios es blasfemado entre las naciones.
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